sábado, 11 de abril de 2009

Jol Amoed Pesaj

Exodo 33:12 - 34:26

33:12Y dijo Moisés al Eterno: Mira, Tú me dices "haz subir a este pueblo", y no me has hecho saber quién es aquél que enviarás conmigo, y con todo me has dicho: "Te he conocido y también has hallado gracia a mis ojos".
Vayomer Moshe el-Adonay re'eh atah omer elay ha'al et-ha'am hazeh ve'atah lo hodatani et asher-tishlach imi ve'atah amarta yedaticha veshem vegam-matsata chen be'eynay.
33:13Ahora pues, si es así que he hallado gracia a tus ojos, te ruego me hagas conocer tus caminos y sabré de Ti la recompensa de los que hallan gracia a tus ojos; y considera que esta nación es pueblo tuyo.
Ve'atah im-na matsati chen be'eyneycha hodi'eni na et-derachecha ve'eda'acha lema'an emtsa-chen be'eyneycha ure'eh ki amecha hagoy hazeh.
33:14Y El respondió: Yo en persona (te) acompañare y te daré descanso.
Vayomar panay yelechu vahanichoti lach.
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Comentario

Héctor Goldfarb - Yo tengo una pregunta, basada en un sitio que estuve revisando y que se llama "Qué le molesta a Rashi". Mi pregunta es: ¿Por qué celebramos que D's nos sacó de Egipto, si Él mismo los llevó a Egipto? Es algo que ya figura en el pacto entre las partes con Abraham.

Rab. Eduardo Waingortin - El pacto entre las partes en realidad fue un sueño que tuvo Abraham, en el que D's le dijo que su descendencia iría a Egipto y que sería esclavizada allí por 400 años. Pero en realidad Abraham no se lo contó a nadie. Los hijos de Yaakov bajaron a Egipto por una hambruna en la tierra de Canaán, tal como lo hizo el mismo Abraham. Pero podrían haber regresado después de que se acabó la hambruna, y no lo hicieron. Fue una sequía, un ciclo económico y lo vemos en la historia de José, duró solo siete años. Al cabo de ese tiempo podrían haber vuelto a la tierra de Canaán. Pero se asentaron en la tierra de Goshen, y se quedaron no porque D's les dijera, sino por libre voluntad. Lo que celebramos es que D's intervino en la historia y se puso de parte de los esclavos, que de otra forma habrían seguido allí. D's los liberó, pero no fue Él mismo el que los hizo quedarse todo el tiempo allí; más bien fue un ejercicio de su libre albedrío.

Gachi Waingortin - D's es la fuente de todo, y si lo vemos con esos ojos, cuando en la tefilá le agradecemos que nos haya salvado de plagas y enfermedades y nos haya sostenido en las horas de angustia y malestar, es porque Él también nos mandó las horas de angustia y malestar. Si te manda la enfermedad, también te manda la salud. En el judaísmo no hay un "demonio" a cargo de enviar el mal frente al bien que viene de D's; más bien, D's es la fuente de todo y tenemos que aceptarlo así. Ahora, el judaísmo lo que hace es no maldecir a D's frente al mal, como la enfermedad, y agradecer cuando D's nos manda la salud. Lo importante es resignificar las cosas que nos pasan, pero tenemos que ver la mano de D's en todas partes, en lo bueno y en lo malo.

Rab. Eduardo Waingortin - No estoy de acuerdo con esa visión. D's hace que funcionen las leyes de la naturaleza, y luego suceden cosas que no tienen que ver con su intervención directa. Por ejemplo, si miramos la situación del terremoto en Italia, D's creó la naturaleza y las placas continentales, que siguen chocando una con otra. Desgraciadamente para la gente de L'Aquila, que estuvo ahí justo en el mismo momento del terremoto, fue terrible y ojalá que tengan paz los fallecidos y refuá shleimá los heridos; pero no se trató de una intervención directa de D's para destruir esa ciudad. Más bien, D's echa a andar los mecanismos de la naturaleza y luego queda espacio para cosas y eventos que D's no manda, sino que suceden producto del juego de esos mecanismos. En realidad, lo que plantea Gachi es otra visión diferente, son dos maneras de mirar estos fenómenos.

Javier Pizarro - Lo que es una intervención divina es más bien cuando se interrumpen esos mecanismos habituales de la naturaleza. Eso lo vemos por ejemplo cuando se abre el Yam Suf, y también cuando el pueblo de Israel está por entrar a la tierra, el Jordán también se abre para que pasen por lo seco. Lo mismo se puede decir de las plagas, que son intervenciones divinas. Y eso es lo que celebramos en Pésaj. Respecto a lo que decía Gachi de la resignificación, lo mismo lo podemos aplicar a la cuenta del Omer. Contamos el Omer para resignificar la libertad que recibimos en Pésaj. Y lo hacemos con pasión, con ansias de que llegue la entrega de la Torá, de la misma manera en que los presos sueñan con su libertad y van contando los días haciendo marcas en la pared de su celda. De la misma forma, los judíos contamos los días del Omer y ansiamos que llegue pronto la Torá a nuestras vidas, para resignificar la salida de Egipto y la libertad. Otra cosa que celebramos en Pésaj son triunfos parciales, tal como nos decía Gachi en la cena de shabat. Querríamos que todo fuera perfecto aquí y ahora; pero sabemos que no es así, que la realidad es diferente. Por eso nos contentamos con ir avanzando poco a poco, día a día, en ir perfeccionando el mundo. Ese es el motivo porque contamos los días del Omer, y no sólo las siete semanas que prescribe la Torá. Cada día es importante y los vamos contando uno a uno.
Y por último, volviendo a lo que planteaba Héctor, lo que complica a Rashi es que en el pacto entre las partes se habla de una esclavitud por 400 años, cuando en realidad fue de unos 210 años. Esta discrepancia lo debe haber complicado. Pero si consideramos que efectivamente hay 400 años desde Abraham hasta el éxodo de Egipto, vemos que tomar esos 400 años nos permiten encontrar el "para qué" de la salida de Egipto. La familia de Bereshit no estaba lista para recibir la Torá; tampoco lo estaban Yaakov y sus hijos. Pero sí la pudo recibir el pueblo después de ser esclavizado y haber pasado por todo el sufrimiento, ya que pudo entender el valor de la libertad. Esos 400 años dan el sentido de un proceso para formar el pueblo que sí pueda recibir la Torá.

Leo Langenauer - Lo de las plagas, en realidad, no me complica para nada. Si pienso que D's fue capaz de crear todo el universo, entonces las diez plagas son una cosa nimia al lado de lo que D's realmente puede hacer. Lo que realmente es un milagro en Pésaj es que los hijos de Israel fueron capaces de tomar un cabrito, tenerlo varios días en sus casas, sacrificarlo y luego poder tomar su sangre para marcar sus puertas a la vista de todo el mundo. Imagínense lo que debe haber sido todo eso... Más aún, al asarlo debe haber salido un olor a asado que además debe haber sido una provocación extra, como diciéndole a los egipcios "me mastico a tu dios...". Lo realmente importante, así es como lo veo, fue que un pueblo de esclavos fue capaz de tomar esta iniciativa y liberarse aún antes de salir efectivamente de Egipto. En cuanto a lo que decía Javi, no creo que un grupo de esclavos, que no sabía lo que era marchar por el desierto, hubiera ansiado la Torá. Más bien era un grupo humano que simplemente necesitaba un conjunto de reglas y normas para poder convivir los unos con los otros en libertad y así poder transformarse en pueblo.

Rab. Eduardo Waingortin - Estas son dos visiones que convergen: Javi mira la entrega de la Torá desde la mística, y Leo lo ve desde la lógica, pero ambas confluyen en la necesidad de un marco para el pueblo. Pero nuestro Gabai quiere agregarnos algo.

Héctor Goldfarb - Según lo que estuve leyendo, los egipcios no tenían mala voluntad con los hijos de Israel, y más bien los miraban con simpatía; tanto así que cuando salieron de Egipto les dieron de sus bienes y joyas. El problema era el Faraón, que era extremadamente cruel. Cuando vemos el episodio de las parteras, Faraón había mandado matar a los niños hebreos tirándolos al río. Después de eso mandó a ahogar a todos los niños, probablemente incluyendo a los egipcios, según este comentario que leí, y de alguna forma eso hizo que los egipcios simpatizaran con los hijos de Israel.

Rab. Eduardo Waingortin -  Es impresionante como otras tradiciones han tomado estas historias para reelaborarlas; lo vemos en la matanza del rey Herodes de los inocentes, ya que también mandó a matar a los niños ante la profecía que podría haber alguno que quisiera quitarle el trono, tal como dicen los midrashim sobre el Faraón.

Javier Pizarro - Ante la posibilidad de que los niños fueran asesinados, los hombres iban a trabajar a Pitóm y Ramsés y vivían allí, separados de sus mujeres, para no tener hijos. Pero el midrash nos habla del mérito de las mujeres, que les llevaban comida caliente y se allegaban a sus maridos, sin perder la esperanza. De hecho, Myriam retaba a sus padres y les decía que eran peor que el Faraón, porque le negaban la vida en este mundo y también en el Olam Habá. Por eso la redención vino a través de los padres de Moshé, una pareja que se reencontró. El mérito para hacer posible la redención de la esclavitud fue de las mujeres.

Natan Waingortin - Myriam les decía que al negarse a tener hijos, estaban matando no sólo a los niños, sino también a lasniñas, a las que Faraón dejaba vivir.

Rab. Eduardo Waingortin - Es muy bonito lo que nos traen Natan y Javi, y vemos que más adelante las mujeres regalan sus espejos para la construcción del Mishkán. Esos mismos espejos que usaron para arreglarse al ir a ver a sus maridos, las mujeres los regalaron a Moshé, que los usó en la construcción del Santuario.

Isabel Mardones - A mí me gusta pensar que la redención también fue posible gracias a la hija del Faraón, que sabía exactamente lo que estaba haciendo y a conciencia rompió todas las restricciones del Faraón. Rescata a Moshé de las aguas sabiendo que es un niño hebreo, permite que sea criado por su madre y luego lo lleva a palacio, sin dudar en ningún momento y a sabiendas de que iba en contra de la autoridad.

Rab. Marcelo Kormis - Por el mérito que tiene la hija del Faraón, y que el Talmud le reconoce, es que el midrash no permite que sea una figura anónima. Por eso le asigna un nombre. ¿Y saben cuál es? "Batia", que significa "hija de D's".

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Haftará Ezequiel 37:1- 37:14
37:1Me sobrevino la profecía del Eterno: El me sacó con el espíritu de Adonai y me hizo pasar en el medio de la llanura, y ella estaba colmada de huesos.
Hayetah alay yad-Adonay vayotsi'eni veruach Adonay vayenicheni betoch habik'ah vehi mele'ah atsamot.
37:2Me hizo pasar cerca de ellos en derredor, en derredor... Y he aquí que eran numerosos, mucho, sobre la faz de la llanura, y he aquí que estaban secos, mucho.
Vehe'evirani aleyhem saviv saviv vehineh rabot me'od al-peney habik'ah vehineh yeveshot me'od.
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37:11El me dijo: "Ser humano, los huesos estos, toda la casa de Israel son ellos; he aquí que dicen: Se han secado nuestros huesos, se ha perdido nustra esperanza, truncos estamos".
Vayomer elay ben-adam ha'atsamot ha'eleh kol-beyt Yisra'el hemah hineh omerim yaveshu atsmoteynu ve'avedah tikvatenu nigzarnu lanu.
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El texto completo lo pueden encontrar en:Navegando la Biblia II, pinchar en Torah y Haftará.