sábado, 29 de marzo de 2008

Shemini Shabat Pará

9:1 Y aconteció en el día octavo que llamó Moisés a Aarón y a sus hijos, y a los ancianos de Israel,
9:2 y dijo a Aarón: Toma para ti un becerro del ganado para ofrenda por el pecado, y un carnero para holocausto, (ambos) sin defecto, y los presentarás ante el Eterno.
9:3 Y hablarás a los hijos de Israel, diciendo: Tomad un macho cabrío para ofrenda por el pecado; y un becerro y un cordero, (ambos) de edad de un año y sin defecto, para holocausto;
9:4 y un buey y un carnero para ofrendas de paces, para sacrificarlos ante el Eterno; y una ofrenda vegetal mezclada con aceite; porque hoy el Eterno se aparecerá a vosotros.
9:5 Y trajeron delante de la tienda de asignación lo que había ordenado Moisés; y se presentó allí toda la congregación, y estuvo en pie delante del Eterno.
...
Comentario del Rabino Marcelo Kormis:

El comentario de esta semana está basado en la enseñanza de uno de mis maestros, el Rabino Gustavo Suraszky.

Antes de compartir con ustedes este comentario, recordemos algunas divisiones de las mitzvot.

La más conocida es la de Jukim y Mishpatim.

Los mishpatim son aquellas mitzvot que al cumplirlas entendemos su razón y el porqué las hacemos.

Visitamos a un enfermo porque sabemos que lo alivia.

Consolamos a un deudo porque sabemos que en ese momento está sufriendo.

Acogemos a alguien que no tiene dónde dormir porque sabemos que sino su vida corre peligro.

Pero hay otro tipo de mitzvot más difíciles de cumplir, que son los jukim. Los jukim son las mitzvot que D´s nos ordena pero que no las entendemos. No vestir en una misma prenda lino con lana, ¿por qué?, porque D´s lo dijo. A propósito de este shabat que es shabat Pará, las leyes de la vaca roja también son jukim.

No entendemos cómo funcionan, purifican e impurifican.

Pero quizás el jok más difícil para nosotros en este momento del desarrollo humano sea la kashrut.

La Torá no nos da un argumento de por qué debemos comer kasher, de por qué estos animales sí y estos otros no.

Y en algo tan cotidiano como la comida, una falta de explicación es difícil.

Nuestros jajamim han dado a través de la historia distintos motivos a lo que la Torá no le da ninguno.

Y se han generado podríamos decir dos grandes líneas de pensamiento.

La primera de ellas seguida por Maimónides, plantea que la Kashrut es una medida higiénica.

El cerdo es cerdo, y por eso no debemos comerlo.

Los mariscos se alimentan de la basura del mar y por eso tampoco debemos comerlos, son nocivos para la salud.

Otra línea de pensamiento tiene que ver no con sanidad sino con santidad. Comiendo kasher no somos más sanos sino más santos.

Controlamos nuestros impulsos y nos santificamos.

Somos diferentes a otros animales.

A pesar que estos argumentos le hacen sentido a muchos judíos, a muchos otros no.

Me toca reunirme con muchos que dicen que la kashrut es algo obsoleto, que limita mi libertad, etc.

Semana tras semana me toca argumentar a jóvenes y adultos el porqué de la kashrut. Y créanme que no es una tarea fácil. En su mayoría son jóvenes universitarios ilustrados y exitosos en sus estudios, así como profesionales prestigiosos en sus trabajos. Sus argumentos son muchas veces sólidos, meditados del porque la kashrut es algo obsoleto, higiénico y en contra de la libertad individual del individuo. La parashá de esta semana nos da la posibilidad de profundizar en algunos de los argumentos que comparto con ellos, basados en dos grandes sabios judíos de distintas épocas.

El rabino Itzjak Arama, que vivió en España en el siglo XV, escribió en su obra Akeidat Itzjak: “Guárdenos D´s de imaginarnos que los mandamientos relativos a los alimentos dependen de razones higiénicas. En caso de ser esto verdad, la Tora no sería más que un pequeño tratado de medicina en vez de ser la obra del D´s viviente. Más aún, los efectos nocivos de dichos alimentos pueden ser contrarrestados de diversas maneras con condimentos y con preparados, tal como se anula el efecto de los venenos con los cuales se hacen todos los remedios. La prohibición perdería su razón de ser y las palabras de la Torá perderían su eterno valor. Además, hemos notado que los pueblos en el medio de los que vivimos, que no guardan estas leyes y que comen carne porcina y todos los demás animales y peces impuros, son sanos y gozan de buena salud. No hay entre ellos, por tal motivo, gente débil. La razón es diferente. Los mandamientos alimenticios están motivados por razones de índole espiritual, a fin de guardar el alma sana y pura y preservarla de contaminaciones y de mancharse con pasiones impuras....”.

Harold Kushner, prestigioso rabino conservador contemporáneo, escribe también siguiendo esta misma idea: “Comer cerdo o langostino no es intrínsecamente inmoral, como no es intrínsecamente moral optar por un trozo de queso o de pollo. Pero al reglamentar nuestros hábitos de alimentación, sueño y trabajo, el modo de vida judío confiere una significación profunda a cada actividad, incluso las más comunes y mundanas, transformándolas en una oportunidad para obedecer (o desobedecer) a D´s. Una persona no judía que pide una hamburguesa con queso, almuerza y punto. Un judío que pide lo mismo, hace una afirmación teológica. Declara que para él NO rigen las normas de la kashrut. Las reglas observadas o violadas, elevan el almuerzo del plano de lo común y corriente al de la religión. Quien pueda hacerlo en el plano de la comida, ha logrado algo importante para su vida”.

Tal como se desprende de estos comentarios, las leyes de kashrut no son una medida higiénica. No dejamos de comer cerdo debido a la triquinosis. Si esto fuera así, un cerdo sano sería kasher y por supuesto no lo es. Cuando el judío come kasher, convierte el acto animal de comer en un acto de reverencia por la vida. Comiendo kasher no somos más sanos, somos más santos, más respetuosos por la vida. Comer kasher significa recordar, cada vez que comemos carne, que la vida de otro ser vivo es importante para nosotros. D´s nos recuerda que no somos amos y señores de la naturaleza. No podemos tomar de ella a nuestro antojo. Por eso la Kashrut nos obliga a dominar uno de nuestros impulsos más básicos y animales: el comer.

Que con la ayuda de D´s podamos comprometernos cada vez más con esta mitzvá y lograr de esta forma nuestra elevación moral y espiritual en este mundo.


Quiero entonces aprovechar este shabat para tratar de motivar a aquellos que todavía no comen kasher, que ninguno de estos argumentos tradicionales les cierran y ver si les cae la teja.

Si no, habrá que seguir esperando...

Y este argumento tiene que ver no con las características de los animales, sino con sus nombres.

Dos animales que tiene un nombre súper kasher pero que por su esencia no lo son.

Y como no lo son, nos dejan un gran mensaje en nuestra vida.

El primero de ellos es el Jazir - el cerdo.

Su nombre deriva de la raíz lajzor, volver.

Es un retorno, y de hecho en Iamim Noraim hablamos de la jazará y de la teshuvá.

De acuerdo a la tradición judía, su nombre es así porque en algún momento va a cambiar una característica y va a volver, va a retornar y va a ser kasher.

Va a ser rumiante.

Pero por ahora no lo es y nos da un gran mensaje.

No lo es porque se muestra de una forma, mientras que por dentro es de otra.

Por fuera trata de engañarte y decirte que es kasher, que tiene la pezuña partida, pero por dentro no lo es.

Al no comerlo afirmamos que nosotros queremos tener nuestro interior y nuestro exterior igual.

Que al comer kasher no solo regulamos nuestra forma de actuar, sino también nuestros impulsos interiores.

Otro ejemplo de nombres es la cigüeña, en hebreo jasida.

Miren que nombre más lindo. La piadosa.

Se preocupa de sus crías y no es de rapiña.

Por lo tanto tendría todo para ser kasher.

Incluso Rashi nos dice que se llama piadosa porque se preocupa que si alguien de su entorno no tiene comida, ella se la proporciona.

Pero acá está el problema.

Se preocupa sólo de su entorno y no de los distintos a ella.

Al no comer un ave con las características de la cigüeña, los judíos afirmamos que no solo nos importa nuestro marco más íntimo sino que somos responsables por todo lo que nos rodea.

Nuestra preocupación no es sólo por la especie humana sino por todo el reino y cuando comemos kasher hacemos más tangible esta preocupación.

Miren, hay distintos motivos por los cuales comer kasher.

Para algunos unos le hacen mas sentido y para otros, otros.

Si no comes cerdo porque le tienes miedo a la triquinosis o porque te cae pesado a la guata.

Si no comes marisco porque te preocupa la marea roja.

Si no mezclas carne con leche porque te cae muy pesado.

OK- está bien.

Si comes kasher no por un tema de sanidad, sino por santidad, porque al hacerlo elevas tus impulsos a una categoría superior y porque estas más cerca de D´s - también está bien.

O si comes kasher porque no te queda claro el motivo, pero en los animales prohibidos encuentras un mensaje ético y moral que la Torá te quiere dar, también está bien.

Pero no nos podemos quedar indiferentes frente a la kashrut.

Me gustaría motivarte para que si ya empezaste lo sigas haciendo.

Si no empezaste todavía a que encuentres dentro de este abanico de explicaciones la que más te cierre.

La kashrut es la forma en la cual el pueblo judío come, y si eres judío tienes que comer de esta forma.

Esa es la forma en la cual D´s nos pidió que comiéramos, no podemos quedar indiferentes a Su llamado.

La parashá de esta semana nos plantea uno de los jukim, leyes mas allá de nuestro entendimiento, más difíciles para el judío moderno.

La invitación a cumplirla está hecha.

Sólo de tí depende.

Shabat Shalom.



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El texto completo de la parashá lo pueden encontrar en: Navegando la Biblia II, pinchar en Torah y Haftarot.

sábado, 22 de marzo de 2008

Tsav

6:1 Y habló el Eterno a Moisés, diciendo:
Vayedaber Adonay el-Moshe lemor.
6:2 Ordena a Aarón y a sus hijos, diciendo: Esta es la ley del holocausto: el holocausto estará quemándose sobre el altar toda la noche hasta la mañana, y el fuego del altar ha de mantenerse ardiendo en él.
Tsav et-Aharon ve'et-banav lemor zot torat ha'olah hi ha'olah al mokedah al-hamizbe'ach kol-halaylah ad-haboker ve'esh hamizbe'ach tukad bo.
...
Comentario

Rab. Marcelo Kormis - La parashá de esta semana se llama “Tzav”, que tiene el mismo shoresh o raíz que la palabra “Mitzvá”. “Tzav” es “ordena”, es decir, estamos hablando de que acá se da la orden a los sacerdotes de cómo enceder el fuego del altar y hacer los sacrificios.

En realidad, “Tzav” y “Vayikrá” son parashiot que van juntas, y ambas tratan sobre los mismos sacrificios. Sin embargo, cabe preguntarse por qué los sabios cortan acá el texto entre una parashá y la otra, y Javi preparó algo al respecto que nos contará después, para que entendamos si se trata de una simple repetición o no.

Pero vamos al texto. La parashá abre con la orden de encender el fuego todos los días y no dejar que se apague nunca. Este Ner Tamid es lo único del Beit Hamikdash que mantenemos aún en nuestras sinagogas… Imagínense a los cohanim, que todos los días tenían que hacer esto, ¿no creen que podrían haberlo sentido como algo rutinario y aburrido? ¿Cómo podían evitar ese sentimiento? Y del mismo modo, los sabios dicen que esta tarea de los cohanim se aplica a nosotros también, de mantener encendido el fuego de las mitzvot para hacerlas sin caer en la rutina. Les pregunto, ¿qué hacen ustedes como para tener siempre la energía de cumplir mitzvot sin caer en la rutina?

Héctor Goldfarb – Lo que yo hago es pensar siempre, “¿qué sería grato a los ojos de D’s que yo hiciera?”. De esa forma, todo pasa a ser nuevo y uno se aleja de ese sentimiento de rutina.

Isabel Mardones – Yo leí en el libro de Nejama Leibovitz el comentario de Shimson Rafael Hirsch, acerca de que el Cohen debía sacar las cenizas del altar todos los días. Eso permitía que el fuego nunca perdiera su fuerza y se renovara todos los días. De la misma manera, ésa es una pauta para nosotros: sacar las cenizas todos los días nos lleva a que el fuego tenga una fuerza distinta, a que sea como si lo hubiéramos encendido por primera vez. Y eso se aplica en todas las esferas de la vida, también las de las relaciones humanas, por ejemplo.

Rab. Marcelo Kormis – Eso de sentir como que es la primera vez es también lo que pasa en el amor: tratamos que más allá del enamoramiento haya un amor que todos los días parezca ser nuevo, que nos lleva a sentirlo siempre como algo fresco.

Sara Schuhfeld – Cuando rezo en la mañana antes de salir, trato que ese momento sea de plena comunicación con D’s, y eso me llena de energía para todo lo que tengo que hacer ese día. Esa comunicación me lleva a sentirme renovada.

Rab. Marcelo Kormis – Es decir, es como cargar las baterías.

Gerald Sommerfeld – En un libro de Deepak Chopra que habla sobre ciertas leyes que se dan en la existencia, habla acerca del “fuego sobre el fuego”, que se refiere a la intencionalidad de las cosas. Cuando uno tiene deseos de algo, no pasa nada si no hay una intencionalidad, unas ganas de hacerlo realidad. A eso llama fuego sobre fuego, y en este caso, se refiere a que si tenemos la intencionalidad podemos realmente ir cambiando el mundo para bien, por más que sea en un círculo reducido, y que ese bien que uno hace de alguna manera se devuelve multiplicado hacia nosotros.

Rab. Marcelo Kormis – Otra cosa que dicen los sabios es que el Cohen debe mantener encendido el fuego en él, “ve’esh hamisbeaj tukad bo”. Este “bo” alude al alma. Es decir, es no sólo un fuego externo en el altar, sino que también debían mantener el fuego dentro de ellos. De esa forma podían tener la energía para hacer esta tarea todos los días con kavaná.

Después la parashá nos habla de los mismos sacrificios que nos mencionó en la parashá anterior. Javi preparó algo al respecto para que podamos entender mejor lo que dice la Torá.

Javier Pizarro – Como veíamos la semana pasada, en el libro de Vayikrá se dan a conocer varios instrumentos –los sacrificios- para comunicarse con D’s. En la parashá de Vayikrá se enumeran los distintos sacrificios y los casos para los que debían ser hechos. En realidad, es un menú de sacrificios. Ahora, en la parashá de Tzav, se repiten los mismos sacrificios, pero no exactamente de la misma manera. Acá se les dice a los Cohanim cómo deben hacer cada uno de ellos, por lo que acá tenemos un verdadero “manual de cortapalos” de los Cohanim. Además se dice que no se debe comer el sebo ni la sangre… Se les dan las instrucciones precisas para todo lo que debían hacer en el mishkán, y aunque eso nos parezca lejano, aún podemos sentir que hay un nexo con nosotros. Por ejemplo, cada vez que comemos carne, podemos pensar que tal vez ese animal estaba destinado a ser un sacrificio en el altar del Templo. De esa forma, comer kasher pasa a ser una forma de cumplir con las ofrendas del Templo, que no se hacían de cualquier manera, sino de una forma prescrita, y tenían su razón de ser.


Rab. Eduardo Waingortin - El comentario más clásico de esta parashá se basa en el hecho de que el Cohen Gadol, el personaje más importante del Templo, era el que debía sacar las cenizas del altar. El Cohen Gadol era un vicario, es decir, un representante de D's en la tierra, y de ahí emanaba su autoridad. Pero debía hacer esta limpieza él mismo, a pesar de que era una persona rodeada de mucha pompa, tenía un traje muy elaborado, llevaba una mitra y tenía además un frontal con doce piedras semipreciosas, todo ello como signo de poder. Además tenía gente a su servicio. Pero él mismo debía sacar las cenizas del altar todos los días, en signo de humildad. Eso es un gran mensaje para todos los que de alguna forma tenemos autoridad: como padres frente a los hijos, por nuestro trabajo o lo que sea. La humildad es lo que nos hace realmente grandes.


Rubén Preiss - Yo quería pedirte, Eduardo, que repitieras lo que dijiste en la prédica de anoche.

Rab. Eduardo Waingortin - La parashá prescribe en qué lugar se debe realizar cada uno de los sacrificios, que se hacían por motivos distintos. En el caso de los sacrificios que se hacían por situaciones heavy, por embarradas graves, la Torá decía que había que hacerlos en el mismo lugar de otros sacrificios que eran mucho más sencillos. Esto lo aprendimos de Avidor HaCohen, z.l., quien nos decía que esto se hacía así para evitarle la vergüenza a las personas que traían ese sacrificio. Imagínense que hubiera sido en un lugar diferente y único: la gente hasta estaría con largavistas viendo quién llevaba un sacrificio por alguna embarrada y podría servir para una serie de comidillas... En cambio, así se guardaba la dignidad de la persona. El Talmud dice que el que hace empalidecer a una persona al dejarla en vergüenza es como si derramara sangre. Y decíamos anoche que no faltan las personas que cuentan de una fiesta fabulosa que dieron a personas que nunca podrán hacer una fiesta así; o de un viaje espectacular, con las ganas de que el otro, que nunca podrá hacer ese viaje, muera de envidia. Y eso encaja tambien muy bien con lo dice la Haftará de hoy y que le dije al Bar Mitzvá: "No se gloríe el sabio de su sabiduría, ni se gloríe el fuerte de su fuerza, ni se gloríe el rico de su riqueza". A veces el saber, la fuerza de la juventud o la riqueza, nos dan un poder sobre otros que nos puede llevar a la soberbia y a hacerlos sentir denigrados en su dignidad. Por eso era importante que en el Templo también hubiera una manera de poder venir a hacer un sacrificio -lo cual se hacía después de que la persona hubiera reparado el daño y hubiera pedido perdón- y mantener su dignidad.

Rab. Marcelo Kormis - En el periodo del Templo no existía la teshuvá como la conocemos hoy, sino que después de reparar el daño hecho se llevaba un animalito al Templo, lo que conllevaba también una carga económica importante, y el Cohen le imponía las manos a nombre de la transgresión hecha por él, o por el pueblo o por una persona.

Felipe Aguirre - Respecto del perdón y la teshuvá, yo quería preguntar qué pasa cuando una persona no está dispuesta a perdonar al que le ha hecho un daño grande.

Rab. Marcelo Kormis - En el judaísmo tenemos Yom Kippur para aclarar todas nuestras transgresiones contra D's, pero los pecados entre un hombre y otro hay que aclararlos y perdonarlos antes de eso. Ahora, si yo hice algo grave contra Jaime y voy y le pido perdón, y me dice "no"; voy por segunda vez y me dice "no", y voy por tercera vez y me dice "no", entonces estoy libre de culpa y la persona que pasa a ser la transgresora es la que no perdona.

Yael Waingortin - ¿De qué le sirve a esa persona no perdonar? El que no otorga el perdón se queda con todo el odio y eso hace daño; en cambio el perdón es sanador y es lo que permite crecer.

Rubén Preiss - Tenemos varias instancias en que podemos pedir perdón además de Yom Kippur, como en el Tajanún y en la Amidá de todos los días en que también decimos "Al jet". Pero al margen de eso, el perdón tiene una capacidad de reparación social, y por eso quería recordar el viaje de esta semana a Israel de la Canciller alemana Angela Merkel.

Rab. Eduardo Waingortin - Angela Merkel agradeció que la dejaran hablar en el Knesset y hacerlo en alemán. Hubo gente que se paró y se fue, igualmente, donde se ve que es gente no preparada para el perdón, pero fue un momento importante. En todo caso, al pueblo de Israel le han pasado tantas cosas, pero el perdón también tiene que ver con el tiempo. Tal vez todavía dudamos antes de comprarnos un auto alemán. Pero si pensamos en la Inquisición, eso no nos limita para ir a España, y de hecho muchas veces camino a Israel pasamos por Madrid, porque Iberia siempre tiene los pasajes más baratos... Tal vez eso también pasará con Alemania, pero tendrán que pasar muchos más años desde el fin de la guerra...

Yael Waingortin - El tiempo es un agente sanador. Por eso, por ejemplo, es complicado cuando la herida es muy reciente y llega Iom Kipur, y uno no está preparado para elaborar el perdón. A mí me pasó una vez que alguien me hirió mucho dos meses antes de Iom Kipur, y tuve que dejar ese tema en stand by para seguir elaborándolo durante el año, y recién al siguiente Iom Kipur pude perdonar...

Rab. Marcelo Kormis - Yo quería recordar con ustedes lo que escribí en el comentario de esta semana, acerca del fuego y la luz que emana de él. Esto está tomado del Rabino Pinjas Peli. Según la tradición judía, la luz es una creación divina, mientras que el fuego es obra de los hombres. Esto está también en los mitos de muchas culturas: el fuego estaba en el cielo y pertenecía a los dioses, pero el hombre lo roba o lo crea o lo adquiere y aprende a usarlo para sus fines. La tradición judía dice que fuego lo creó Adam al final de primer shabat. La tarde se fue haciendo más y más oscura y Adam tuvo miedo. Entonces D's le dijo que tomara dos piedras y las frotara para crear el fuego. Y por eso en nuestra Havdalá también bendecimos a D's por ser "boré meoré ha esh", creador y dador del fuego. Otra cosa es que el fuego se puede multiplicar sin que pierda nada de su esencia. Cuando encendemos un fósforo a partir de una vela, el fuego nuevo es igual al que le dio origen. El gran desafío que tenemos es de mantener el fuego, para que siempre podamos dar luz al mundo con él.




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Haftará (Jeremías 7:21 - 8:3; 9:22 - 9:23)
7:21 Así dice el Eterno de las huestes, Dios de Israel: ¡Añadid vuestros holocaustos (ya que no son de mi agrado) a vuestros sacrificios, y comed la carne!
Koh amar Adonay Tseva'ot Elohey Yisra'el oloteychem sfu al-zivcheychem ve'ichlu vasar.
7:22 Pues nada hablé a vuestros padres ni les ordené en el día en que los saqué de la tierra de Egipto, relativo a holocaustos y sacrificios.
Ki lo-dibarti et-avoteychem velo tsivitim beyom hotsi'i otam me'erets Mitsrayim al-divrey olah vazavach.
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9:22 Así dice el Eterno: No se gloríe el sabio de su sabiduría, ni se gloríe el fuerte de su fuerza, ni se gloríe el rico de su riqueza;
Koh amar Adonay al-yithalel chacham bechochmato ve'al-yithalel hagibor bigevurato al-yithalel ashir be'oshro.
9:23 mas el que se gloria, gloríese de esto: en que me entiende y me conoce a Mí, que Yo soy el Eterno que hago misericordia, juicio y justicia en la tierra, porque en estas cosas me complazco, dice el Eterno.
Ki im-bezot yithalel hamithalel haskel veyadoa oti ki ani Adonay oseh chesed mishpat utsedakah ba'arets ki-ve'eleh chafatsti ne'um-Adonay.
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El texto completo de la parashá lo pueden encontrar en: Navegando la Biblia II, pinchar en Torah y Haftarot.

domingo, 16 de marzo de 2008

Vayikra Shabat Zajor

1:1 Y llamó (el Eterno) a Moisés, y le habló el Eterno desde la tienda de asignación, diciendo:
Vayikra el-Moshe vayedaber Adonay elav me'Ohel Mo'ed lemor.
1:2 Habla a los hijos de Israel y les dirás: Cuando alguno de vosotros ofreciere un sacrificio al Eterno de cuadrúpedo, del ganado mayor y del ganado menor ofreceréis vuestro sacrificio.
Daber el-beney Yisra'el ve'amarta alehem adam ki-yakriv mikem korban l'Adonay min-habehemah min-habakar umin-hatson takrivu et-korbanchem.
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Comentario

Rab. Eduardo Waingortin - Como ya comentamos la semana pasada, esta parashá parte después de que la nube se había posado en el Mishkán y Moshé no podía entrar. Por eso, ahora D's llama a Moshé. Pero si se fijan, hay dos verbos en el primer pasuk que parecen ser contradictorios: "y llamó", y después, "habló". Es como que D's primero le dijera fuerte, "Moshé, vení"... claro, porque Moshé es argentino (risas), y después siguiera la conversación, tipo, "Mirá, Moshé...", en un tono más íntimo. Este comentario está tomado del libro de Gachi, y ella lo puede explicar mejor. Con ustedes, Gachi.

Gachi Waingortin - Tampoco es mío, sino de una rabina que escribió esto en un artículo del JTS. Ella habla de los "espacios de santuario", donde hay silencio, y de "fuera del santuario", donde hay ruido y no podemos oir a D's. D's siempre nos llama y nos habla. Y si estamos en medio del mundo, a veces D's tiene que llamarnos fuerte, como aquí a Moshé. El tema es si sabemos escucharlo y hacer silencio en nuestras vidas. Si tenemos espacios y momentos de silencio, como shabat, por ejemplo, donde podemos escuchar mejor a D's.

Rab. Eduardo Waingortin - El otro comentario, que fue el que desarrollé en la prédica de anoche, se basa en que la palabra "vayikrá" en la Torá tiene una letra alef más pequeñita. De esa forma, si uno lo lee rápido, puede leer "vayaker", que significa "se encontraron casualmente". Cuando D's le dictaba la Torá a Moshé, le dijo que escribiera "vayikrá", y en su humildad, Moshé le contestó: "¿Cómo puedo poner que Tú me llamabas a mí?". Pero D's insistía. Entonces Moshé, en una pillería, coloca la alef pequeña para que parezca que se encontraron casualmente con D's, y no que fue llamado especialmente. Es un comentario muy bonito, que resalta el valor de la humildad como punto de partida para este libro, en que también está el pasuk central de la Torá, "Ama a tu prójimo como a tí mismo". Sin humildad, ¡ni siquiera habría prójimo!, porque entonces uno se siente el centro del mundo. La humildad es indispensable para poder tener una relación con los demás y con D's.

Rab. Marcelo Kormis - En la prédica que tuvimos en el Shabat Young de anoche hablamos de los sacrificios y de los distintos tipos de sacrificios. Esta idea está basada en el libro de Gachi y en algunas cosas que estudiamos con el rabino Eduardo. En primer lugar, vimos que D's no necesita los sacrificios, sino que eran una necesidad del hombre. Los sacrificios era la forma que los egipcios y otros pueblos se comunicaban con sus dioses, y eso lo habían visto los israelitas. Si D's les hubiera prohibido totalmente hacer sacrificios, el pueblo se habría rebelado, porque era la única forma que conocían para relacionarse con lo divino. Siguiendo lo que dice Maimónides, dentro del afán educativo de D's, les permitió hacer sacrificios, pero a un solo D's.

Yael Waingortin - Y les prohibe sacrificar personas, como se hacía a Moloch, al que se le sacrificaban niños.

Rab. Marcelo Kormis - Así es. Luego, se dice que no se pueden hacer en cualquier lugar, sino en un lugar centralizado, lo que después, según Maimónides, permitirá "erradicar" los sacrificios mucho más fácilmente y dejarlos de lado. En el desierto, los sacrificios se hacían en el mishkán, y luego se hicieron en el Templo de Jerusalén.

Rab. Eduardo Waingortin - Todos los pueblos tenían lugares sagrados, ya fuera un árbol especial o un monte alto. En el caso de Jerusalén, el monte del Templo no es el lugar más alto de la ciudad, sino su punto central, y eso habla de la centralidad que tiene el culto y los sacrificios en la vida de los judíos. Sin embargo, en el momento en que resultó destruido el segundo Templo, no dolió tanto dejar de lado los sacrificios porque ya existían las sinagogas, donde se rezaba a las horas de los sacrificios, tal como hacemos hoy.

Rubén Preiss - Quiero decir algo muy breve. Respecto de "sacar" los sacrificios de la vida judía, incluso los grupos más ortodoxos están renunciando a la idea de que en el templo se vuelvan a hacer los sacrificios de animales. Incluso vi en el siddur de Jabad que cortan, de la plegaria por la reconstrucción del Templo, la parte que dice "y allí sacrificarmos como antaño" y fue algo que me sorprendió mucho.

Rab. Marcelo Kormis - Después vimos los tipos de sacrificios y su finalidad. El primero que analizamos de los sacrificios voluntarios es el sacrificio de Olah, que es quemado completamente. ¿A quién le sirve eso, quién obtiene un provecho de ello? Nadie, sino que es para D's. Representaría las mitzvot "bein adam laMakom", entre el Hombre y D´s. Después vimos el sacrificio de Shlamim, donde se comparte entre los sacerdotes, la familia y uno mismo, y eso genera paz. Todos se benefician, y representaría a las mitzvot "bein adam lejaveró" entre el Hombre y su prójimo. Y el de Jatat, que se hace para pedir perdón y requiere una confesión del error y la reparación del daño. Involucra el concepto de teshuvá, y abarca el mejoramiento del ser humano, es decir, la relación con uno mismo. Si hacemos flechas con la dirección que hay entre uno y el que se beneficia del sacrificio, vemos que hay una flecha hacia arriba, hacia D's; otra hacia los demás, hacia el prójimo; y otra hacia uno mismo, y que tiene que ver con aquellas cosas que hacemos para honrarnos y cuidar lo sagrado que D's ha puesto en nosotros. De esta forma, vemos que los sacrificios cumplían un rol importante en cómo había que relacionarse con los demás y con D's y que, si bien la forma ya no la aceptamos, el concepto sigue vigente.

Rubén Preiss - La finalidad de los sacrificios es muy importante. Porque en la Torá también vemos que hubo varios sacrificios que no llevaron a un acercamiento a D's. Veamos el primero que muestra la Torá: el de Caín y Abel, que terminó muy mal, por un tema de celos. Luego viene el sacrificio de Isaac, donde D's detiene a Abraham, ¿y qué hace el Patriarca? Sacrifica un carnero, ¡algo que D's no le había pedido! Por eso es importante que se clarificara la finalidad de los sacrificios.

Javier Pizarro - Yo quisiera rescatar cuál es el hilo conductor de este libro que comenzamos, porque a veces leemos las distintas parashiot como si fueran inconexas entre sí, y es importante entender cuál es la continuidad que encierran. De hecho, en Bereshit vemos que D's busca a un socio, y después de intentarlo con Adam y con Noaj, al fin lo encuentra en Abraham y vemos cómo sigue la historia de los patriarcas, hasta que con Josef llegan a Egipto. En Shmot, el libro anterior al nuestro, vemos el relato de cómo el pueblo sale de Egipto y se va constituyendo en pueblo con una misión en común. Pero después de verlos marchar por el desierto, ahora en Vayikrá se para la historia, y es como si la narración se detuviera hasta el próximo libro, Bemidbar. Pero en realidad ahora tienen que aprender acerca de las herramientas para poder comunicarse con D's antes de poder seguir por el desierto, y que son fundamentales para poder ser un pueblo. Al principio están todas las instrucciones para los cohanim, pero después hay muchas cosas muy importantes para todos, como el "ama a tu prójimo como a tí mismo". Todas estas son herramientas necesarias para la vida y para ser un pueblo.

Gachi Waingortin - Esta semana aprendí algo más sobre el tema de los sacrificios. Es un autor que plantea que otra cosa que sigue actual acerca de este tema es que así como la Torá establece reglas fijas y estrictas para la realización de los korbanot, también para el acercamiento a lo trascendente debemos seguir ciertos parámetros: para hacer un sacrificio hacía falta un lugar específico, el Templo, una persona específica (el cohen) y una herramienta específica (el animal para sacrificar). De la misma manera, para rezar necesitamos un lugar apropiado (la sinagoga, u otro ambiente especial). Y para encontrar trascendencia en nuestra vida necesitamos hacernos de un espacio que favorezca la

Alfredo Rafael - Para finalizar, yo quería recordar lo que dice la Haftará acerca de los sacrificios: "Y respondió Samuel: ¿Acaso tiene el Eterno tanta complacencia en holocaustos y sacrificios como en que se obedezca su voz? He aquí que obedecer es mejor que ofrecer sacrificios, y escucharle, mejor que el sebo de los carneros". Creo que con eso se puede dar por cerrado el tema de los sacrificios...
...
Haftará Shabat Zajor (Samuel 1 15:1 - 15:34)
15:1 Y dijo Samuel a Saúl: Es a mí a quien el Eterno envió para ungirte rey sobre su pueblo, sobre Israel; ahora pues, escucha la voz de las palabras del Eterno.
Vayomer Shmu'el el-Sha'ul oti shalach Adonay limshachacha lemelech al-amo al-Yisra'el ve'atah shma lekol divrey Adonay.
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15:22 Y respondió Samuel: ¿Acaso tiene el Eterno tanta complacencia en holocaustos y sacrificios como en que se obedezca su voz? He aquí que obedecer es mejor que ofrecer sacrificios, y escucharle, mejor que el sebo de los carneros.
Vayomer Shmu'el hachefets l'Adonay be'olot uzvachim kishmoa bekol Adonay hineh shemoa mizevach tov lehakshiv mechelev eylim.
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El texto completo de la parashá lo pueden encontrar en: Navegando la Biblia II, pinchar en Torah y Haftarot.

domingo, 9 de marzo de 2008

Pekudé Shabat Shekalim

38:21 Estas son las cuentas (de las cosas) del Tabernáculo, del Tabernáculo del Testimonio, que fueron enumeradas por orden de Moisés para el servicio de los levitas, bajo la dirección de Itamar, hijo de Aarón, el (sumo) sacerdote.
Eleh fekudey haMishkan Mishkan ha'edut asher pukad al-pi Moshe avodat haLevi'im beyad Itamar ben-Aharon hakohen.
38:22 Y Betzalel, hijo de Urí, hijo de Jur, de la tribu de Judá, hizo todo cuanto el Eterno había ordenado a Moisés.
UVetsal'el ben-Uri ven-Chur lemateh Yehudah asah et-kol-asher tsivah Adonay et-Moshe.
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Comentario

Rab Eduardo Waingortin – En esta parashá vemos, como decía en la prédica de anoche, que la nube es la que va guiando al pueblo a través del desierto. Pero veamos, antes de que tuvieran el Mishkán, ¿qué podría haber sido el centro del pueblo?.

Boris Stier- Las tablas de la ley.

Isabel Mardones – Moshé.

Héctor Goldfarb - Los huesos de José.

Rab. Eduardo Waingortin – Es interesante lo de los huesos de José, como link con el pasado. Ahora ese rol lo tendrá el Mishkán. La construcción del Mishkan deja en claro que el centro del pueblo no es Moshé ni ningún ser humano, por más líder que sea, sino D's.

En este caso vemos que la nube, al término de la parashá y de la construcción del Mishkán, se posa allí y Moshé no puede entrar. Tal vez es como el sino de Moshé, que tampoco puede entrar a la tierra de Israel. ¿En qué les hace pensar?

Javier Pizarro – Yo quería recoger algo que mencionaba el Rab Eduardo anoche, y es que la nube los llevaba por lugares agradables y no agradables, y es porque D’s tenía una finalidad educativa. Y eso se ve también cuando analizamos la finalidad de cada uno de los sifrei Torá. Al final de Shmot vemos que el pueblo realmente se ha congregado como tal, alrededor de una tarea común, que logran finalizar. Me gustaría que leyéramos el final de esta parashá y el comienzo de Vayikrá. Ahí vemos que la nube se posa sobre el Mishkán y que Moshé no puede entrar. Pero en Vayikrá, D’s llama a Moshé y sí puede entrar. En realidad, cuando un tiempo atrás Moshé sube por primera vez al Har Sinai, está escrito en la Torá con exactamente las mismas palabras. Primero la nube se posa sobre el Har Sinai, y luego D’s llama a Moshé y lo hace subir. Lo que habría que preguntarse es porqué los sabios dividieron así los libros de la Torá, y no hacen terminar el libro de Shmot con que Moshé puede entrar en el Mishkán. Yo creo que tiene que ver con esta finalidad educativa. Moshé podría sentirse muy poderoso porque ahora se ha completado el Mishkán, pero no puede entrar. Es una forma de D’s para poner al hombre en su lugar.

Rab Marcelo Kormis – A eso yo quería agregar algo que puse en el comentario de esta semana en la Palabra Israelita, basado en algo que dice el rabino Gustavo Suraszki, y es que el Mishkán es sólo para D’s. Si ustedes se fijan, en el Mishkán sólo hay objetos para culto, pero no hay sillas ni nada que permita que mucha gente se congregue ahí por un largo rato. En cambio, la sinagoga es para el hombre, es un lugar de reunión donde el hombre puede compartir con otros y comunicarse con D’s.

Gabriela Clivio – A mí me llamó la atención eso de que el Mishkán se completó en 9 meses, y estaba recordando el comentario de Natan de hace un par de semanas, donde hablaba de una embarazada. Me es significativo esto de los 9 meses como si fuera necesario un proceso para poder acercarse a D’s.

Rab. Eduardo Waingortin – Es un símbolo poderoso, y tal vez una lectura desde la Cábala enfatizaría más ese elemento.

Héctor Goldfarb – Yo quería retomar algo que decía Javi sobre la finalidad educativa. En esta parashá vemos que varias veces se repite que se hizo de acuerdo a lo que D’s dijo a Moshé. ¿Cuántas veces aparece esta frase? 18, y como recordamos, 18 es Jai, “vida”. Otra cosa notable es que si sumamos las letras de los 18 psukim, la suma da 248, que es el número de mitzvot positivas. Esto nos indica que D’s quiere que hagamos Su voluntad para tener vida.

Rab. Eduardo Waingortin - Muy bonito. Nuestro Gabai se está poniendo muy guemátrico… pero es una bonita enseñanza. Otro elemento que destaca la parashá de esta semana es el efod, el pectoral del Cohen Gadol, que tenía doce piedras y simbolizaban a las 12 tribus de Israel. Pero también tenía dos placas en los hombros, con seis piedras cada una, que también suman 12, y todo esto muy bien atado entre sí. Este comentario lo tomé del Rabino Bulka de su libro “More Torah Therapy”, y después yo tengo algo más para agregar. El Rabino Bulka dice que el peso del efod era para que sintiera el peso de su responsabilidad, y también el hecho de que tuviera estas amarras era para que no se “desarmara” el Cohen durante el servicio del Templo. De esto se aprende que tenía que estar impecable y que lo mismo rige para nosotros: todos los que estamos en una posición de dirigir o de autoridad, debemos cuidar de estar impecables. Pero a mí me parece que esto va más allá: aparte de lo que significa sentir la responsabilidad sobre nuestros hombros, estas amarras apuntan a que debe haber correspondencia entre lo de adentro y lo de afuera. Es algo de lo que Dany Fainstein llamaba “el marranismo al revés” y que Héctor desarrolló en un artículo muy bonito: hoy es muy común que los judíos se sientan muy orgullosos de ser judíos y lo muestran hacia fuera, pero por dentro no respetan muchas cosas y eso los hace inconsecuentes. Es como los judíos de Lanús, donde yo crecí, que para la Guerra de los Seis Días se preciaban de ser judíos y de jugarse por el estado de Israel, pero después no hacían nada, no participaban en nada judío y no hacían nada que los distinguiera como tales.

Yael Waingortin – Con mi curso hicimos un ejercicio. La primera pregunta era “qué tan judío te sientes”, y todos estaban de acuerdo en que se sentían muy bien, que eran plenamente judíos y no tenían miedo de mostrarlo. Pero después la pregunta siguiente era: “si estuvieras en un reality show, donde no tuvieras ningún signo externo que te mostrara como judío y una cámara te sigue las 24 horas, ¿por qué cosa o en qué momento se notaría que eres judío? ¿En qué haces algo especial, o qué comes distinto?”. Y ahí varios quedaron perplejos, porque decían, “en realidad como igual que los demás”, etc. Fue un ejercicio interesante, porque tomaron conciencia de que no basta con decir que se es judío.


Bruno Conforti - A mí me llamó la atención que cuando D's da la orden de construir el Mishkán, detalla todo lo que hay que hacer y al final habla del Shabat. En cambio, Moshé habla primero del Shabat y luego de los detalles de la construcción, para enfatizar que lo espiritual es lo más importante, por sobre lo material.


Héctor Goldfarb - Yo quería que revisáramos la Haftará, donde el elemento en común con esta parashá es la cuenta pública, pero donde por primera vez se exige rendir cuentas que sean públicas para demostrar que los dineros se dedican a lo que realmente corresponde. Lo que no deja de ser un elemento actual...


Gachi Waingortin - La Haftará realmente me hizo recordar Argentina, donde los dineros se recaudan, pero no se hacen las reparaciones necesarias... (risas). Lo interesante es que la Torá no sólo nos pone el ejemplo positivo de la parashá, donde todo cuadra y la gestión es transparente, sino también el caso de la Haftará, donde las cuentas no calzan y finalmente se decide que los dineros no serán entregados a los sacerdotes sino directamente a los albañiles, para que las reparaciones sí se hagan como corresponde.


Gabriela Clivio - Estaba leyendo que incluso la familia que en el templo tenía a su cargo hacer el incienso, tenía prohibido usar perfume, para que nadie fuera siquiera a dudar que sacaban especias del incienso para su uso personal.


Rab. Eduardo Waingortin - Exacto. La idea es que hubiera transparencia y evitar así la corrupción. La Torá nunca pierde vigencia...



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40:34 Y cubrió la nube la tienda de asignación, y la gloria del Eterno llenó el Tabernáculo.
Vayechas he'anan et-Ohel Mo'ed uchevod Adonay male et-haMishkan.
40:35 Y no pudo Moisés entrar en la tienda de asignación, porque la nube posaba sobre ésta y la gloria del Eterno llenaba el Tabernáculo.
Velo-yachol Moshe lavo el-Ohel Mo'ed ki-shachan alav he'anan uchevod Adonay male et-haMishkan.
40:36 Y cuando se alzaba la nube de encima del Tabernáculo, los hijos de Israel partían en todas sus jornadas.
Uvehe'alot he'anan me'al haMishkan yis'u beney Yisra'el bechol mas'eyhem.
40:37 Pero si no se alzaba la nube, entonces no se movían hasta el día en que ella se alzaba.
Ve'im-lo ye'aleh he'anan velo yis'u ad-yom he'aloto.
40:38 Porque la nube del Eterno permanecía sobre el Tabernáculo de día, y de noche había fuego en él, a los ojos de toda la casa de Israel, en todas sus jornadas.
Ki anan Adonay al-haMishkan yomam ve'esh tihyeh laylah bo le'eyney chol-beyt-Yisra'el bechol-mas'eyhem.
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Haftará Shabat Shekalim (Reyes 2 11:17 - 11:20; 12:1 - 12:17)
12:8 Entonces el rey Jehoash llamó al (sumo) sacerdote Jehoyadá y a los demás sacerdotes y les dijo: ¿Por qué no reparáis los desperfectos de la Casa? Ahora pues, no recibáis más dinero de vuestros conocidos, sino entregadlo para la reparación de los desperfectos de la Casa.
Vayikra hamelech Yeho'ash li-Yehoyada hakohen velakohanim vayomer alehem madua eynchem mechazkim et-bedek habayit ve'atah al-tikchu-chesef me'et makareychem ki-levedek habayit titnuhu.
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El texto completo de la parashá lo pueden encontrar en: Navegando la Biblia II, pinchar en Torah.

domingo, 2 de marzo de 2008

Vayakel

35:1 Y Moisés reunió a toda la congregación de los hijos de Israel y les dijo: Estas son las cosas que el Eterno ordenó hacer:
Vayakhel Moshe et-kol-adat beney-Yisra'el vayomer alehem eleh hadevarim asher-tsivah Adonay la'asot otam.
35:2 seis días se hará trabajo, mas el día séptimo será para vosotros santo, sábado de descanso en honor del Eterno; todo aquél que hiciere en él obra alguna, será muerto.
Sheshet yamim te'aseh melachah uvayom hashvi'i yihyeh lachem kodesh Shabat Shabaton l'Adonay kol-ha'oseh vo melachah yumat.
35:3 No encenderéis fuego en todas vuestras moradas en el día del sábado.
Lo-teva'aru esh bechol moshvoteychem beyom haShabat.
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Comentario

Rab. Marcelo Kormis - La parashá de esta semana se llama Vayakel, y comparte la misma raíz con "kehilá", congregación. Es decir, aquí vemos que se reúne a toda la congregación, pero veamos con qué lógica. Para eso tenemos que volver a la parashá anterior, al primer pasuk del cap. 32, donde dice que "se reunió toda la congregación sobre Aaron", "vaikahel ha'am al Aron". ¿En qué circunstancia es esto? Es cuando quieren construir el becerro de oro, y el midrash dice a partir de este "sobre Aaron" que fue un grupo que lanzó con violencia sobre Aaron, y que también estaba ahí Jur, el abuelo de Betzalel, a quien pasaron por encima y mataron de esa forma. Por eso se enfatiza que Betzalel no sólo es hijo de Uri, sino también nieto de Jur. Recordemos ahora el momento en que comienza nuestra parashá de esta semana. El 17 de Tamuz Moshé rompe las primeras tablas, luego vuelve a subir al monte Sinaí por 40 días y baja con las segundas tablas en Yom Kippur. Ahora es el día siguiente, el 11 de Tishrei. Es decir, esta es una kapará por el becerro de oro.

Isabel Mardones - Ambas reuniones, por el becerro de oro y ahora, tienen en común el hecho de traer oro, pero la diferencia radica en que ahora es una ofrenda de corazón.

Javier Pizarro - Hay una diferencia entre "Vayakel", que es una forma activa del verbo, y "vaikahel", que es pasiva, según comenta Rashi, para indicar que ahora hay una intención distinta y realmente es de voluntad.

Rab. Marcelo Kormis - Luego la parashá nos habla del shabat y los sabios nos dicen que esto de ser muerto por no respetarlo en realidad se refiere a una muerte espiritual. Es decir, no tener profundidad en la vida. Otra explicación dice que es una muerte económica, por todos los korbanot - sacrificios que debía traer el que viola Shabat. Ahora analicemos: ¿por qué parte el texto recordando al shabat?

Alfredo Rafael - Porque existe una correspondencia entre la creación del mundo en Bereshit y la forma en que se debe construir el mishkán en el desierto. Por eso, así como en Bereshit concluye la creación con el shabat, acá también debe ser mencionado.

Dana Kaufmann - Para que no olviden que el trabajo no es más importante que el shabat, por más que el trabajo sea para una tarea sagrada como es la construcción del mishkán.

Rab. Marcelo Kormis - Lo que nos trae Dana es el comentario clásico, y justamente de este texto se extraen las 39 melajot de shabat, las 39 tareas que no se deben realizar en shabat. Además acá se enfatiza que no se hará fuego en tus moradas, porque en el templo sí se hacía fuego para los sacrificios; pero en las casas no.

Gerald Sommerfeld - Esto de abstenerse de hacer fuego también implica no dejarse llevar por el ego en el shabat. Es un día en que se dejan de hacer las cosas creativas que nos hacen sentir dueños del mundo, porque el fuego simboliza eso. Es un espacio para dejar de sentirnos dioses.

Rab. Marcelo Kormis - Gerald nos trae algo muy interesante, y que está ligado a los mitos de muchas culturas, del fuego como regalo de los dioses, como se da en el mito griego de Prometeo.

Rubén Preiss - En realidad, el shabat es una prueba de fe. Es sentir que a pesar de que yo no haga nada, el mundo sigue existiendo.

Héctor Goldfarb - Esto de no hacer fuego en tus moradas también se refiere a que en shabat no deben encenderse los fuegos internos de la rabia y la ira y evitar las peleas.

Dana Kaufmann - Tal vez se menciona justamente por eso, para recordarles que no deben encender fuegos internos cuando inician este trabajo en equipo para construir el mishkán.

Isabel Mardones - Nejama Leibovitz trae una explicación sumamente compleja de por qué se menciona el shabat ahora, y para ello se basa en Heschel, quien habla del shabat como un palacio en el tiempo. Señala que en las culturas primitivas los hombres tenían objetos sagrados para venerar: un árbol, una estela, etc. En cambio, el judaísmo inmediatamente entra en una esfera distinta cuando al finalizar la creación del mundo D's crea el shabat y santifica el tiempo. Y es necesario recordarlo ahora, porque con el becerro de oro el pueblo había retrocedido en su evolución al venerar un objeto, y ahora se están preparando para construir un espacio sagrado, el mishkán. Y en ese contexto es importante recordar la santificación del tiempo, que está por sobre el espacio.

Gerald Sommerfeld - También resulta importante el uso de los colores en las cortinas del mishkán. Según el Zohar, el azul representa el cielo y lo espiritual, y el rojo o carmesí representa la tierra y lo material. El hombre debe ser como las argollas que unen las cortinas de distinto color, y que unen el cielo y la tierra en equilibrio. Y el shabat es para eso: para lograr el equlibrio entre lo espiritual y lo material.

Rubén Preiss - Tal vez "shabat" significa justamente "shamaim v'aretz", cielo y tierra. Y la taf puede ser Tora. Se juntan el cielo y la tierra a través del estudio de la Tora en Shabat.

Rab. Marcelo Kormis - Muy bonito. Miren qué increíble cantidad de ideas logramos sacar de unos pocos psukim! Pero ahora quisiera que revisemos lo relativo a Betzalel. Como ustedes recuerdan, Betzalel es de la tribu de Judá, la más grande, poderosa y rica, mientras que Oholiav es de la tribu de Dan, la mas pequeña... Esto es para enfatizar que el mishkán es para todos. Pero, ¿por qué fue elegido Betzalel y no otro? Anoche en la prédica veíamos que Betzalel había sido dotado de jojmá, tevuná o biná y da'at. Jabad Lubavitch se basa en esto, "Jabad" es una abreviación de estas tres características que se buscan desarrollar en el hombre. Son tres términos difíciles de traducir, sobre todo el tercero. A ver Javi, ¿cómo lo explica Rashi?

Javier Pizarro - Rashi dice que Jojmá es lo que hemos aprendido de otros, Biná es la facultad de comprender cosas por uno mismo en base a lo que hemos aprendido y que da'at es "inspiración divina".

Rab. Marcelo Kormis - Decíamos anoche que esto no es porque un rayo del cielo le trajo la inspiración, sino más bien, que Betzalel se inspiraba en D's y por eso es el elegido. Revisemos las características de Betzalel: Hojmá se define como "aprender de otro"; biná es "aprender intelectualmente", es decir, por inferencia, y da'at es "inspiración divina".

Rubén Preiss - "Biná" es "intuición", más bien.

Isabel Mardones - Nejama Leibovitz trae respecto de la elección de Betzalel otra cosa más: Betzalel es en sí mismo un milagro. Si pensamos que este pueblo era un grupo de esclavos, que solamente había trabajado haciendo argamasa y ladrillos, ¿de dónde había uno de ellos que dominaba el arte de trabajar el oro, la plata y el cobre? Es un milagro, y por eso es el elegido.

Javier Pizarro - Para terminar, quería recordar que el mishkán es una kapará por el becerro de oro y completa el mensaje de Shmot, donde vemos al comienzo del libro que de un grupo de esclavos al final del libro realmente se ha convertido en un pueblo con una misión común. También quería enfatizar que el hecho de que construyan el mishkán de corazón es lo que hará que D's resida entre ellos. Y finalmente, como vemos que Moisés pide ver la gloria de D's y D's sólo le muestra su espalda, tal vez en el mishkán la mesa con los panes de ofrenda representa la boca de D's y la menorá, sus ojos.
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35:5 Tomad de vosotros una ofrenda separada para el Eterno; todo donador de corazón traerá la ofrenda separada para el Eterno: oro y plata y cobre,
Kechu me'itchem trumah l'Adonay kol nediv libo yevi'eha et trumat Adonay zahav vachesef unchoshet.
35:6 y tejido de lana azul celeste y púrpura y carmesí, y lino, y pelo de cabra;
Utechelet ve'argaman vetola'at shani veshesh ve'izim.
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35:21 Y vino toda persona a quien su corazón le impulsó, y todo aquél cuyo espíritu le movió a generosidad, trayendo la ofrenda del Eterno para la obra de la tienda de asignación y para todo su servicio, y para las vestiduras de santidad.
Vayavo'u kol-ish asher nesa'o libo vechol asher nadvah rucho oto hevi'u et-trumat Adonay limelechet Ohel Mo'ed ulechol-avodato ulevigdey hakodesh.
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35:30 Y dijo Moisés a los hijos de Israel: Ved que el Eterno ha llamado por su nombre a Betzalel, hijo de Urí, hijo de Jur, de la tribu de Judá,
Vayomer Moshe el-beney Yisra'el re'u kara Adonay beshem Betsal'el ben-Uri ven-Chur lemateh Yehudah.
35:31 y le ha llenado del espíritu de Dios en lo relativo a sabiduría e inteligencia y ciencia, y para toda obra;
Vayemale oto ruach Elohim bechochmah bitvunah uveda'at uvechol-melachah.
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El texto completo de la parashá lo pueden encontrar en: Navegando la Biblia II, pinchar en Torah.