sábado, 23 de junio de 2007

Jukat

19:1 Y habló el Eterno a Moisés y a Aarón:
Vayedaber Adonay el-Moshe ve'el-Aharon lemor.
19:2 Este es el estatuto de la ley que ha prescrito el Eterno, diciendo: Di a los hijos de Israel que tomen en tu nombre una vaca perfectamente bermeja, que no tenga defecto, sobre la cual nunca se haya puesto yugo;
Zot chukat hatorah asher-tsivah Adonay lemor daber el-beney Yisra'el veyikchu eleycha parah adumah tmimah asher eyn-bah mum asher lo-alah aleyha ol.

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Comentario

Rab. Eduardo Waingortin - Este precepto de la vaca roja es uno de los más misteriosos de la Torá. Lo que yo decía en mi prédica de anoche es que una vaca roja perfecta es escasa y lo más probable es que no haya existido nunca, y pretender que uno puede ser salvado y purificado por algo así es casi un rito de magia. Por lo tanto, no debemos esperar una purificación mágica, sino que debemos enfrentar los problemas y asumir nuestras propias responsabilidades.
¿Qué diferencia hay entre Jukat y Mishpat? Hay preceptos de la Torá que no se pueden entender por la lógica y por lo tanto son "Jok", como no comer cerdo ni mariscos, como decía el Bar Mitzva. En cambio hay otros preceptos que sí tienen lógica, porque contribuyen a la convivencia social, como no robar y honrar a padre y madre; esos preceptos son "Mishpatim".
Nuestro sabios discuten acerca de la vaca roja y al parecer no existió nunca. Como dice Rabi Akiva y su gente, es un "Jok" que no puede entenderse y por tanto es un beso divino, algo mandado por D's pero que no podemos comprender.
Otros sabios dicen que sí existió, pero como una rareza. Hay un midrash muy bonito al respecto. Gachi, cuéntalo por favor.

Gachi Waingortin - El midrash dice que buscando una de las piedras del efod del cohen gadol, que era muy escasa, llegaron donde un no-judío que posee una en su casa. El hombre los atiende y les dice que no puede dárselas, porque está guardada y la llave está bajo la almohada de su padre que duerme. Le duplican el precio y contesta lo mismo; le triplican el precio, y la misma respuesta. Pensaban que el hombre decía esto por negociar, pero no era así. Cuando despierta el padre, el hombre está dispuesto a venderles la piedra al primer precio que mencionaron. Y el midrash dice que porque el vendedor honró a su padre, como premio nació una vaca roja en su rebaño.

Luis Yacher - Pero Eduardo, todo es un misterio en la Torá. Si lo entendiéramos todo, no estaríamos miles de años estudiando la Torá, y la vaca roja es algo más misterioso dentro de lo misterioso.

Rab. Eduardo Waingortin - Es verdad lo que dice Lucho. La vaca roja, junto a sha'atnez -no mezclar lana y lino- son las cosas más incomprensibles de la Torá.

Javier Pizarro - Rashi comenta que en la segunda mishná de Masejet Pará, dice que la vaca puede llegar a tener hasta dos pelos de otro color.

Gachi Waingortin - ¡Gracias Javi! ¡Qué alivio! (risas).

Rab. Eduardo Waingortin - Hay otra visión de la vaca roja, que viene de la psicología y que se relaciona con el episodio de las serpientes, que también figura en esta parashá. Lo extraño es que para curarse de la mordedura de una serpiente, hay que mirar a otra serpiente colocada sobre un palo. Algunos dirán que es para los que buscan curarse eleven la mirada al cielo y pidan a D's por su sanación, no a la serpiente. Pero también es mirar el propio mal a los ojos. Es como una autovacuna para poder sanar al enfrentar los propios problemas.

Sarita Schuhfeld - Es como una medicina aleopática, y eso conlleva la autopurificación. Cada uno debe encontrar la forma de limpiarse y no esperar que la vaca roja lo haga.

Isabel Mardones - Andrés y yo nos estábamos acordando de un cuentito del rabino Feldman, sobre un rebbe jasídico que se construye una casa en lo más profundo del bosque para que no lleguen a molestarlo los "dybukim" (malos espíritus). Una vez que la casa está terminada, con todo el sigilo de su ubicación, el rebbe entra ¡y está lleno de "dybukim"! El rebbe los comienza a enfrentar uno a uno, los mira a los ojos, y ¡puff!, desaparecen. Hasta que queda el último: el más grande, gordo, feo y peludo. ¿Y que hace el rebbe? Le abre la boca y se mete dentro, y ¡puff!, desaparece el dybuk.

Rab. Eduardo Waingortin - Muy bonito. Y hay una tercera mirada, que es la que explicó Marcelo al Bar Mitzva en sus Tefillin: siempre habrá cosas comprensibles e incomprensibles en la vida. Y a las cosas que nos parecen correctas, sean explicables o no, debemos adherir a ellas.

Héctor Goldfarb - Al parecer la vaca roja era para purificarse de la cercanía a la muerte que generaba impureza del alma, porque el texto dice "tuma nefesh".

Francine - Lo que no entiendo es que se habla de la impurificación por tocar un muerto y de la impureza del pueblo, y mete a todos en el mismo saco con los que sienten su alma impura.

Gachi Waingortin - La Torá sólo habla de impurificación por la muerte, por un cadáver o la ausencia de vida. La tradición posteriormente agrega que la muerte física lleva a la impureza del alma. Pero eso no está en la Torá. Es como que A lleva a B y B lleva a C, pero A no es equivalmente a C.

Daniel Brenner - No sé qué tanta vuelta le dan al asunto, si es sólo un rito para purificarse-- no esperando que la vaca te purifique, sino que hay un ritual para que se pueda superar la impureza, uno se sienta distinto y pueda seguir hacia adelante.

Rab. Eduardo Waingortin - Todo el tema de Tumá y Taharat (impureza y purificación) está relacionado con la muerte. Sucede también con la purificación de las mujeres en la mikve para cerrar un periodo y abrirse a otro donde hay nuevas posibilidades de procrear. El agua lustral de la vaca roja tendría un efecto semejante al de la mikve, de cerrar un periodo y abrirse a otro, purificado. No es que el agua de la mikve tenga poderes mágicos, es uno el que se renueva. Y es algo que se da hoy también en el Birkat Hagomel, cuando agradecemos por habernos salvado de una situación difícil. No es un ritual mágico, sino que decirlo en comunidad, donde los demás nos responden, ayuda a comenzar de nuevo.

Gachi Waingortin - Tengo que contradecirme con lo que muchas veces he pensado y dicho. Para mí, la vaca roja nunca existió, y esto parece un ritual mágico, casi como un placebo. Pero tengo que reconocer el poder del ritual, que es una vasija, un contenedor de las emociones. Y en este caso el ritual no es un placebo, sino un acto de fe. Un placebo es el caso del niño que va a la enfermería del colegio porque le duele la guatita y le dan agua con azúcar y se siente mejor. Si el ritual fuera un placebo, venir a la sinagoga sería un placebo y hasta D's podría parecer un placebo. Ya hemos oído eso del "opio de los pueblos" y todo eso. Pero el ritual tiene un gran poder para canalizar una sanación interior. Lo veo cuando acompaño mujeres a la mikve, no sólo a novias y señoras que van mensualmente, sino también a mujeres que van después de un aborto espontáneo o de un divorcio difícil, y quieren cerrar un periodo doloroso y abrirse a otra etapa. Ahí claramente la mikve no es un ritual mágico, sino que más bien ayuda a una sanación interna y personal y es un acto de fe.

Javier Pizarro - Con respecto a lo que dijo el Dani Brenner, me gustaría comentar algo sobre la pureza e impureza desde el punto de vista de la kábala o misticismo judío (de lo que yo no sé practicamente nada pero, creo que ahora sirve un poco para tratar de entender lo inentendible). El hombre está creado a imagen y semejanza de D's, y como he dicho otras veces (basado en el pensamiento del Ramjal, Rabi Moshe Jaim Luzzato, Italia, siglo XVIII), esa imagen y semejanza tiene que ver con la capacidad que D's nos dio de poder ejercer nuestro libre albedrío. Esto implica poder decidir entre el bien y el mal, y de manera libre al igual que el Kadosh Baruju. De esta forma estamos intentando asemejarnos a Él en nuestras conductas. Para eso D's necesitó crear este mundo en equilibrio entre el bien y el mal, de lo contrario sería imposible poder ser libre en la elección, ya que tanto hacia un lado o el otro sería evidente la diferencia, resaltando la bondad sobre el mal, lo que nos quitaría la libertad en la elección. Es así como en nosotros mismos ese equilibrio está presente, siendo la bondad representada por la neshamá, que es pura Luz. Esta Luz es opacada y oscurecida por el Guf, el cuerpo, donde residen todos los instintos. Entonces en el momento de la muerte el alma se libera de este peso que no le permitía elevarse, logrando un salto enorme en su nivel espiritual. Por otro lado, en ese momento el cuerpo pierde ese equilibrio, pierde su alma, pierde su Luz. Por eso es la fuente primaria de la Tumá, de la impureza. Representa la ausencia total de la presencia de D's en nosotros. Sin embargo, Am Israel ha generado una gran cantidad de rituales en torno a la muerte, para poder reconciliarnos con esta dualidad, con esa vasija del alma que queda sola y que ocupó nuestro ser querido. Es así como también todo lo que sea sólo materia o que salga de nuestos cuerpos está tan lleno de Tumá, porque pierde esa parte de contrapeso de Tahará que lo acompañaba (que era el alma) y que se acaban de separar. Por eso debemos hacer netilat yadaim despues de ir al baño, por ejemplo, o las mujeres deben ir a la mikve después de la menstruación o los hombres después de una polución nocturna, etc, etc. Esta es una visión que me parece interesante, dada la dificultad para poder entender el Jok de la Pará adumá. No sé por qué nos hacemos tanto problema con la vaca roja, sobre si existió o no, ¿D's no se supone que es Todopoderoso? ¿Cuál es su problema en hacer vacas rojas, azules o amarillas, o en separar el Iam Suf, o cualquiera de los milagros descritos en la Torá...?


Javier Pizarro - En los primeros versículos, D's habla que D's da el precepto: esto se puede explicar como una lejanía de D's, porque el pueblo estaba al final del camino y D's ya no iba a seguir con ellos como la nube o la columna de fuego. Se va a acabar la luna de miel.

Rab. Eduardo Waingortin - La luna de miel se acaba el miércoles, cuando lleguen los novios... Y debo decir que lo que se siente ante el matrimonio de una hija es un "Jok", es algo inexplicable. Si uno criara a los hijos y se preocupara de ellos hasta que sean autónomos, tendría una cierta lógica. Pero no es así. Uno se sigue preocupando de ellos hasta el fin de sus días. Es como el caso de la señora de mayor edad que me tocó oficiar en un entierro: tenía 103 años y estaba lúcida, y todos los días llamaba a su hija antes que la hija la llamara a ella.

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19:3 y la daréis a Elazar el sacerdote, y éste la sacará fuera del campamento y la degollarán en su presencia.
Unetatem otah el-El'azar hakohen vehotsi otah el-michuts lamachaneh veshachat otah lefanav.
19:4 Y tomará Elazar el sacerdote de la sangre de ella con su dedo índice, y asperjará de esa sangre en dirección a la entrada de la tienda de asignación, siete veces.
Velakach El'azar hakohen midamah be'etsba'o vehizah el-nochach peney ohel-mo'ed midamah sheva pe'amim.
19:5 Y la vaca será quemada ante sus ojos; su cuero y su carne y su sangre, a más de su estiércol, quemarán.
Vesaraf et-haparah le'eynav et-orah ve'et-bsarah ve'et-damah al-pirshah yisrof.
19:6 Y tomará el sacerdote madera de cedro e hisopo y lana carmesí, y los arrojará en medio del fuego en que arde la vaca.
Velakach hakohen ets erez ve'ezov ushni tola'at vehishlich el-toch srefat haparah.
19:7 Y lavará el sacerdote sus vestidos y bañará su cuerpo en agua, y después entrará en el campamento; y el sacerdote quedará impuro hasta la tarde.
Vechibes begadav hakohen verachats bsaro bamayim ve'achar yavo el-hamachaneh vetame hakohen ad-ha'arev.
19:8 Y aquél que la hubiere quemado lavará sus vestidos en agua y bañará su cuerpo en agua, y quedará impuro hasta la tarde.
Vehasoref otah yechabes bgadav bamayim verachats bsaro bamayim vetame ad-ha'arev.
19:9 Y un hombre puro recogerá las cenizas de la vaca y las depositará fuera del campamento, en un lugar puro, y serán guardadas para la congregación de los hijos de Israel, para el agua purificadora de impurezas; es sacrificio que purifica su pecado.
Ve'asaf ish tahor et efer haparah vehiniach michuts lamachaneh bemakom tahor vehayetah la'adat bney-Yisra'el lemishmeret lemey nidah chatat hi.
19:10 Y el que recoge las cenizas de la vaca, lavara sus vestidos y quedará impuro hasta la tarde. Y esto les será a los hijos de Israel y al prosélito que habitare en medio de ellos, por estatuto perpetuo.
Vechibes ha'osef et-efer haparah et-bgadav vetame ad-ha'arev vehayetah livney Yisra'el velager hagar betocham lechukat olam.
19:11 Aquél que tocare algún muerto, cualquier cadáver humano, quedara impuro siete días.
Hanogea bemet lechol-nefesh adam vetame shiv'at yamim.
19:12 Este se purificara con ella (el agua purificadora) en el tercer día y en el séptimo día, y estará puro. Mas si no se purificase en el tercer día, entonces en el séptimo día no será puro.
Hu yitchata-vo bayom hashlishi uvayom hashvi'i yithar ve'im-lo yitchata bayom hashlishi uvayom hashvi'i lo yithar.

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21:4 Y partieron del monte Flor por el camino del mar Rojo, para rodear la tierra de Edom, y se impacientó el alma del pueblo en el camino.
Vayis'u meHor hahar derech Yam-Suf lisbov et-erets Edom vatiktsar nefesh-ha'am badarech.
21:5 Y habló el pueblo contra Dios y contra Moisés: ¿Por qué nos habéis hecho subir de Egipto para morir en el desierto? Donde no hay pan ni agua, y nuestra alma está ya fastidiada de este pan tan leve.
Vayedaber ha'am be'Elohim uveMoshe lamah he'elitunu miMitsrayim lamut bamidbar ki eyn lechem ve'eyn mayim venafshenu katsah balechem haklokel.
21:6 Y envió el Eterno para el pueblo las serpientes abrasadoras, las cuales mordían al pueblo; y murió mucha gente de Israel.
Vayeshalach Adonay ba'am et hanechashim hasrafim vayenashchu et-ha'am vayamot am-rav miYisra'el.
21:7 Y acudió el pueblo de Moisés y dijo: Hemos pecado, pues hemos hablado contra el Eterno y contra ti; ora al Eterno para que quite de nosotros las serpientes; y oró Moisés por el pueblo.
Vayavo ha'am el-Moshe vayomeru chatanu ki-dibarnu v'Adonay vavach hitpalel el-Adonay veyaser me'aleynu et-hanachash vayitpalel Moshe be'ad ha'am.
21:8 Y dijo el Eterno a Moisés: Hazte para ti una serpiente abrasadora, y ponla sobre una pértiga, y sucederá que todo aquel que fue mordido, mirando hacia ella, vivirá.
Vayomer Adonay el-Moshe aseh lecha saraf vesim oto al-nes vehayah kol-hanashuch vera'ah oto vachay.
21:9 E hizo Moisés una serpiente de cobre, y la puso sobre la pértiga, y sucedía que si acaso una serpiente mordía a alguno, éste miraba a la serpiente de cobre y vivía.
Vaya'as Moshe nechash nechoshet vayesimehu al-hanes vehayah im-nashach hanachash et-ish vehibit el-nechash hanechoshet vachay.

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El texto completo de la parashá lo pueden encontrar en: Navegando la Biblia II, pinchar en Torah, y luego en Números y Jukat.

1 comentario:

Ingrid dijo...

Gracias por ensenarme tanto!

Pienso que la vaca roja puede ser tambien un simbolo de un perfeccionismo fundamentalista que puede existir en todos nosotros. Las personas que intentan y buscan la perfeccion sufren mucho, al igual que los que lo rodean. Nunca estan felices con lo que tienen, con lo que hacen, o con lo que los demas hacen.

La perfeccion no existe en los humanos... ese es el desafio creo yo que D's nos presenta en la Torah... luchar por un mundo 'mejor' pero no perfecto...

Hace poco vi un programa sobre la vaca roja en History International y hay un grupo de judios ultra ortodoxos en Jerusalen que esperan la vaca roja y cuando llegue (dicen ellos) habra que construir el Tercer Templo (incluso mostraban una maqueta de este) y claro... en el lugar en que ahora esta la mezquita, no? Uno de los rabinos del grupo decia riendose que habia que "meterla en un sobre y mandarla de vuelta a la Mecca"...
Que locura!

Gracias por el espacio... nos encontraremos pronto!
Shabbat Shalom!
Ingrid.