sábado, 13 de septiembre de 2008

Ki Tetzé

21:10Cuando salieres a la guerra contra tus enemigos, y el Eterno, tu Dios, los entregare en tu mano, y llevares de ellos cautivos,
Ki-tetse lamilchamah al-oyveycha unetano Adonay Eloheycha beyadecha veshavita shivyo.
21:11y vieres entre los cautivos alguna mujer hermosa, y te enamorares de ella de manera que quisieras tomarla por mujer tuya,
Vera'ita bashivyah eshet yefat-toar vechashakta vah velakachta lecha le'ishah.
21:12entonces la introducirás en tu casa, y ella rapara su cabeza y dejará crecer sus uñas,
Vahavetah el-toch beytecha vegilechah et-roshah ve'asetah et-tsiporneyha.
21:13y quitará de sobre sí el vestido de su cautiverio, y se quedará en tu casa, llorando a su padre y a su madre, por todo un mes; y después de esto podrás llegarte a ella y ser marido suyo, y ella será tu mujer.
Vehesirah et-simlat shivyah me'aleyha veyashvah beveytecha uvachtah et-aviha ve'et-imah yerach yamim ve'achar ken tavo eleyha uve'altah vehayetah lecha le'ishah.
21:14Mas acontecerá que si no te complacieres con ella, la dejarás ir en libertad, pero de ninguna manera la venderás por dinero; no te servirás de ella después de haberla afligido.
Vehayah im-lo chafatsta bah veshilachtah lenafshah umachor lo-timkerenah bakasef lo-tit'amer bah tachat asher initah.
...
Comentario

Rab. Marcelo Kormis - Esta es la parashá con más mitzvot que figura en la Torá, ya que tiene 72, y por lo mismo es un texto más complejo, que se refiere a una serie de cosas que no debemos hacer para poder mantener nuestra condición humana.

Rab. Eduardo Waingortin - Esta parashá habla de nuestro enemigo, que es sobre todo el enemigo que tenemos dentro. Tal vez uno de los peores enemigos que tenemos está en nuestro interior, y esa voz que nos dice "no puedes, no lo vas a lograr". En Elul estamos llamados a revisar esto, y confiar en que D's nos va a perdonar. Pero debemos enfrentar el mal que surge también cuando vivimos situaciones que son limítrofes, como nos muestra la lectura de esta semana. Es un comentario muy clásico de los sabios durante el mes de Elul que debemos combatir el mal que podemos llevar dentro, y más que eso, debemos someterlo. Si tuviéramos que ponerle un nombre a esta parashá, ¿cuál le pondrían ustedes?

Todos - Tetzé (risas).

Rab. Eduardo Waingortin - A ver, rabino Marcelo, ¿qué nombre le pondrías?

Rab. Marcelo Kormis - ¿Ki tetzé? (risas)

Rab. Eduardo Waingortin - (se ríe) Bueno, yo me refería a que en general acá se alude a situaciones límite donde puede salir de nosotros la parte animal que tenemos dentro, y lo que nos dice la Torá es que no debemos dejarnos llevar. Es nuestro deber hacer el bien, no importa en la situación límite en la que nos podamos encontrar.

Héctor Goldfard - Yo tengo una pregunta. Aquí no sólo no se prohíbe el hecho de tomar una mujer de otro pueblo, sino que pareciera ser que se fomentara...

Rab. Eduardo Waingortin - Si nos fijamos bien, el tono en que se relata esto es de tristeza. Deberíamos leerlo así: Si tuviste la desgracia de ir a la guerra, y después de todas las muertes que viste, te sientes atraído fisicamente por una mujer y la quieres violar, no lo puedes hacer. Tienes que llevarla a tu casa, vivir con ella por un mes sin tocarla para que haga su duelo, ella se desprenderá de sus marcas de belleza -es decir, cortarse el pelo y las uñas, que eran signos de belleza en esa época- y luego te casarás con ella y no la podrás vender como esclava ni te podrás separar de ella nunca más. Era algo muy serio. Toda esta parashá nos habla de controlar nuestro impulso animal.

Isabel Mardones - En realidad, más allá de las muchas normas que contiene esta parashá, se trata de una serie de formas para que nadie abuse de nadie, para que exista respeto mutuo y cuidado por la forma en que apliquemos normas justas para todos. Yo entiendo esta parashá como un programa para crear un entramado social armónico. Por ejemplo, cuando dice que cuidarás al huérfano, la viuda y el extranjero, se trata de proteger a los estamentos de la sociedad que eran más vulnerables. No recuerdo respecto a qué parashá anterior leí algo referente a este enunciado de que debes protegerlos "porque siervo fuiste en Egipto". Por una parte, los sabios dicen que es para recordarles su propia experiencia a fin de comprender al que está en un estado vulnerable. Pero otro grupo de sabios dice que justamente se hace necesario recordarles que fueron siervos en Egipto, porque no vaya a ser que abusen de su posición actual frente a los que son más débiles. Es lo que en Chile se llama "la ley del gallinero": el que está más abajo es abusado de tal forma, que cuando va escalando se desquita con los de más abajo. La Torá con esto nos recuerda que no está bien abusar de los demás, y que es importante recordar el sufirimiento vivido en Egipto para no inflingirlo a los demás, y más bien, saber ser solidario.

Rab. Marcelo Kormis - Si seguimos leyendo, la parashá nos habla del caso de un hombre con dos mujeres, lo que en el tiempo de la Torá estaba permitido, donde una era la amada y la otra no. El esposo no podrá privilegiar a los hijos de la mujer amada, poniendo como ejemplo que si el hijo mayor es el de la mujer no amada, éste no podrá perder su derecho de primogenitura.

Yael Waingortin - Como el caso de Josef.

Rab. Marcelo Kormis - Exacto, y nuevamente la Torá nos indica que debemos controlar nuestos instintos, y en este caso, se debe ser justo con la mujer no amada.

Gabriela Clivio - Dado que la primogenitura consistía en recibir una doble porción, me parece que la Torá más bien busca la no discriminación hacia el hijo. Mal que mal, el hijo no tiene la culpa de nada. Por eso me parece que en este caso se está haciendo justicia más bien con el hijo, antes que con la madre.

Rab. Marcelo Kormis - Tienes razón, pero es con los dos. Al no discriminar al hijo, se está evitando discriminar también a la madre. Luego el relato continúa con el episodio del hijo rebelde y contumaz. Se han escrito hojas y hojas del Talmud para explicar este episodio y el propio Talmud dice que nunca se llegó a aplicar este castigo por apedreamiento. Pero lo que deja en claro la Torá es que el padre no puede tomar la justicia por sus propias manos, sino que debe ir con la madre y el hijo frente a los sabios y los jueces a la puerta de la ciudad, como una forma de evitar que haya violencia dentro de la familia. Ayer en la prédica hablabamos que la responsabilidad en la educación es compartida entre el hijo y los padres. No siempre el hecho de ser rebelde es culpa del hijo, sino que puede deberse a que son padres sordos, ciegos o mudos ante las necesidades de sus hijos.

Yael Waingortin - Yo prefiero hacer otra lectura de este texto, y es el valor de pedir ayuda. Cuando la Torá nos dice que el padre y la madre deben llevar al hijo frente a los jueces, también nos está diciendo que esta es una oportunidad para pedir ayuda y acudir a alguien que es neutro, alguien que puede mirar las cosas desde afuera. Como sicóloga lo entiendo como un aporte importante de la Torá para que haya una convivencia más sana, al abrir la posibilidad de recibir ayuda desde afuera del conflicto.

Isabel Mardones - La Torá habla de un hijo que no fue criado con igualdad de criterios entre sus progenitores, porque habla de "la voz del padre y la voz de la madre", dando a entender que no son iguales. Los niños no siempre tienen la culpa de lo que hacen; más bien aprenden de lo que ven en los adultos, y pueden darse problemas cuando no hay igualdad de criterios.

Rab. Marcelo Kormis - El tema de la educación es más complejo que eso. A veces los padres sí tienen los mismos criterios, pero entonces llegan los abuelos que los malcrían...

Héctor Goldfard - En nombre de la Nonna y mío dejo en claro que los abuelos nunca tienen la culpa... (risas).

Rab. Marcelo Kormis - También podemos hacer otra lectura de esta parashá, entendiendo estos tres episodios como una consecuencia lógica el uno del otro. Si al escojer una pareja sólo nos fijamos en la apariencia física, sin fijarnos en otros puntos que pueden ser importantes para la estabilidad de la pareja, puede ocurrir que con el tiempo esa mujer, que parecía tan hermosa, se transforme en una mujer odiada; y entonces es probable que se llegue a situaciones de injusticia y de abuso, de las que emerja un hijo rebelde. Y esta rebeldía no es sólo culpa del hijo, sino que puede deberse a toda una cadena de situaciones en las que los padres tienen mucha responsabilidad.

Rab. Marcelo Kormis - Esta parashá también nos habla de la mitzvá de espantar al pájaro cuando se va a tomar los huevos o las crías del nido. Como decíamos la semana pasada, la Torá acá nos demuestra una profunda preocupación por la ecología al prohibir cortar los árboles indiscriminadamente, y ahora nos dice que no debemos tener crueldad incluso frente a los pajaritos, que son pequeños y están en todas partes... Este episodio del nido nos lleva a Elisha ben Abuya, al que no se debía nombrar y por eso era llamado "ajer", "el otro". Elisha ben Abuya había sido un gran sabio, hasta que un día ve a un niño que siguiendo las instrucciones de su padre, se sube a un árbol para espantar a la pajarita y tomar los huevos de su nido. Estas son las dos mitzvot, la de obedecer a padre y madre, y la de espantar a la pajarita, que prometen prolongar los días de tu vida. Y sin embargo, Elisha ben Abuya ve que este niño cae del árbol y muere. Entonces dice, "no hay juez y no hay justicia", con lo cual quedó fuera del Judaísmo y pasó a ser el innombrable... No siempre debemos entender estas mitzvot como promesas literales, como lo hizo Elisha ben Abuya, sino que se refieren a la prolongación de nuestra vida espiritual.
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21:15Cuando un hombre tuviere dos mujeres, una amada y otra aborrecida, y ellas le hubieren parido hijos así la amada como la aborrecida, siendo primogénito el hijo dela aborrecida,
Ki-tiheyeyna le'ish shtey nashim ha'achat ahuvah veha'achat snu'ah veyaldu-lo vanim ha'ahuvah vehasnu'ah vehayah haben habechor lasni'ah.
21:16en el día que hiciere heredar a sus hijos lo que posea, no podrá dar derecho de primogenitura al hijo de la amada prefiriéndolo al hijo de la aborrecida, el (verdadero) primogénito,
Vehayah beyom hanechilo et-banav et asher-yiheyeh lo lo yuchal levaker et-ben-ha'ahuvah al-peney ven-hasnu'ah habechor.
21:17sino que reconocerá al primogénito, hijo de la aborrecida, dándole una porción doble de todo lo que posea, porque él es el principio de su vigor; a él pues, pertenece el derecho de primogenitura.
Ki et-habechor ben-hasnu'ah yakir latet lo pi shnayim bechol asher-yimatse lo ki-hu reshit ono lo mishpat habechorah.
21:18Cuando algún hombre tuviere un hijo contumaz y rebelde, que no quisiere escuchar la voz de su padre o la voz de su madre, y que aunque le castiguen no les obedeciere,
Ki-yiheyeh le'ish ben sorer umoreh eynenu shomea bekol aviv uvekol imo veyisru oto velo yishma aleyhem.
21:19le tomarán su padre y su madre y le llevarán ante los ancianos de su ciudad, y a la puerta del tribunal de su lugar,
Vetafsu vo aviv ve'imo vehotsi'u oto el-zikney iro ve'el-sha'ar mekomo.
21:20y dirán a los ancianos de su ciudad: Este hijo nuestro es contumaz y rebelde, no obedece a nuestra voz; es glotón y bebedor.
Ve'amru el-zikney iro benenu zeh sorer umoreh eynenu shomea bekolenu zolel vesove.
21:21Y todos los hombres de su ciudad le apedrearán hasta que muera; así extirparás el mal de en medio de ti; y todo Israel oirá y temerá.
Uregamuhu kol-anshey iro va'avanim vamet uvi'arta hara mikirbecha vechol-Yisra'el yishme'u veyira'u.
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22:6Cuando se encontrare algún nido de pájaro delante de ti en el camino, en cualquier árbol o sobre la tierra, con polluelos o huevos, estando la madre echada sobre los polluelos o sobre los huevos, no tomarás a la madre que está con los hijos;
Ki yikare kan-tsipor lefaneycha baderech bechol-ets o al-ha'arets efrochim o veytsim veha'em rovetset al-ha'efrochim o al-habeytsim lo-tikach ha'em al-habanim.
22:7ciertamente dejarás ir libre a la madre, y a los hijos podrás tomar para ti (si tienes necesidad de hacerlo), para que te vaya bien y para que prolongues tus días.
Shale'ach teshalach et-ha'em ve'et-habanim tikach-lach lema'an yitav lach veha'arachta yamim.
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El texto completo lo pueden encontrar en: Navegando la Biblia II, pinchar en Torah y Haftará.


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