domingo, 4 de noviembre de 2007

Jayei Sarah

23:1 Y fue la vida de Sarah ciento veintisiete años; años de vida de Sarah.
Vayihyu chayey Sarah me'ah shanah ve'esrim shanah vesheva shanim shney chayey Sarah.
23:2 Y murió Sarah en Kiriat-Arbá, que es Hebrón (Gevrón), en la tierra de Canaán; y vino Abraham para hacer el duelo de Sarah y llorarla.
Vatamot Sarah beKiryat Arebah hi Chevron be'erets Kena'an vayavo Avraham lispod le-Sarah velivekotah.
23:3 Y se levantó Abraham de delante de su muerta, y habló a los hijos de Jet, diciendo:
Vayakom Avraham me'al peney meto vayedaber el-bney-Chet lemor.
23:4 Peregrino y morador soy yo entre vosotros; dadme posesión de un (terreno) para sepultura entre vosotros, y sepultaré a mi muerta que está delante de mí.
Ger-vetoshav anochi imachem tenu li achuzat-kever imachem ve'ekberah meti milefanay.
...
Comentario

Rab. Eduardo Waingortin - Cuando leemos en hebreo el comienzo de nuestra parashá, dice "100 años, 20 años y 7 años". El comentario clásico es que Sará supo vivir cada época en plenitud. Eso contrasta con nuestra época, en la que los de 7 años quieren tener 20, y los de 100 también quieren tener 20. Se idolatra la juventud por sobre todo. En cambio Sarah supo vivir cada una de estas etapas con lo mejor de sí.

Gachi Waingortin - Leí un comentario que entiende el comienzo de la parashá, cuando dice "Shney Jayei Sara", no como "años de la vida de Sará", sino como "las dos vidas de Sarah": una antes del nacimiento de Isaac, y otra después. La vida de Sarah se dividió en dos: 90 años de sufrimiento y esperanza, anhelando el nacimiento de su hijo, y 37 años de realización, luego de la llegada de Isaac, su hijo. De esto aprendemos que hay eventos que cambian nuestra vida, y todos tenemos momentos, hitos, que hacen una bisagra, un cambio radical. Lo interesante es que estos cambios pueden ocurrir en cualquier momento. Siempre podemos seguir creciendo.

Gabriela Clivio - Yo leí algo similar, pero era una vida antes del sacrificio de Isaac, y otra después.

Rab. Eduardo Waingortin - Una vez que muere Sará, Abraham compra la cueva de Majpelá para enterrarla. Esto es hoy Hebrón, donde ha habido un montón de conflictos porque tanto los árabes como los judíos lo consideran un lugar santo. Es complicado, porque no es como en el Kotel, donde estás abajo y arriba está la explanada con las mezquitas; en Hebrón es un mismo lugar. Allí viven pocos judíos y existe un enorme contingente de soldados para protegerlos. Allí también están enterrados los patriarcas Isaac y Jacob, y las matriarcas Sará, Rivká y Lea. Según el midrash, tambien están allí Adán y Eva. De hecho, hay allí una placa marcada "Adam" en hebreo.
Pero volviendo al texto: ¿por qué creen que Abraham tuvo que comprar la cueva?

Isabel Mardones - A mí me llama la atención varias cosas. Una es que Paul Johnson comienza su historia de los judíos con este episodio, y señala que es un punto de inflexión, ya que por primera vez dejan de ser tribus nómades para echar raíces en un lugar. Otra es que según el comentario de un filólogo, Robert Alter, todo el procedimiento y la terminología es absolutamente habitual en los documentos de compra venta de la época, y por lo tanto, es muy real. El mismo comentarista señala que puede parecer irónico que Abraham tenga que comprar la cueva, cuando la tierra le fue prometida; y que Abraham puede haberlo sentido como una amenaza a esta promesa, así como el sacrificio de Isaac parecía una amenaza a la promesa de la descendencia.

Gabriela Clivio - Cuando Abraham inicia la compra, se define como "ger v'toshav", "extranjero y residente", que sería una contradiccón de términos. Y lo menciona porque este status no le permitiría adquirir un terreno.

Rab. Eduardo Waingortin - Este tema de ser "extranjero y residente" es una temática que se ha repetido una y otra vez en la historia judía, sobre todo desde la revolución francesa, cuando se reconoció la igualdad de todos los ciudadanos, pero se hacía excepciones con los judíos de todas formas. Al final, dependía de los "otros" cómo se nos miraba, si como "ciudadanos" o como "extranjeros".

Rab. Eduardo Waingortin - También vemos que en esta parashá se realiza un shidaj, que es lo que llevará a la continuidad. Eliezer, el sirviente de Abraham, agradece haberlo hecho "en verdad", sin tener que agregar ninguna mentira acerca del novio. Y sabemos que para realizar shidujim muchas veces se agregan más adjetivos, como que el novio es un muchacho "fabuloso", "muy inteligente", y que la chica es una belleza, aún cuando no sea tan así... Como decía en mi prédica de anoche, Eliezer agradece a D's por haber logrado su misión sin tener que agregar nada, sino hacerlo en verdad.

Isabel Mardones - Según este comentario de Robert Alter, sí hay un cambio en lo que dice Eliezer respecto de la misión que le encomienda Abraham: dice que su amo ha sido bendecido en todo, y que tiene muchas ovejas y camellos... Por lo visto, también trató de "vender" mejor al novio! (risas).

Claudio Stiefel - La Torá dice que Isaac se casó con Rebeca y después la amó. Así se concertaban los matrimonios antes, esperando que se amaran después de casarse.

Rab. Eduardo Waingortin - Claro, esa era la base para los matrimonios que arreglaban entre los padres. Y surge entonces la pregunta de si uno se enamora realmente antes o después del matrimonio.

Isabel Mardones - Uno se enamora todos los días de nuevo!

Gachi Waingortin - Buscando material bonito para comentar esta parashá me topé con una página ortodoxa que se refería a los shidujim. Decía que era la única manera de armar matrimonios felices, que garantizaran estabilidad, etc. Allí planteaba que el amor a primera vista garantizaba el divorcio a segunda vista! Pero nosotros sabemos que no es así. Uno puede casarse enamorado, pero debe aprender a amar después de casados. Felizmente vivimos en una época en que podemos escoger a nuestras parejas libremente antes de casarnos. Pero también se trata de lo que dice Isabel, de enamorarnos todos los días de nuestras parejas. El amor maduro del matrimonio es muy diferente del que uno puede sentir antes de casarse.

Rab. Eduardo Waingortin - Era muy importante que Eliezer lograra armar este matrimonio, para que realmente hubiera continuidad. De lo contrario, habría sido Eliezer el que heredara a Abraham. Pero existe una serie de midrashim que señalan a Eliezer como una persona sumisa, que no sirve para ser líder. Por eso mismo es que la Torá se extiende y se muestra cómo repite exactamente lo que le piden que diga.

Gachi Waingortin - Yo no estoy de acuerdo con estos midrashim; más bien, es un hombre leal, que cumple con la misión que le encomiendan. Basta con ver su nombre: "D's es mi ayuda". Cumple bien con su deber, porque de veras es leal a su amo, y además es capaz de agradecer a D's por lograrlo. No toma iniciativas propias no porque no pueda, sino porque no debe.

Rab. Eduardo Waingortin - De hecho, también se encomienda a D's para que le muestre cuál es la mujer adecuada, y la señal es que le ofrezca de beber, tanto a él como a los camellos. La Torá nos dice que Rebeca era muy hermosa, pero más que la belleza física, lo que probablemente buscaba Eliezer era la belleza del alma, el que ella se preocupara por los demás.

Héctor Goldfarb: -Sin embargo, Eliezer iba con una gran comitiva de gente, y Rivka ofrece agua a Eliezer y a los camellos, no les da agua a los demás acompañantes. Pareciera que prioriza los animales sobre las personas...

Isabel Mardones - Robert Alter trae otro comentario interesante sobre este encuentro en el pozo. Dice que, haciendo un análisis de motivos literarios en la Torá, hay tres encuentros en un pozo. Este es el primero; luego el patriarca Jacob encuentra a Raquel en el pozo y corre la piedra para ella; y finalmente, Moisés encuentra a Tzipora en el pozo. Se trataría de una forma arquetípica, pero la manera en que se comportan estos personajes y sus actitudes junto al pozo revelan su verdadero carácter. En este caso, revelaría que Isaac es el patriarca más pasivo de todos, donde incluso hay otra persona que lo reemplaza, mientras que Rebeca demuestra ser una mujer de armas tomar, que tiene la iniciativa y va a buscar agua varias veces para darle de beber a Eliezer y los camellos, algo que veremos más adelante con su familia.
...
23:8 y les habló diciendo: Si es de vuestra voluntad sepultar a mi muerta que está delante de mí, escuchadme y rogad por mí a Efrón, hijo de Tzójar,
Vayedaber itam lemor im-yesh et-nafshechem likbor et-meti milfanay shma'uni ufig'u-li be'Efron ben-Tsohar.
23:9 para que me dé la cueva de Majpelá que posee, y que está al extremo de su campo; por el precio de su valor me la dará, para posesión de sepultura entre vosotros.
Veyiten-li et-me'arat haMachpelah asher-lo asher biktseh sadehu bechesef male yitnenah li betochechem la'achuzat kaver.
...
23:16 Y escuchó Abraham a Efrón, y pesó Abraham para Efron la plata que éste había mencionado, en presencia de los hijos de Jet: cuatrocientos siclos de plata, (moneda) corriente entre mercaderes.
Vayishma Avraham el-Efron vayishkol Avraham le-Efron et-hakesef asher diber be'ozney veney-Chet arba me'ot shekel kesef over lasocher.
...
23:20 Y pasó el campo, y la cueva que en él había, a poder de Abraham, como posesión de sepultura, de parte de los hijos de Jet.
Vayakom hasadeh vehame'arah asher-bo le-Avraham la'achuzat-kaver me'et beney-Chet.
24:1 Y Abraharn era viejo, entrado en días; y el Eterno bendijo a Abraham en todo.
Ve'Avraham zaken ba bayamim va'Adonay berach et-Avraham bakol.
...
24:48 Y me incliné y me postré ante el Eterno; y bendije al Eterno, Dios de mi señor Abraham, que me ha guiado en el camino de la verdad para tomar la hija del hermano (pariente) de mi señor, para su hijo.
Va'ekod va'eshtachaveh la'Adonay va'avarech et-Adonay Elohey adoni Avraham asher hinchani bederech emet lakachat et-bat-achi adoni livno.
...
El texto completo de la parashá lo pueden encontrar en: Navegando la Biblia II, pinchar en Torah.

No hay comentarios: