sábado, 11 de octubre de 2008

Haazinu




32:1¡Escuchad, oh cielos, y hablaré; y oiga la tierra los dichos de mi boca!
Ha'azinu hashamayim va'adaberah vetishma ha'arets imrey-fi.
...
Comentario

Rab. Marcelo Kormis - Esta semana nuestra parashá comienza con la palabra "Ha'azinu", que significa "escucha". ¿Por qué no dice "shemá"? "Haazinu" es más próxima a "oznaim", oídos, y el oído también es el órgano del cuerpo que encierra el sentido de equilibrio. Es decir, Moshé nos está llamando a tener un sentido de equlibrio en la vida, y por eso convoca como testigos a cielos y tierra, algo que también apunta al equilibrio.

Pero vamos leyendo el texto de esta semana. Nuestra lectora oficial será Yael.

Yael Waingortin - "Gotee como llovizna mi enseñanza, caiga como rocío mi discurso; como viento de lluvia sobre el césped y como gotas de lluvia sobre la hierba".

Rab. Marcelo Kormis - Acá tenemos un tema muy lindo, que ya hemos comentado en años anteriores, y que Gachi también incluyó en su libro: el de la lluvia y el rocío. La lluvia es visible: cuando no hay estamos frente a una sequía y es un desastre; cuando llueve demasiado, tenemos inundaciones y también es un desastre. Generalmente la lluvia es la que llega a los titulares de los diarios, en cambio, nadie se fija en el rocío. Sin embargo, ahí está y es muchas veces el que hace subsistir en el día a día a las plantas, sobre todo en países más secos como Chile o Israel.

Gachi Waingortin - El comentario de mi libro trata de que ambos proveen humedad, pero cómo la brindan es lo que hace la diferencia. La lluvia puede llegar a ser maldición, por muy escasa o muy abundante. El rocío, en cambio, no es tan llamativo. Nunca va a ser portada de un diario. Es casi imperceptible, pero es constante y por eso provee al campo de tanta vida como la lluvia, o más. En nuestras relaciones con los demás, en el amor y cuidado que nos prodigamos unos a otros, también encontramos lluvia y rocío. Hay amigos tipo lluvia, que sólo acompañan de manera notoria en los grandes eventos; o tipo rocío, con esa compañía persistente y tenue, casi inadvertida pero siempre presente. Hay quienes se consideran buenos padres por haber dado buenos colegios, buena ropa, grandes fiestas de cumpleaños y excelentes regalos. Son padres tipo lluvia, y a veces es más el daño que el beneficio que producen. Otros son tipo rocío, siempre con disposición para escuchar, valorando el pequeño gesto, la mirada y la caricia, entregándose de manera sutil e irremplazable. El rocío nutre de una manera insustituible. Cuando un niño dice "mi mamá no trabaja", "mi mamá no hace nada", es cuando la madre está en casa a su disposición la mayor parte del tiempo. Lo que hace esa madre es ser rocío.

Para ser rocío hay que saber valorarse; saber que lo que hacemos es meritorio, aunque a veces parezca anónimo. Para recibir rocío, hay que abrir los ojos, de modo que el anonimato, por obvio, no se convierta en ausencia. Es imprescindible estar alerta y comprender este sutil tipo de generosidad. Valoremos lo que damos, porque lo necesita nuestra autoestima: Y valoremos lo que recibimos, de otra manera sólo apreciaremos lo que nos falta.

Jorge Rodríguez - Yo quería agregar que las palabras de la Torá, que vamos leyendo semana a semana, también van calando en nosotros como el rocío, casi imperceptiblemente, pero nos van nutriendo para darnos vida.

Rab. Marcelo Kormis - Muy bueno lo que nos trae Jorge.

Isabel Mardones - En la Biblia comentada por el rabino Hertz también encontré un comentario, acerca de la llovizna que cae sobre pasto tierno, y que esto se refiere a la educación. No se puede dejar caer la lluvia fuerte sobre el pasto tierno, porque lo destruye. Por eso se debe educar a la medida de cada niño, y eso también lo hemos visto que está en el Talmud.

Rab. Marcelo Kormis - También se aplica a la actitud: Hay personas que son lluvia, que llegan llamando la atención de todos, y otros que son como rocío, mucho más humildes, pero que a la larga aportan más. Eso también se da en las relaciones de pareja, donde muchas veces no vemos todo lo bueno que nos da el otro y que es como el rocío.

Claudio Stifel - Yo creo que nuestras esposas nos piden que les demos lluvia: joyas, viajes, etc. (risas), y no se conforman con que los maridos seamos simples mortales que proveemos en el hogar como rocío (risas)...

Yael Waingortin - "Cuando yo mencione el nombre del Eterno, dad grandeza a D's".

Rab. Eduardo Waingortin - ¿Cuándo decimos esto? (lo canta con melodía)

Todos - Antes de la Amidá.

Rab. Eduardo Waingortin - Exactamente, se dice en forma silenciosa antes de "Adonai, sefatai tiftaj...". Está tomado justamente de este texto, para que vean que de esta parashá aprendemos muchísimas cosas y no tiene desperdicio... Lo que se aprende de esta frase es que cuando se menciona el nombre de D's, el que lo escucha debe alabarLo. ¿Qué hacemos para obedecer lo que ordena este versículo?

Todos: - Contestamos "Baruj Hu ubaruj Shemó" cuando escuchamos el nombre de D´s.

Yael Waingortin - "Aunque El sea la Roca, perfecta es su obra, porque todos sus caminos son justicia; D's es fiel y sin iniquidad, justo y recto es El".

Rab. Eduardo Waingortin - ¿Les suena familiar este pasuk? Se dice en el ritual del funeral en el cementerio (Hatzur, tamim poaló), y hace referencia al Derecho Divino o tziduk hadin, algo que el hombre no siempre puede comprender.

Isabel Mardones - Respecto del tema de la roca, en la parashá se menciona nueve veces la imagen de la roca. Me llamó la atención que la primera cosa que dice David en la Haftará es "D's es mi roca", y yo creo que esa es la conexión más importante entre la parashá y la Haftará, además de que ambos son poemas. Me quedé pensando qué tienen en común Moshé y David, y es que ambos son pastores. Ambos saben lo vulnerable que se puede ser al estar a la intemperie, y para ellos la imagen de la roca es algo muy concreto. Esta vulnerabilidad creo que cobra un sentido adicional ahora por Sucot, donde vivimos en una cabaña débil, con un techo a través del cual se ven las estrellas... Es algo que nos ayuda a entender que somos frágiles y que nuestra fortaleza es D's.

Rab. Eduardo Waingortin - En realidad se refiere a que D's como la línea del tiempo completa, y nosotros somos sólo un segmento. D's es inalterable, y por eso es un apoyo sólido, como una roca. Tzur Israel es uno de los nombres más hermosos de D's.

Yael Waingortin - "Cuando pecan se hacen mal a sí mismos
y no a Dios; no procediendo correctamente dejan de ser considerados sus
hijos, y ese es su defecto: son generación tortuosa y torcida".

Teo Arias - Lo que yo entiendo de esto es que las desviaciones vienen del pueblo, y no es que D's los ponga en situaciones de dificultad. Estaba leyendo algo de una socióloga francesa que explica el origen de las adicciones. Ella dice que el deseo es algo inherente al hombre. El ser humano siempre quiere tener más y no se sacia. Es como alguien que siempre se queda con hambre de un poco más. En las sociedades, antes la comida era algo mucho más simple. Pero siempre surge el deseo de algo más, de algo nuevo, y se van haciendo comidas con más sabor y más complejidad, hasta llegar a las cosas gourmet. Lo mismo con las adicciones, las personas siempre quieren un poco más, hasta que llegan a ser adictas; eso nace del deseo, dice ella, al que no se le pone límite. Por eso es que son tan importantes los límites, como los que nos colocan las mitzvot.

Yael Waingortin - La gente odia los límites, pero son una necesidad casi biológica. La falta de límites lleva a la desesperación, al sentimiento de abandono.

Rab. Marcelo Kormis - Muy bueno. Pero sigamos con la parashá. Más adelante dice, "Recuerda
los días de la antigüedad; considera los años de muchas generaciones,
pregunta a tu padre y él te informará, a tus ancianos, y ellos te lo
dirán". ¿Conocen esta frase? Muy frecuentemente se usa para las invitaciones a bar o bat mitzvah, porque alude a la transmisión de las generaciones.

Rab. Eduardo Waingortin - Luego el texto habla de D's que recoge a Israel como un águila que lleva a sus crías en sus alas, lo cual es una imagen de mucha ternura. Y luego dice, "Mas engordó Yeshurún (Israel) y dio coces -engordaste, engrosaste y de gordura te cubriste- y abandonó al
Dios que le hizo, y menospreció la Roca de su salvación".
¿Qué nos quiere decir Moshé con esto? Que generalmente no nos cuesta rezar cuando nos va mal y queremos pedir, pero cuando nos va bien nos olvidamos de D's. Y eso es semejante a la situación que vivimos en Sucot, cuando ha terminado la cosecha y tenemos el bolsillo lleno. Por eso la Torá nos da esta advertencia, y por eso nos ordena vivir en cabañas, que son sumamente frágiles. El mensaje de este pasuk, y de Sucot, es que a veces convertimos a la abundancia en una "maldita abundancia" que no es la felicidad.

...


















32:2Gotee como llovizna mi doctrina; caiga
como el rocío mi discurso, como viento de lluvia sobre el césped y como
gotas de lluvia sobre la hierba.
Ya'arof kamatar likchi tizal katal imrati kis'irim aley-deshe vechirvivim aley-esev.
32:3Cuando yo mencione el nombre del Eterno, dad grandeza a nuestro Dios.
Ki shem Adonay ekra havu godel le'Eloheynu.
32:4Aunque El sea la Roca (el fuerte)
perfecta es su obra, porque todos sus caminos son justicia; Dios es
fiel y sin iniquidad, justo y recto es El.
Hatsur tamim pa'olo ki chol-drachav mishpat el emunah ve'eyn avel tsadik veyashar hu.
32:5Cuando pecan se hacen mal a sí mismos
y no a Dios; no procediendo correctamente dejan de ser considerados sus
hijos, y ese es su defecto: son generación tortuosa y torcida.
Shichet lo lo banav mumam dor ikesh uftaltol.
32:6¿Es así como pagáis al Eterno, oh
pueblo insensato y nada sabio? Ciertamente es El tu padre que te
redimió; El te hizo y te estableció.
Ha le'Adonay tigmelu-zot am naval velo chacham halo-hu avicha kanecha hu ascha vayechonenecha.
32:7Recuerda los días de la antigüedad; considera los años de muchas generaciones,
pregunta a tu padre y él te informará, a tus ancianos, y ellos te lo dirán;
Zechor yemot olam binu shnot dor-vador she'al avicha veyagedcha zekeneycha veyomru lach.
...



32:15Mas engordó Yeshurún (Israel) y dio
coces -engordaste, engruesaste y de gordura te cubriste- y abandonó al
Dios que le hizo, y menospreció la Roca de su salvación.
Vayishman Yeshurun vayiv'at shamanta avita kasita vayitosh Eloha asahu vayenabel tsur yeshu'ato.
...
El texto completo lo pueden encontrar en:Navegando la Biblia II, pinchar en Torah y Haftará.

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