sábado, 21 de febrero de 2009

Mishpatim

21:1Y éstos son los juicios que expondrás ante ellos:
Ve'eleh hamishpatim asher tasim lifneyhem.
21:2Cuando compres un siervo hebreo seis años te servirá, mas el séptimo saldrá libre de balde.
Ki tikneh eved ivri shesh shanim ya'avod uvashvi'it yetse lachofshi chinam.
21:3Si entró solo, solo saldrá; si tenía mujer, saldrá su mujer con él.
Im-begapo yavo begapo yetse im-ba'al ishah hu veyatse'ah ishto imo.
21:4Si su amo le hubiere dado mujer (extranjera) y ella le hubiere parido hijos o hijas, la mujer y sus hijos serán de su amo, y él saldrá solo.
Im-adonav yiten-lo ishah veyaldah-lo vanim o vanot ha'ishah viladeyha tihyeh la'adoneyha vehu yetse vegapo.
...
Comentario

Rab. Eduardo Waingortin - Esta parashá comienza con "Y estos son los preceptos...". ¿A cuáles se refiere? ¿A los que vienen ahora o a los 10 Mandamientos de la parashá anterior, o a ambos? Como decíamos en la prédica de anoche, lógicamente que los 10 Mandamientos son muy importantes, porque son el fundamento de la Torá y hasta de la civilización occidental. Pero en realidad, los 10 Mandamientos son como los títulos de los libros, y estos mishpatim son el contenido de los libros, el cómo llevar a cabo lo que enuncian los 10 Mandamientos. Por lo tanto, cuando dice "y estos son los preceptos", en realidad está conectando los 10 Mandamientos con los preceptos que vienen ahora, que son mucho más prácticos y permiten llevar a términos concretos lo que está enunciado como títulos en la parashá anterior. Además, como decíamos anoche, se trata de vivir el judaísmo "24-7", es decir, 24 horas al día, 7 días a la semana. Y si vemos el capítulo 24, pasuk 7, justamente dice "na'asé venishmá", "haremos y escucharemos". Es algo casual, pero es una bonita coincidencia, donde se trata de cumplir con los preceptos concretos hacia nuestro prójimo para cumplir realmente con los grandes principios de la Torá.
Ahora nuestro Gabai nos leerá el comienzo del texto de esta semana.

Héctor Goldfarb - "Y estos son los juicios que expondrás ante ellos: cuando comprares un siervo hebreo seis años te servirá, mas el séptimo saldrá libre de balde. Si entró solo, solo saldrá; si tenía mujer, saldrá su mujer con él. "Si su amo le hubiere dado mujer (extranjera) y ella le hubiere parido hijos e hijas, la mujer y sus hijos serán de su amo, y él saldrá solo". Tengo que decir que tengo mis serios reparos al leer esto; pienso que es de una crueldad enorme separar a un hombre de su familia de esta forma, y que no me parece consecuente con mi convicción de que la Torá es un texto de justicia y misericordia. Tengo grandes dificultades respecto de lo que se dice aquí, sobre todo después de que ellos mismos habían dejado atrás la esclavitud de Egipto.

Gachi Waingortin - Para la época, todo hijo de un siervo era del patrón, no le pertenecía al esclavo. Si se quiere ir con el esclavo no puede; es como si tu máquina de lavar se quiere ir y la secadora se va con ella. El amo compró la lavadora y la secadora y ambas le pertenecen...

Todos - (asombro)

Gachi Waingortin - No estoy diciendo que así debe ser ni que está bien, sino que debemos entender lo que este texto significa en su contexto histórico. En la época, la esclavitud era aceptada y considerada una situación normal; lo que nos dice la Torá es que esa situación debemos humanizarla lo más posible, como el hecho de que al séptimo año el esclavo sale libre y no es una situación permanente e irreversible.

Héctor Goldfarb - De todas formas sigo teniendo dificultades para poder aceptar este texto...

Gachi Waingortin - Es cierto, es muy duro dejar atrás a la familia. Pero también es cierto que la esclavitud existía, y que habría sido muy difícil que D's pidiera abolirla completamente. La Torá está escrita en el lenguaje de los hombres y de lo que son capaces de entender. Claramente en esa época no habrían entendido una abolición total de la esclavitud, aunque es una de las metas de la salida de Egipto el terminar con la vida de esclavos, tal como la habían vivido en Egipto. Aquí se trata de un siervo hebreo, que no era un esclavo que nacía y moría esclavo, sino que se trataba de alguien que tenía deudas y se iba a trabajar para redimir sus deudas, por lo que al séptimo año quedaba en libertad. Lo que realmente nos está diciendo la Torá es que siempre debemos tratar de humanizar la realidad de la época que nos toca vivir, tal vez aceptando que no podemos cambiarlo todo, pero aún así esforzándonos por hacer más justa y ética esa situación.

Rab. Eduardo Waingortin - Por lo demás, hacerse de un esclavo o siervo era un problema. Había una serie de normas que se debía cumplir, como que si tenías una cama, era para el siervo y tú debías dormir en el suelo; había que enseñarle un oficio y también la Torá, y cuando se iba, había que pagarle. Al final, era una esclavitud con un rostro mucho más humano que en los demás pueblos.

Adina Schatzberg - Pero la esclavitud aún existe hoy. Desde que llegué de Israel me cuesta entender cómo es la situación de las nanas en Chile, que en algunos casos son tratadas como verdaderas esclavas, que viven en espacios reducidos, a veces deben trabajar sin horarios y comer mal. Para mí eso es una forma de esclavitud.

Rab. Eduardo Waingortin - Claro. Lo que observa Adina nos lleva a preguntarnos qué es la esclavitud de hoy y cómo podemos hacer para humanizar la realidad que nos toca vivir. El judaísmo siempre ha sido la punta de la flecha en la evolución y la idea es que podamos ser rupturistas con las situaciones injustas que se viven a nuestro alrededor. Por supuesto, cuidando que tenga una coherencia con el resto de nuestra vivencia judía, para que la punta de la flecha no se separe del resto que viene atrás. Siempre ha habido judíos en los movimientos de vanguardia que tratan de cambiar las realidades sociales, como los marxistas, los trotskistas... Lo que no podemos hacer es dejarnos anquilosar y congelar las cosas en el tiempo, y decir que debemos volver a la esclavitud porque la Torá habla de la esclavitud. Al contrario: la Torá tiene un mensaje para cada época y nosotros debemos interpretar lo que nos corresponde hacer hoy. Tenemos que tener una mentalidad rupturista con lo de nuestro tiempo. Incluso dentro del judaísmo hay casos donde debemos ser rupturistas. Por ejemplo, dentro de la kashrut el judaísmo conservador predica una "kashrut ética". Es decir, no sólo no usamos prendas que sean de lana y lino, sino que también debemos preocuparnos por saber si esa prenda fue fabricada éticamente, si el operario recibió un sueldo justo y tiene un horario de trabajo; si no fue fabricado mediante mano de obra infantil, etc. A eso nos referimos con la kashrut ética, que va más allá de si algo cumple con las normas de la Torá puntuales y estrictas. Un ejemplo es lo que sucedió en Estados Unidos con una procesadora de carne kasher, donde un rabino conservador realizó una inspección al azar y detectó que los operarios no tenían donde sentarse ni tenían baños; había inmigrantes ilegales a los que se les pagaba una miseria, estaban prohibidos los sindicatos, y así, las condiciones de trabajo eran deplorables. El rabino conservador presentó una queja a la dirección del trabajo de allá, mientras los rabinos ortodoxos estaban indignados, decían que contaban con todo tipo de supervisión rabínica, etc. Pero probablemente esos rabinos ni siquiera habían visitado el lugar. Nosotros también deberíamos tener una conciencia respecto a lo que consumimos, para que se hagan cumplir cabalmente todas las normas de la Torá.

Rubén Preiss - Yo quería agregar que los judíos no tenían esclavos; si revisamos lo que dice de Abraham, él tenía un siervo, no un esclavo, que era Eliezer.

Rab. Eduardo Waingortin - Estimado Rubén, lamento tener que corregirte, porque es posible que hayan sido esclavos aunque tratados en mejores condiciones que en el entorno. Y además los principales comerciantes holandeses de esclavos del siglo XVII y XVIII eran judíos. Es algo de lo que nos podemos avergonzar. Pero hay que tener claro que una cosa son los judíos, que pueden cometer errores, y otra cosa es el judaísmo, que siempre busca ir a la vanguardia para mejorar las condiciones de vida, que busca la evolución a través del tiempo para ser la punta de la flecha y la conciencia de la sociedad.

Gabriela Clivio - Yo encuentro que siguen discutiendo sobre una palabra, siendo que en realidad esto cambia dentro de la misma Torá. Acá se habla de esclavos, pero al final de la Torá, en Deuteronomio, habla de que cuando "tu hermano hebreo" se tenga que vender por deudas debes tratarlo bien y dejarlo libre después de una cantidad de años... Hay una humanización dentro de la misma Torá y una evolución desde la esclavitud que habían conocido en Egipto.

Gachi Waingortin - Esta semana leí algo interesante al respecto. Si consideramos cuál es la situación de un ladrón que es arrestado, probablemente esa persona no te va a restituir lo que te robó ni su precio equivalente; se va a pudrir en la cárcel, donde toda la sociedad debe mantenerlo con sus impuestos y donde probablemente sólo va a aprender a robar mejor para que no lo pillen de nuevo. Lo que plantea la Torá es que el juzgado vende al hombre como esclavo, y con esa plata se devuelve lo robado. El hombre trabaja durante siete años en una casa de familia. Allí pagaría con su trabajo por el daño que hizo, aprendería un oficio para comenzar una nueva vida, y aprendería Torá para ser un hombre de bien. Viéndolo desde esa óptica, el sistema de la Torá no parece tan cruel. Claro que no sé quién acogería en su casa a un delincuente. Y sin embargo hay gente en nuestra comunidad que da trabajo a convictos, les lleva la materia prima para que hagan su trabajo, les pagan unsueldo digno equivalente a lo que pagaría a un hombre libre, y cuando salen de la cárcel los contratan para que sigan trabajando con ellos. Son ejemplos que habría que imitar.

Rab. Eduardo Waingortin - Creo que ya hemos hablado lo suficiente sobre este primer punto de la parashá, que está llena de preceptos super importantes... Propongo que leamos otro más, el de "ojo por ojo". Aquí claramente no se trata de hacer un daño equivalente a quien hace un daño a otro, sino de una restitución económica que permita resarcir ese daño.


Javier Pizarro - Yo queria agregar una última cosa, retomando lo que nuestro rabino Eduardo dijo al principio. La parasha comienza con "Ve Ele...": la interpretación clásica dice que hay continuidad de estos mishpatim con lo anterior. Si uno busca hacia a atrás llegamos a que esto comienza justo después de que fueron entregados los 10 mandamientos, cuando los Bnei Israel le pidieron a Moshé que sea el intermediario con D’s y a punto seguido D’s le dice a Moshé: "Así dirás a los hijos de Israel..." (20:19), lo que hace pensar que la Parasha debería
empezar acá, llegando hasta el capítulo 24!.
Luego de este largo enunciado de D’s uno debería esperar que Moshé cumpla la
orden de D’s. En el comienzo del capítulo 24 es justamente lo que ocurre:
"Moshe vino y relató al pueblo todas las palabras del Eterno (Divrei
Hashem) y todas las leyes (Mishpatim)...". Esto estaría perfecto si este
pasuk fuera 24:1, pero es 24:3. En el versículo 24:1 y 2 dice: "Y a Moshe
dijo: Asciende al Eterno, tú y Aharon, Nadab y Avihu, y setenta de los
ancianos de Israel y se prosternarán desde lejos. Moshé sólo se aproximará al
Eterno, pero ellos no se aproximarán y el pueblo no subirá con el.
Esto parece una especie de ceremonia que se debe realizar. Finalmente esto
ocurre en 24:9-11.

Rashi interpreta que todo esto ocurre antes de la entrega de los Diez
Mandamientos (Ein mukdam u meujar va Tora, no hay antes o después en la Torá).
Lo otro que dice es que este Sefer ha Brit o Libro del Pacto no es otro que
Bereshit y lo que llevamos de Shmot. Esto es muy lógico porque en Bereshit es
donde encontramos el Brit mila y Brit Bein Habetarim (el pacto entre las
partes), los que al final son lo más importante de todo el Sefer porque nos
dicen el por qué del resto del Jumash, formar un Goy Kadosh, un pueblo santo
que será el encargado de llevar la luz de la Tora al mundo. Y es así como esto
da la justificación ahora de la completa explicación de cómo llevar a cabo este
por qué, que Moshé nos explico en esta ceremonia solemne previo al recibimiento
de las Lujot ha Brit (ojo de nuevo la palabra Brit, Pacto). Ahora entendemos
que antes de la entrega no sólo hubo prohibiciones (de acercarse, de
relaciones, necesidad de lavar vestimentas, etc), sino tambien una ceremonia solemne con estudio de Torá, un Kidush con asado incluido (los sacrificios) y luego la aproximación de los líderes a D’s.

La pregunta que surge es por qué era necesario separar el orden cronológico
original y presentarlo de esta manera. Una respuesta linda para nosotros hoy es
que necesitamos tener primero Irat Shamayim (temor al cielo), es decir las
prohibiciones, para luego llegar a Ahavat Shamayim (amor al cielo). Esto nos
plantea una manera de cómo poder aproximarnos a nuestro judaismo de observancia
y coherencia. Esto teniendo siempre en cuenta el por qué (el libro del pacto),
para luego llegar al cómo (mishpatim de nuestra Parashá).

...
21:22Cuando riñeren hombres y golpearen a una mujer preñada, de modo que salieren sus criaturas sin que haya desgracia (de muerte en la mujer), el culpable será ciertamente multado conforme a lo que impusiere el marido de la mujer, lo cual piará (por el aborto)
Vechi-yinatsu anashim venagefu ishah harah veyatse'u yeladeyha velo yihyeh ason anosh ye'anesh ka'asher yashit alav ba'al ha'ishah venatan biflilim.
21:23Mas si resultare desgracia (de muerte en la mujer), darás vida por vida,
Ve'im-ason yihyeh venatatah nefesh tachat nafesh.
21:24ojo por ojo, diente por diente, mano por mano, pie por pie,
Ayin tachat ayin shen tachat shen yad tachat yad regel tachat ragel.
21:25quemadura por quemadura, herida por herida, contusión por contusión.
Kviyah tachat kviyah petsa tachat patsa chaburah tachat chaburah.
...
24:7Y tomó el Libro de la Alianza y lo leyó en presencia del pueblo; y ellos respondieron: ¡Nosotros haremos todo cuanto ha dicho el Eterno, y escucharemos!
Vayikach sefer habrit vayikra be'ozney ha'am vayomeru kol asher-diber Adonay na'aseh venishma.
...
El texto completo lo pueden encontrar en:Navegando la Biblia II, pinchar en Torah y Haftará.

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