domingo, 21 de octubre de 2007

Lej Lejá

12:1 Y dijo el Eterno a Avram: Vete de tu tierra y de tu parentela y de la casa de tu padre, hacia la tierra que te mostraré.
Vayomer Adonay el-Avram lech lecha me'artsecha umimoladetecha umibeyt avicha el-ha'arets asher ar'eka.
12:2 Y haré de ti una gran nación, y te bendeciré, y engrandeceré tu nombre, y serás una bendición.
Ve'e'escha legoy-gadol va'avarechecha va'agadelah shemecha veheyeh berachah.
12:3 Y bendeciré a los que te bendijeren, y a los que te maldijeren, maldeciré; y serán benditas en ti todas las familias de la tierra.
Va'avarechah mevarachecha umekalelecha a'or venivrechu vecha kol mishpechot ha'adamah.
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Comentario

Rab. Eduardo Waingortin - Esta semana tenemos el inicio del tercer proyecto de D's, que continúa con nosotros hoy. El primer proyecto es Adán y Eva, luego viene Noaj, pero ambos claramente no logran llevar a cabo lo que D's quiere de ellos. ¿Cuál es la diferencia entre Noaj y Avraham?

Alfredo Rafael - Que Noaj camina con D's, pero Avraham camina delante de D's.

Rab. Eduardo Waingortin - Exacto. Si vamos a la lectura de la parashá anterior, vemos que Téraj, el padre de Avraham, salió de Ur de los Caldeos con rumbo hacia Canaán. Entonces la pregunta es: ¿qué significa este Lej Lejá, si ya habían emprendido camino? En la Cábala, en el Pirkei de Rabi Eliezer, dice que Avraham es llamado a dejar su tierra natal y la casa de su padre cuando ya había salido de Ur de los Caldeos y ya estaba en otro lugar, en Jarán. Esto apunta a que el viaje de Avraham no será físico, sino que es del ámbito espiritual. Rabi Eliezer nos da una enseñanza de esto: si uno da el primer paso, D's nos sale al encuentro. Son como los versos de Yehuda Halevi que muchas veces incluyo en las prédicas de matrimonio, y que habla de que "cuando yo te buscaba, eras tú que a mí venías". En realidad, Avraham decide por sí mismo continuar el viaje y no quedarse en Jarán.
Lej Lejá, el nombre de nuestra parashá, significa "vete para tí", y en nuestra época también quiere decir "busca a D's dentro de tí mismo".
Es un mensaje muy actual para el mundo de hoy, donde todo lo hacemos hacia afuera y muchas veces nos olvidamos de la esencia. Como cuando a otras personas no judías les decimos que el judaísmo es fantástico, pero no lo vivimos. Es lo que Daniel Fainstein llama "el marranismo al revés". Vieron que en tiempos de la Inquisición los marranos mostraban hacia afuera que vivían como cristianos, pero en realidad mantenían el judaísmo en secreto. Ellos debían mostrar una imagen externa para poder cultivar la vida interna que realmente querían. Nuestro mundo de hoy nos lleva al marranismo al revés, donde olvidamos la vida interna que nos da un soporte espiritual frente a todo lo la material que nos rodea.
Pero volvamos al texto. ¿Qué es lo que hace que D's elija a Avraham, o más bien, Avram, como se llamaba al principio?

Leonardo Langenauer - El midrash habla de 10 pruebas que tuvo que pasar Avraham, y al parecer uno de sus hermanos no sobrevivió.

Rab. Eduardo Waingortin - Efectivamente, el midrash habla de varias pruebas consecutivas que pasó Avraham. Una de ellas se refiere a un horno, del que sale indemne, pero al parecer su hermano Harán también entró al horno y murió. La Torá nos dice que Harán murió en vida de Téraj, y es la primera vez que la Torá habla del dolor de perder un hijo en vida de su padre.

Leonardo Langenauer - No es el primer hijo que muere cuando los padres aún viven, también está Abel.

Rab. Eduardo Waingortin - Es cierto, pero en realidad Abel es asesinado. Lo que quiero destacar es que la Torá se hace eco del dolor de este padre, Téraj. También hay otro midrash muy bonito sobre Téraj, que era un fabricante de ídolos de barro. Un día Téraj debe salir y deja a Avraham a cargo del negocio. Avraham destruye a todos los ídolos, menos al más grande de todos. Cuando Téraj regresa y ve el desastre, con todo destruido, le dice, "¡Avraham, qué hiciste!". Avraham le dice, "yo no fui, sino el ídolo más grande". Téraj entonces le responde, "¡Cómo quieres que crea eso, si es sólo un ídolo de barro!". A lo cual Avraham le enrrostra que fabrique ídolos que no son nada en realidad. Lo que Avraham pide a su padre es una sola cosa: coherencia. Avraham busca esa coherencia, incluso cuando negocia con D's.

Javier Pizarro - No sé por qué buscan tanto en el midrash y en otras fuentes externas, cuando en realidad la respuesta está en el mismo texto. La historia más importante que narra la Torá antes de Avraham y el Lej Lejá es la de la torre de Babel. Y uno se puede preguntar qué tiene de malo que varias personas se junten y colaboren para construir un proyecto en común. En realidad se ve como algo positivo. Pero la Torá nos dice que quisieron edificar una ciudad y una torre que llegue al cielo, "para hacernos un nombre". Es decir, la finalidad era engrandecer su propio nombre. En cambio, vemos que cuando Avraham llega a Canaán, se instala en Bet El, "y edificó allí un altar al Eterno e invocó el Nombre del Eterno". Si se fijan, es la misma situación, en que también se edifica algo, pero esta vez es para el nombre de D's, no para su propio renombre. Por eso sabemos que Avraham es el elegido: por propia voluntad es capaz de hacer algo para elevar el nombre de D's, en lugar de hacerlo para su propio interés. Y por eso D's sabe entonces que encontró a un socio, alguien capaz de caminar delante de Él y ser "or lagoyim", luz para las naciones.

Leo Langenauer - Escucho todo lo que ustedes dicen, y según lo que veo en la Torá, no veo que D's le esté dando una misión. No veo ninguna misión.

Rab. Eduardo Waingortin - La misión es llegar al judaísmo. Como dice la Torá, "vete de tu tierra y de tu parentela y de la casa de tu padre hacia la tierra que te mostraré", eso es judaísmo, porque debe dejar atrás la idolatría. "Y te haré una gran nación", es el comienzo del pueblo judío. "Y te bendeciré y engrandeceré tu nombre y serás una bendición", esa es la misión del judaísmo, ser luz para las naciones, ya que "...serán benditas en tí todas las familias de la tierra", por todos los valores que aporta el judaísmo.

Gabriela Clivio - Estaba leyendo acá que en el primer intento o proyecto de D's, comienza a partir de una familia formada por Adán y Eva. Pero luego el mundo no resulta ser lo que planeaba. D's destruye todo y parte desde cero con una nueva familia, la de Noaj. Y la diferencia con Avraham es que ahora hay una familia que da una enseñanza para todo el mundo, sin aislarse del resto, con un real aporte valores para todos los demás.

Charna Schliapnik - Yo tengo una inquietud. Cuando el midrash dice que Avraham destruye los ídolos de su padre, ¿es que ya había descubierto a D's antes de salir de Ur?

Rab. Eduardo Waingortin - Sí, Avraham conocía a D's de antes.

Leonardo Langenauer - Discrepo de varias cosas que se dijeron. Avraham no es el primer monoteísta que reconoce a D's. Cuando va a la ciudad de Shalem, que en realidad sería Jerusalén, se encuentra con Melkizedek, que hace una ofrenda a El, que es uno de los nombres de D's. Y tampoco es cierto de que a partir del judaísmo se bendicen todas las naciones. Los judíos descendemos de Israel, de Jacob, mientras que de Avraham descienden los árabes, y muchos otros pueblos. No es una misión del judaísmo bendecir a las naciones, sino que todos se bendicen por la descendencia a partir de Avraham.

Rab. Eduardo Waingortin - Es cierto que muchos pueblos descienden de Avraham, pero sólo el pueblo judío sigue con un monoteísmo ético. Es mucho más que creer en una monolatría, en un solo dios, ya que tiene la misión de llevar los valores de la Torá al mundo.


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12:5 Y tomó Avram a Saray, su mujer, y a Lot, hijo de su hermano, y todos sus bienes que habían juntado, y las almas (prosélitos) que habían adquirido en Jarán, y salieron para ir a la tierra de Canaán; y llegaron a la tierra de Canaán.
Vayikach Avram et-Saray ishto ve'et-Lot ben-achiv ve'et-kol-rechusham asher rachashu ve'et-hanefesh asher-asu veCharan vayetse'u lalechet artsah Kna'an vayavo'u artsah Kna'an.
12:6 Y paso Avram por la tierra hasta el lugar de Shejem, hasta Elón (encinas de) Moré; y el cananeo estaba entonces en la tierra.
Vaya'avor Avram ba'arets ad mekom Shchem ad elon Moreh vehaKna'ani az ba'arets.
12:7 Y apareció el Eterno a Avram, y le dijo: A tu descendencia daré esta tierra. Y edificó allí un altar al Eterno, que se le había aparecido.
Vayera Adonay el-Avram vayomer lezar'acha eten et-ha'arets hazot vayiven sham mizbe'ach l'Adonay hanir'eh elav.
12:8 Y salió de allí hacia el monte, al oriente de Bet-El, y extendió su tienda: Bet-El al occidente y Ai al oriente, y edificó allí un altar al Eterno e invocó el nombre del Eterno.
Vayatek misham haharah mikedem leVeyt-El vayet aholoh Beyt-El miyam veha'Ay mikedem vayiven-sham mizbe'ach l'Adonay vayikra beshem Adonay.
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El texto completo de la parashá lo pueden encontrar en: Navegando la Biblia II, pinchar en Torah.

1 comentario:

Ingrid dijo...

Lej Leja

Primero que nada, saludos a todos. Aquí estoy de nuevo. Feliz de haber tenido a Isabel y Andrés acá en Nueva York. ¡Todavía hay milagros! Fue maravilloso. Gracias a los dos por ser tan especialmente buenos y queridos.
Esta parashat es muy especial para mí; es la “mía” en términos de la fecha de mi conversión, pero además habla de mi propia historia personal y familiar. Primero que nada, “Vete de tu tierra…” es una frase que me llega y toca profundamente. Yo salí dos veces de mi tierra por razones que en un comienzo fueron dolorosas, pero que al final del camino me llevaron hacia mi identidad y sentido de pertenencia judíos. Fue también un “ir hacia dentro de mí misma” intentando encontrar respuestas centrales a mi vida. Aprendí a caminar con D’s, a encontrarlo en las cosas más simples y humildes, a comprender que a pesar de todos los problemas, nunca estamos solos.
Separarse de la tierra, de la familia, de la casa de los padres es algo definitivo. Difícil y duro pero que implica también un desafío para crear algo diferente, para una nueva vida.
Los tres elementos nombrados son los que socializan a una persona, sus pensamientos, sus acciones, su forma de ser. Para Abraham debe de haber sido una prueba contundente. Era cortar de raíz con todas las conexiones que podían de una forma u otra, limitarlo en la misión que D’s le había encomendado.
Un llamado similar reciben los descendientes del patriarca en cada tiempo y generación. Aprender a ser mejores, a construir un mundo más justo y socialmente equilibrado. A separarse de idolatrías de cualquier carácter que empañan la relación con el Altísimo y con los seres humanos que nos rodean y con nuestra comunidad.
Para Abraham Avinu, era dejar la comodidad y certidumbre de Babilonia (Ur) una civilización/urbana altamente desarrollada, una sociedad comercial con una cultura literaria notable con destino desconocido e incierto.
La búsqueda sería ardua y difícil. Abraham debía seguir las instrucciones de D’s cualquiera que éstas fueran. Su fe debía ser inamovible.
La promesa es que, aunque al comienzo sería un extranjero en medio de una tierra extraña, él sería una bendición para las naciones en base a la influencia de su vida recta basada en su relación con D’s. Así, las demás naciones podrían también conocer al único y verdadero D’s.
El Midrash nos dice que con el cambio de una vocal, la palabra ‘bendicion’ en hebreo se transforma en “manantial de aguas”. Y así como el agua purifica, Abraham y su ejemplo atraerían a la humanidad al conocimiento y descubrimiento de D’s.
¿Hemos cumplido los hijos e hijas de Israel con este mandamiento de ser una luz para las naciones? (Isaías XLII, 6)
Recuerdo en este momento una cita de Tolstoy: “El judío es un ser sagrado que ha bajado del cielo el fuego eterno y ha iluminado al mundo entero. Es la fuente religiosa, primavera y manantial desde los cuales el resto de los pueblos han extraído sus creencias y religiones.” ¿Hermoso, no? ¡Pero que tremendo desafío!
Tanto a Abraham como a Isaac, D’s les prometió que a través de ellos, todos los pueblos serían bendecidos. Es una promesa que va más allá de sus vidas temporales, más allá de los reinos que sus descendientes directos fundaron en aquella época. Es una promesa que se extiende hasta hoy y de la cual nosotros somos parte fundamental porque el logro de un futuro en paz, futuro que algunos creemos es la Era Mesiánica, depende de las acciones de cada uno de nosotros y la relación que tengamos con los que nos rodean y con D’s.

Mi búsqueda y encuentro de la riqueza enorme e inefable del Judaísmo no habría sido posible sin la ayuda, apoyo y dirección del rabino Eduardo Waingortin, Gachi Waingortin e Isabel Mardones a los cuales les estoy profunda e íntimamente agradecida. ¡Toda y Shabat Shalom!
Ingrid.