domingo, 16 de diciembre de 2007

Vayigash

44:18 Y Judá se llegó a él y dijo: Ruego, mi señor, que pueda hablar tu siervo una palabra en presencia de mi señor, y no se encienda tu ira contra tu siervo; porque tú eres igual al Faraón.
Vayigash elav Yehudah vayomer bi adoni yedaber-na avdecha davar be'ozney adoni ve'al-yichar apcha be'avdecha ki chamocha keFar'oh.
44:19 Mi señor preguntó a sus siervos, diciendo: ¿Tenéis padre o hermano?
Adoni sha'al et-avadav lemor hayesh-lachem av o-ach.

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Comentario

Rab. Eduardo Waingortin: Esta parashá junto con la siguiente son como un todo, constituyen una unidad. En la parashá siguiente básicamente Jacob hará una profecía acerca de cómo será el fin de los días, pero D's pareciera que no lo permite, por eso se dice que es una parashá cerrada. En esta parashá el gran tema es el re-encuentro de Josef con sus hermanos. El finalmente no aguanta más, y después de poner a prueba a su hermano por Benjamín, se da cuenta de que sus hermanos realmente fueron capaces de una Teshuvá. Entonces hace salir a todos los egipcios de la habitación y ahí, cuando se queda en un momento solo e íntimo con ellos, les confiesa que él es su hermano Josef y pregunta por su padre.

Claudio Steifel: Pienso que Josef había sido un mal hijo porque dejó pasar tantos años y a pesar de que tenía una muy buena situación económica, no hizo nada. Me pregunto porqué nunca fue a ver a su padre, o al menos le escribió una carta.

Rab. Eduardo Waingortin: Los sabios dicen que tanto Jacob como Josef era profetas y que por lo tanto los dos sabían que uno y el otro estaban bien, pero no se comunicaban porque estaban esperando la real teshuvá de sus hermanos. Para que una reconciliación tenga verdaderamente efecto tiene que estar basada en tres principios: Verdad, Justicia y Paz.

Gabriela Clivio: Hablando de verdad, justicia y paz: No estoy de acuerdo con los acuerdos de paz de Anápolis porque Israel sigue cediendo y cediendo territorios, y mientras tanto, la paz nunca viene.

Rab. Eduardo Waingortin: En eso radica la importancia de la verdad.

Gabriela Clivio: Con respecto al tema de las lágrimas de Josef, cuando se da a conocer a sus hermanos, en el fondo Josef les habló para que no se sintieran culpables. Les dijo que en realidad D's lo había mandado a él a Egipto antes para ayudarlos cuando viniera la falta de alimentos.

Rab. Eduardo Waingortin: Lo más importante es que Josef logra perdonar de verdad y resignificar toda la experiencia que había pasado. Esto es lo que nosotros debiéramos hacer a veces con nuestras propias vidas, perdonarnos y resignifcar todo lo que nos pasó de malo en algunos momentos.

Yael Waingortin: Yo quisiera plantear la posibilidad de juzgar la actitud de Josef como la de un niño que pregunta por su padre. Si bien ahora era un adulto, cuando él dejó a su padre lo dejó como un niño. Por eso no debiéramos verlo como un adulto poderoso frente a sus hermanos, sino como el niño al que ellos abandonaron.

Héctor Golfarb: Una vez que Josef logra que su familia se asiente en Egipto, lo hacen en la zona de Goshen, que está en el Delta del Nilo. Es decir, estas eran las mejores tierras por su fertilidad, pero por otro lado, les permitía no mezclarse con los egipcios.

Ruben Preiss: Es interesante lo que dice Héctor, porque alude a uno de los grandes temas del judaísmo de hoy. La pregunta es: qué es lo que resulta más conveniente para la continuidad: si estar dentro de la sociedad o algo alejado de ella, para no mezclarse, en un concepto más cercano al ghetto.

Rab. Eduardo Waingrotin: Es una pregunta que se presta para discusiones. Pero igual sería bueno vivir cerca de la sinagoga para participar más de la vida sinagogal. Pero sigamos con nuestra parashá. Josef presentó a sus hermanos a los egipcios, incluido Paroh, que vestía sus mejores ropas. Josef los presentó tal como eran, no sintió vergüenza de sus orígenes ni de sus hermanos. Esto, a diferencia de lo que pasaba con muchos judíos acomodados de Europa que no querían que sus parientes pobres vivieran con ellos. Por eso les pagaron pasajes para irse a Estados Unidos y finalmente fue gracias a estos judíos que se fueron a América que el judaísmo no se acabó cuando vino la Shoá.

Sarah: Eso también pasó en Chile. Mis padres habían venido de Polonia y desembarcaron en Valparaíso. Sus familiares ni siquiera los habían ido a buscar. Entonces otra familia los trajo a Santiago. Estos familiares ni siquiera los dejaron dormir en su casa porque se avergonzaban de estos parientes pobres; finalmente tuvieron que irse a dormir a una residencial.

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El texto completo de la parashá lo pueden encontrar en: Navegando la Biblia II, pinchar en Torah.

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