sábado, 24 de mayo de 2008

Bejukotay

26:3 Si anduviereis en mis estatutos y guardareis mis preceptos y los cumpliereis, Im-bechukotai telechu ve'et-mitsvotai tishmeru va'asitem otam.
26:4 Yo os daré vuestras lluvias a su tiempo para que la tierra dé su producto, y el árbol del campo rendirá su fruto. Venatati gishmeychem be'itam venatenah ha'arets yevulah ve'ets hasadeh yiten piryo.
26:5 Y la trilla alcanzará a la vendimia, y la vendimia alcanzará a la siembra; y comeréis vuestro pan hasta la saciedad, y habitaréis seguros en vuestra tierra. Vehisig lachem dayish et-batsir uvatsir yasig et-zara va'achaltem lachmechem lasova vishavtem lavetach be'artsechem.
26:6 Y Yo estableceré la paz en el país, y os acostaréis sin que nadie (os) amedrente; y haré desaparecer de vuestra tierra las bestias dañinas, y la espada no pasará por vuestra tierra. Venatati shalom ba'arets ushchavtem ve'eyn macharid vehishbati chayah ra'ah min-ha'arets vecherev lo-ta'avor be'artsechem.
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Comentario

Rab. Marcelo Kormis - ¿De qué se trata la parashá de esta semana? De las bendiciones y advertencias -no maldiciones-, ya que se trata de advertencias en caso que no sigamos las mitzvot. En todo caso: fíjense cómo está redactado el primer versículo de nuestra parashá: "Si anduviereis...". Es un condicional. ¿Por qué no dice "cumple" o "deberéis cumplir"? Y quiero llevarlos además a otro texto importantísimo que contiene un condicional similar, que es el segundo párrafo del Shemá. Un comentario muy lindo de Leibovitz dice que el Shemá encierra dos visiones, una que es la fe en D's (Ol maljut Shamaim, el yugo de D´s) y otra que se centra en el cumplimiento de las mitzvot (Ol mitzvot, el yugo de las mitzvot). ¿Cuál de las dos creen ustedes que es más importante? ¿Qué debería venir primero?

Esther, la Nonna - El cumplimiento de las mitzvot es lo más importante, después vendrá la fe...

Rab. Eduardo Waingortin - Lo que nos trae la Nonna es una discusión importantísima de los sabios del Talmud, que encierra una profunda filosofía, acerca de qué es lo más importante: si la fe, que lleva luego a las buenas acciones, o si el cumplimiento de las mitzvot, que finalmente llevan a creer en D's.

Gachi Waingortin - A mí me parece que la fe es un don; puede haber personas que son buenísimas pero que no tienen ese don y no hay caso, no logran tener fe. Natan Waingortin - Yo pienso que el cumplimiento de las mitzvot es lo más importante, porque la fe puede flaquear, puede no ser constante y tener altos y bajos, pero no por eso dejaremos de cumplir las mitzvot, que es lo que realmente nos transforma en buenos judíos.

Yael Waingortin - Concuerdo con mi hermano, porque es lo mismo que decimos respecto a la Tzedaká: a veces podemos tener ganas o no, pero no debemos dejar de dar Tzedaká, porque la gente lo necesita igual. No debería depender de la pena que da el hombre que me pide, sino simplemente de hacer lo que es correcto.

Andrés Klein - Estaba leyendo a un filósofo norteamericano, que decía que los animales repiten ciertos comportamientos y no lo hacen por la razón, sino que es un instinto. De la misma manera, sostiene él, la necesidad de D's en el hombre sería una especie de instinto, una necesidad del bien.

Rab. Eduardo Waingortin- Es decir, que más que D's inventara el hombre, es el hombre el que inventó a D's para suplir su instinto de bien. Es interesante.

Susy Kornbluth - Anoche cenamos con mi tío, que escapó de la guerra, y nos decía que en realidad la guerra los hizo dudar de D's y de la fe. Pero que simplemente continuaron cumpliendo las mitzvot porque era parte del ser judíos.

Rab. Eduardo Waingortin - Lo que nos trae Susy es una posición que planteó un rabino llamado Emil Fackenheim, que decía que D's había muerto en Auschwitz. Y eso realmente marcó a toda una generación: la sensación de que D's se había ocultado durante la Shoá, pero que las mitzvot eran parte de la identidad, aunque estuvieran separadas de la fe. Yo quisiera llevarlos a que analizáramos las bendiciones que promete D's en esta parashá. ¿En qué consisten las bendiciones? En lluvia, en cosechas, cosas bastante obvias. Hoy en el Mercurio viene una columna de Andrés Velasco, el ministro de Hacienda, donde cuenta una anécdota. Hace un tiempo dio una clase en la que habló que para el desarrollo se requiere de capital humano, de herramientas y de capital financiero. Y al final de la clase un alumno se acercó y le dijo: "¡Pero si lo que nos acaba de enseñar es una obviedad!". Y él entonces le dijo: "Nunca está demás repetir las obviedades". Lo mismo pasa en nuestra parashá: lo que D's nos promete como bendiciones tal vez son obviedades, aquellas cosas que damos por descontadas. No nos promete que nos vamos a ganar el loto, sino que podremos trabajar y comer del fruto de nuestro trabajo, que nuestro esfuerzo no será en vano.

Rubén Preiss - Estaba pensando que la prueba de una buena clase es la que retoma las obviedades y las vuelve a analizar. Por ejemplo, la fórmula más famosa de Einstein es E=mc2, algo sumamente simple y obvio si se quiere, y no una fórmula tan gigantesca que habría que sacarle una foto al pizarrón. Cuántas veces uno va a una clase en la que hablan de una serie de cosas vagas y muy rimbombantes y uno dice "qué buena la clase, qué culto el profesor, pero, ¿qué fue lo que dijo?". Respecto de lo mismo, quiero recomendarles el texto del rabino Edery que comenta esta parashá y se explaya acerca de las bendiciones, donde él las explica mucho mejor de lo que puedo sintetizar yo.

Rab. Eduardo Waingortin - El mismo bar mitzva de hoy, por ejemplo: al padre del bar mitzva se le diagnosticó un cáncer muy complicado a fines del año pasado, y en noviembre se veía muy incierto que pudiera llegar al día de hoy. Y sin embargo, todo salió bien con la quimioterapia; del 35% de posibilidades de una salida positiva, parece que resultó todo el 35%, me decía el padre del bar mitzva, y ya se ha hecho dos chequeos y no tiene nada. Por eso hoy hicimos unos agradecemientos que pueden haber sonado algo crípticos, pero en realidad el mayor milagro fue poder estar vivos hoy aquí, algo que para otro bar mitzva podría parecer obvio. Mientras, otros padres se complican por si la orquesta traerá el cotillón adecuado... A veces lo más sencillo es la bendición más importante. La peor enfermedad de nuestro tiempo es tratar de alcanzar lo que no tenemos y llenarnos de frustraciones, cuando no somos capaces de ver la bendición que tenemos a nuestro alrededor.

Isabel Mardones - Yo estaba pensando en la carencia que existe en nuestro tiempo por la falta de agradecimiento, y la cantidad de gente que desarrolla depresiones simplemente porque cada vez quiere más y más. Años atrás, a una persona que conozco se le declaró una depresión y el psiquiatra, que no es judío, le recomendó un libro de Kushner, "Cuando nada te basta". En ese libro Kushner sigue la historia de Eclesiastés, de un hombre que busca la felicidad en el poder, en el dinero, y nada lo satisface. Hasta que llega a la conclusión final, "come tu pan con alegría". Vivimos en un mundo en que nos prometen la felicidad en el consumo, la casa perfecta es sólo la que tiene las cosas de nueva temporada... Hoy en el Mercurio vi la columna de una psicóloga que se preguntaba si era bueno ir con los niños al mall tan seguido, sobre todo cuando tenemos tan poco tiempo con los hijos. Es un lugar bullicioso, lleno de gente, donde hay que comprar "algo", en lugar de salir a caminar y conversar simplemente. Me recuerda a un amigo que vive cerca de un mall, y cada tanto va, entra y se dice, "qué feliz soy sin necesitar todo lo que está aquí", y vuelve a su casa. Puede sonar extraño lo que él hace, pero me parece preocupante que estemos tan bombeardeados de publicidad que nos promete que seremos felices si tenemos esto o aquello. Incluso en los nuevos barrios, el único lugar de esparcimiento es el mall, donde se consume, y no hay lugares de conversación. Trabajo en el centro, cerca del Museo de Bellas Artes, y es notable cómo se ha llenado de cafés. Después del trabajo se llenan de personas que conversan juntas, y eso es algo que echo de menos en otras partes de la ciudad.

Gachi Waingortin - Es verdad, hace 20 años cuando llegamos a Santiago no había cafés donde sentarse a conversar... Menos mal que eso ha cambiado.

Rubén Preiss - Con lo que decía Isabel, no puedo evitar pensar en esa prédica de Eduardo en que hablaba del perfecto Shlemazel: el tipo que se levantaba en la mañana y se deprimía al mirarse al espejo porque no era Robert Redford; más tarde se deprimía porque no era Rockefeller... Al final del dia se quería pegar un balazo, en lugar de reconocer todo lo bueno que tenía a su alrededor y estar agradecido por ello.

Carlos Barraza - Yo lo que leí esta semana es que las bendiciones y advertencias no se referían a las personas individuales, sino más bien a un sentido colectivo, y se cumplen en la medida que existe un ambiente social propicio.

Rab. Eduardo Waingortin - Es verdad. No ganas nada con cumplir todas las mitzvot en tu rincón si después sales a la calle donde no rigen esos principios. Por eso es importante buscar el bien común, a nivel social. Quisiera que revisáramos la Haftará de esta semana, que es espectacular. Varias frases de aquí han sido incorporadas a nuestra tefilá. Parte con una advertencia también, pero después vean qué lindo lo que sigue. Qué bonita es la imagen del árbol que crece junto al arroyo y que ni siquiera en tiempo de sequía dejará de estar lozano; y la del tamarindo en el desierto. Es una imagen muy bonita del hombre que vive cerca de la Torá, y que en tiempos de adversidad no le flaqueará la fe. Es como el Estado de Israel, que permite que podamos continuar con la vida judía, como el árbol junto al arroyo que no deja de dar fruto.

Javier Pizarro - Yo no estoy muy de acuerdo con ese planteo. Yo pienso que tiene mucho más valor el fruto del tamarindo, que puede ser mucho más chico, pero que con mucho esfuerzo logró dar ese fruto. Estoy pensando en el fruto que tenemos en comunidades como la nuestra, donde en base al esfuerzo de nuestro rabino, después de casi veinte años, tenemos muchos grupos de estudio, tenemos incluso un grupo de Talmud que se pensó tal vez para cinco o seis personas, y ahora somos 25 todas las semanas y ya no tenemos dónde estudiar porque no cabemos. O tantos otros ejemplos más de esta comunidad. Tal vez si estuviéramos en Israel sería todo mucho más fácil, pero sería simplemente obvio. En cambio, el esfuerzo que implica ir contra la corriente, tratar de lograr dar fruto aunque estemos en medio del desierto, por pequeño que sea ese fruto encuentro que es un esfuerzo notable.

Sofía Cohen - Es cierto que podemos comparar al árbol junto al arroyo a vivir en Israel, pero cuánta gente cree que ya con estar en Israel es suficiente. Y cumplir con las mitzvot allá es mucho más fácil, y no exige todo el esfuerzo que significa acá. Si uno vive en un ambiente ortodoxo, es simplemente seguir lo que los demás hacen; acá se exige un esfuerzo consciente.

Rubén Preiss - Por eso es que siempre digo que es más fácil ser ortodoxo y más difícil ser conservador. No quisiera que cayéramos en el peligro de decir que es mejor vivir en la diáspora, porque ése no es el punto. Pero hay algo que me preocupa, y lo he visto cuando han venido parientes jóvenes desde Israel: lo lógico es que si están de viaje, quieran seguir conectados con lo que lo relaciona a su país. Y si vienen a Chile, que quieran venir a una sinagoga a ver cómo se vive acá el judaísmo. Pero lo preocupante es que no quieren saber nada con la vivencia judía, incluso en el mismo Israel. Y me pregunto qué es lo que quedará para las siguientes generaciones en Israel, si sienten que sólo con vivir allá ya están cumpliendo. Pero no se interesan por seguir con las mitzvot y con una vivencia verdaderamente judía y ética. Me resulta tremendamente preocupante.

Rab. Eduardo Waingortin - Es un tema preocupante en realidad. Pero veamos cómo sigue el texto: "Oh Eterno, esperanza de Israel...", y habla de D's como la fuente de aguas vivas.

Rab. Marcelo Kormis - En realidad en hebreo es más bonito todavía, porque dice "Mivke Israel", o sea, que D's es la fuente de agua purificadora para el pueblo de Israel, y una fuente de agua para la vida, de aguas vivas.
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Haftará
26:14 Pero si no me oyereis ni cumpliereis todos estos preceptos; Ve'im-lo tishme'u li velo ta'asu et kol-hamitsvot ha'eleh.
26:15 y si rechazareis con desprecio mis estatutos, y si vuestra alma se enfadase de mis juicios de modo que no cumpliereis todos mis preceptos para violar mi pacto, Ve'im-bechukotay tim'asu ve'im et-mishpatay tig'al nafshechem levilti asot et-kol-mitsvotay lehafrechem et-beriti.
16:19 Tú, oh Eterno, eres mi vigor y mi fortaleza, y mi refugio en el día de la adversidad. A Ti vendrán las naciones desde los extremos de la tierra y dirán: "Ciertamente nuestros padres poseyeron sólo mentiras, vanidad y cosas en que no hay provecho". Adonay uzi uma'uzi umenusi beyom tsarah eleycha goyim yavo'u me'afsey-arets veyomru ach-sheker nachalu avoteynu hevel ve'eyn-bam mo'il.
16:20 ¿Acaso hará el hombre para sí dioses cuando él mismo no es dios? Haya'aseh-lo adam Elohim vehemah lo Elohim.
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17:5 Así dice el Eterno: Maldito aquél que confía en el hombre y hace de la carne mortal su ayuda, y cuyo corazón se aparta del Eterno. Koh amar Adonay arur hagever asher yivtach ba'adam vesam basar zro'o umin-Adonay yasur libo.
17:6 Pues será como el árbol solitario en la planicie, y no verá cuando llegue el bien (la lluvia), sino que habitará en los lugares áridos del desierto, en una tierra salada y despoblada. Vehayah ke'ar'ar ba'aravah velo yir'eh ki-yavo tov veshachan charerim bamidbar erets melechah velo teshev.
17:7 Bendito el varón que confía en el Eterno, y cuyo apoyo es el Eterno mismo. Baruch hagever asher yivtach b'Adonay vehayah Adonay mivtacho.
17:8 Pues será como el árbol plantado junto a las aguas, y que extiende sus raíces hacia la corriente; por tanto no temerá cuando venga el calor, sino que será verde su follaje; y no le alcanzará mal en el año de sequía, ni dejará de dar fruto. Vehayah ke'ets shatul al-mayim ve'al-yuval yeshalach shoroshav velo yir'eh ki-yavo chom vehayah alehu ra'anan uvishnat batsoret lo yid'ag velo yamish me'asot peri.
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17:13 Oh Eterno, esperanza de Israel, todos los que te dejan serán avergonzados ; los que se apartan de Mí, dice el Eterno, serán inscritos en el libro para hacerlos bajar a las profundidades de la tierra; porque han dejado al Eterno, fuente de aguas vivas. Mikveh Yisra'el Adonay kol-ozveycha yevoshu vesuray ba'arets yikatevu ki azvu mekor mayim-chayim et-Adonay.
17:14 ¡Sáname, oh Eterno, y quedaré sano; sálvame y seré salvo, porque yo me glorifico en Ti! Refa'eni Adonay ve'erafe hoshi'eni ve'ivashe'ah ki tehilati atah.
... El texto completo lo pueden encontrar en: Navegando la Biblia II, pinchar en Torah y Haftarot.

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