sábado, 7 de junio de 2008

Nasó

4:21 Y habló el Eterno a Moisés, diciendo: Vayedaber Adonay el-Moshe lemor.
4:22 Forma también el censo de los hijos de Guereshón, por sus casas paternas, por sus familias; Naso et-rosh beney Gershon gam-hem leveyt avotam lemishpechotam.
4:23 de edad de treinta años para arriba, hasta la edad de cincuenta años los contarás; todos los que entran para tomar parte en el servicio sagrado, para servir a la tienda de asignación. Miben shloshim shanah vamalah ad ben-chamishim shanah tifkod otam kol-haba litsvo tsava la'avod avodah be'Ohel Mo'ed.
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Comentario

Rab. Marcelo Kormis - Esta es una parashá larguiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiisima, y de hecho, es la más extensa de la Tora.

Rab. Eduardo Waingortin - Exactamente. Y tiene 176 psukim o versículos. Lo mismo que el salmo 119, y que Baba Kama, el tratado más largo del Talmud, que tiene 176 páginas. Y acá tenemos el censo de las familias de levitas, y luego las ofrendas de los príncipes para el mishkán, donde se enumera uno por uno lo que cada uno trae, una tribu por día. Esta enumeración detallada es la que hace tan extensa nuestra parashá. Pero vean qué bonito, como se enfatiza la igualdad. Cada uno trae lo mismo, sin importar el tamaño de su tribu. Eso es para que todos se sientan partícipes por igual.

Javier Pizarro - En realidad la ofrenda de los príncipes es una kapará, una reparación. Porque dice el midrash que cuando se iba a construir el mishkán, se ofendieron de que no les fueran a pedir a ellos primero; y entonces dijeron que donarían lo que hiciera falta. Pero todo el pueblo fue a donar, y con tanta generosidad que Moshé tuvo que pedirles que ya no trajeran más. En el fondo, el que ahora traigan sus ofrendas es en reparación por no haber donado antes. Pero además hay otro punto: ya hemos visto la consagración del mishkán, y de hecho, esta es la tercera vez que aparece en la Torá. Y la Torá no abunda en palabras, por lo que algún sentido tiene. Revisemos: al final de Shmot está la consagración que hace Moshé; luego en Vayikrá está la consagración de los sacerdotes, a través de su ritual específico y sus leyes de pureza. Y ahora en parashat Nasó tenemos la consagración del mishkán por parte de los príncipes y las tribus, con lo que ahora tenemos a todo el pueblo de Israel, en todos sus estamentos, y por eso completa a las dos menciones anteriores.

Rab. Eduardo Waingortin - Está muy bueno eso. Pero si vemos, aquí hay una ofrenda que es equivalente para todos. ¿Es justo eso? ¿Qué opinan?

Isabel Mardones - En la Torá se dice que cada uno debe llevar sacrificios al Templo, de acuerdo a sus recursos. Por ejemplo, el que no puede llevar un novillo lleva un cabrito, y si es más pobre puede llevar un par de pichones.

Rab. Eduardo Waingortin - También tenemos las ofrendas de acuerdo a lo que quiere donar el corazón de cada cual, con las ofrendas para construir el mishkán. ¿Dónde más tenemos una ofrenda que es equitativa, donde todos dan lo mismo, sin importr si es rico o es pobre?

Alfredo Rafael - En la donación del medio shékel.

Rab. Eduardo Waingortin - ¡Muy bien! Cómo se ve que se estudia en esta comunidad... (risas).

Gachi Waingortin - Yo pienso que la Torá es clara en cuanto a que debemos dar de acuerdo a nuestra capacidad cuando se trata del individuo, y de dar por igual y equitativamente cuando se trata de la comunidad, del colectivo.

Rab. Eduardo Waingortin - Yo creo que uno de los mensajes hermosos es que todos tenemos no sólo el deber, sino también el derecho de dar. Y quiero contarles cómo fue que aprendí esto. Mi abuelo, a quien recordamos hoy en su yorzait, era un hombre nacido en Argentina, muy pobre, que se sentía profundamente judío a pesar de no ser religioso. Más bien era de ideas de izquierda. Trabajaba despostando animales en el matadero, y el pago era en carne. Pero nunca dejó de dar para el Estado de Israel. Y para él era algo sumamente importante. Nosotros también éramos pobres, y nuestas vacaciones de verano consistían en visitar a mis abuelos, y ellos nos llevaban a ver al resto de la familia. En uno de esos veranos, cuando yo debo haber tenido unos 10 años, recuerdo que decidió ir a la oficina del Keren Hayesod a dejar su aporte para el Estado de Israel y yo lo acompañé. Caminamos muchísimo, y cuando llegamos allá, mi abuelo les dice, "vengo a traer mi aporte, porque este año no me lo fueron a cobrar". Y le respondieron, "mire, su aporte es tan pequeño que nos significa más gastos administrativos ir a cobrarlo, así es que a usted y a otras personas de aportes pequeños los sacamos de la lista. No necesitamos su aporte". Mi abuelo se quería morir de la pena y la humillación. Y recuerdo que nos devolvimos todo el camino de vuelta en silencio. De ahí aprendí que no importa el tamaño del aporte, todos tenemos derecho a dar, porque nos dignifica. No sólo es un deber, es un derecho.

Claudio Stiefel - Si miramos lo que cada uno ofrece, y es exactamente igual en cada caso, me hace pensar que para eso se requiere de un líder que los ponga de acuerdo. Si fuera dejado al arbitrio de cada uno, no habría sido así.

Rab. Marcelo Kormis - Es interesante ese punto de vista. Otro mensaje muy bonito se refiere al final de nuestra parashá. Leamos el versículo 89. Si se fijan, dice "midaber", que se refiere a hablar, pero está en una forma gramatical reflexiva. Es decir, que Moshé se habló a sí mismo, o que tal vez escuchó su propia voz interna que le hablaba como le hablaba D's. Vemos acá a un Moshé más maduro, que después de haberse negado a tomar la misión de sacar el pueblo de Egipto y haber enfrentado tantas dificultades, encuentra su propia voz que le habla en el sentido que lo hace D's.

Rab. Eduardo Waingortin - Acá vemos un periodo de felicidad para Moshé y el pueblo, que en realidad durará muy poquito, ya que en dos parashiot más estallará la rebelión. Pero es un buen momento de unidad y de paz, donde todos han cumplido una misión común y se sienten unidos por ello.

Leonardo Langenauer - Me llama la atención que "Midaber" y "Midbar" tienen las mismas letras. Y pienso que ambas cosas están conectadas. Tal vez sólo en el desierto (Bemidbar) hay realmente el espacio y la posibilidad de poder encontrar esta voz de D's y esta voz interior (Midaber).

Rab. Eduardo Waingortin - Es muy interesante lo que nos trae Leo, porque nos abre toda una dimensión nueva acerca de este libro. Otro tema que trata nuestra parashá es la ishá sotá o la mujer que comete infidelidad, aunque en realidad el texto habla de la ley de los celos, cuando no hay testigos. Si lo leemos, lo que se promete que pasará con la mujer que bebe las aguas amargas y es culpable es terrible.... ¿Qué piensan ustedes al respecto? (Sigue una larga discusión entre varios asistentes acerca de lo que es infidelidad, si la mujer es casada o soltera, y si se considera infiel al hombre en un periodo de la historia en que existía la poligamia y podía tener varias esposas. Se establece que esto rige para la mujer casada, que estaba prohibida para cualquier otro hombre que su esposo).

Claudio Stiefel - Según dice Rabi Meir, un sabio del siglo II, este rito es algo así como la terapia familiar de la época. Porque si se fijan, el hombre tiene que ir a Jerusalén, al Templo, y presentarse al sacerdote, y hacer todo un ritual. Es una forma de apaciguar al hombre celoso, que no puede tomar acción por sí mismo. Lo que queda por ver es si después pueden continuar su relación de pareja. Rabi Meir también habla de que existen tres tipos de hombres, y los compara con la situación de una mosca en una taza de leche. Hay hombres que no se toman la leche en absoluto, otros que sacan la mosca y se toman la leche, y otros que toman la leche con la mosca. Es decir, hay hombres que están dispuestos a rehacer su matrimonio después de un quiebre, y otros que no.

Gachi Waingortin - Esto para mí es una protección para la mujer, justamente porque debe someterse a todo este ritual que es complejo y es disuasivo para que el hombre no actúe con violencia contra su mujer. Ahora, en las relaciones de pareja debe primar la confianza; si ya no la hay, no es mucho lo que puede subsistir el matrimonio después de un quiebre. Pero en todo caso, esto me parece una norma que establece una protección para la mujer frente a los celos de su marido.

Isabel Mardones - A mí me llama la atención que las aguas son amargas sólo después de que las ha bebido la mujer culpable. Es decir, hay un componente subjetivo en todo esto.

Yael Waingortin - Como dice Isabel, a mí también me parece que todo este ritual tiene una especie de absurdo y que no es tan serio después de todo. Más bien, lo veo como una manera de enfrentar una situación de crisis y conflicto, y para eso establece algo que permite ganar tiempo. Si hay que ir a buscar testigos, bueno, ya hay un lapso por breve que sea de ir a la carpa de al lado a preguntarle al vecino, y todo eso contribuye a que se vayan calmando los ánimos. Es una forma de ganar tiempo, para resolver conflictos con mayor tranquilidad y no en medio de la calentura de una discusión.

Rab. Eduardo Waingortin - Como dicen los sabios en Pirké Avot, "Divrei jajamim benajat nishmaim", sólo se profieren palabras de sabiduría cuando se está tranquilo. Exactamente. Y por eso podemos ver esta ley de los celos como una protección para la mujer. Puede parecer muy primitiva, pero como muchas otras cosas de la Torá, es un avance respeto de su tiempo. Y que incluso si miramos la situación de hoy, donde hay casos de violencia intrafamiliar por celos, todavía plantea una respuesta para nuestra época.
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5:11 Y habló el Eterno a Moisés, diciendo: Vayedaber Adonay el-Moshe lemor.
5:12 Habla a los hijos de Israel y diles: Cuando la mujer de un hombre se desviare y cometiere hacia el falsedad de infidelidad, Daber el-bney Yisra'el ve'amarta alehem ish ish ki-tisteh ishto uma'alah vo ma'al.
5:13 y se hubiere acostado con otro hombre con ayuntamiento de semen, y fuere encubierto (el hecho) al conocimiento de su marido, y ella se hubiere ocultado y se hubiere contaminado, y no hubiere testigo contra ella ni fuese sorprendida en el acto; Veshachav ish otah shichvat-zera venelam me'eyney ishah venisterah vehi nitma'ah ve'ed eyn bah vehi lo nitpasah.
5:14 y si viniere espíritu de celos sobre él (marido), de modo que se encele de su mujer siendo ella contaminada, o viniere espíritu de celos sobre él de modo que se encele de su mujer, no siendo ella contaminada; Ve'avar alav ruach-kin'ah vekine et-ishto vehi nitma'ah o-avar alav ruach-kin'ah vekine et-ishto vehi lo nitma'ah.
5:15 entonces aquel hombre llevará su mujer al sacerdote y llevara por ella su ofrenda: la décima parte de una efá de harina de cebada; no derramará sobre ella aceite ni pondrá sobre ella incienso, porque es ofrenda vegetal de celos, ofrenda vegetal de recorda Vehevi ha'ish et-ishto el-hakohen vehevi et-korbanah aleyha asirit ha'eyfah kemach se'orim lo-yitsok alav shemen velo-yiten alav levonah ki-minchat kna'ot hu minchat zikaron mazkeret avon.
5:16 Y el sacerdote la hará aproximar (a la mujer) y la colocará delante del Eterno. Vehikriv otah hakohen vehe'emidah lifney Adonay.
5:17 Y tomara el sacerdote agua santa en una vasija de barro, y del polvo que hubiere en el suelo del Tabernáculo tomará el sacerdote y lo echará en el agua. Velakach hakohen mayim kedoshim bichli-chares umin-he'afar asher yihyeh bekarka haMishkan yikach hakohen venatan el-hamayim.
5:18 Y el sacerdote hará que la mujer se ponga en pie ante el Eterno, y deshará las trenzas de la mujer, y pondrá en sus palmas la ofrenda vegetal de recordación que es ofrenda vegetal de celos, y en la mano del sacerdote estarán las aguas amargas que traen co Vehe'emid hakohen et-ha'ishah lifney Adonay ufara et-rosh ha'ishah venatan al-kapeyha et minchat hazikaron minchat kena'ot hi uveyad hakohen yihyu mey hamarim hame'orerim.
5:19 Y el sacerdote la hará jurar, y dirá ala mujer: Si no se ha acostado contigo hombre alguno (fuera de tu marido), y si no te has desviado a la impureza estando bajo el dominio de tu marido, sé libre de estas aguas amargas que traen consigo la maldición. Vehishbia otah hakohen ve'amar el-ha'ishah im-lo shachav ish otach ve'im-lo satit tum'ah tachat ishech hinaki mimey hamarim hame'orerim ha'eleh.
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7:10 Y presentaron los príncipes sus ofrendas para el estreno del altar el día en que fue ungido, presentando los príncipes sus ofrendas ante el altar. Vayakrivu hanesi'im et chanukat hamizbe'ach beyom himashach oto vayakrivu hanesi'im et-korbanam lifney hamizbe'ach.
7:11 Y dijo el Eterno a Moisés: Cada príncipe, en su día, presentará su ofrenda para el estreno del altar. Vayomer Adonay el-Moshe nasi echad layom nasi echad layom yakrivu et-korbanam lachanukat hamizbe'ach.
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7:13 Y era su ofrenda una fuente de plata de ciento treinta siclos de peso; un tazón de plata de setenta siclos, según el siclo del santuario, ambos llenos de flor de harina de trigo mezclada con aceite, como ofrenda vegetal; Vekorbano ka'arat-kesef achat shloshim ume'ah mishkalah mizrak echad kesef shiv'im shekel beshekel hakodesh shneyhem mele'im solet blulah vashemen leminchah.
7:14 una taza de diez siclos de oro, llena de incienso; Kaf achat asarah zahav mele'ah ketoret.
7:15 un novillo joven, un carnero, un cordero de un año, para holocausto; Par echad ben-bakar ayil echad keves-echad ben-shnato le'olah.
7:16 un cabrito para ofrenda por el pecado; Se'ir-izim echad lechatat.
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7:89 Y cuando Moisés entraba en la tienda de asignación para hablar con El, oía la voz que venía de los cielos y le hablaba desde encima del propiciatorio que estaba sobre el arca del testimonio; de entre los dos querubines le hablaba. Uvevo Moshe el-Ohel Mo'ed ledaber ito vayishma et-hakol midaber elav me'al hakaporet asher al-Aron ha'Edut mibeyn shney hakruvim vayedaber elav.
... El texto completo lo pueden encontrar en: Navegando la Biblia II, pinchar en Torah y Haftarot.

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