sábado, 5 de julio de 2008

Jukat

19:1 Y habló el Eterno a Moisés y a Aarón: Vayedaber Adonay el-Moshe ve'el-Aharon lemor.
19:2 Este es el estatuto de la ley que ha prescrito el Eterno, diciendo: Di a los hijos de Israel que tomen en tu nombre una vaca perfectamente bermeja, que no tenga defecto, sobre la cual nunca se haya puesto yugo; Zot chukat hatorah asher-tsivah Adonay lemor daber el-beney Yisra'el veyikchu eleycha farah adumah tmimah asher eyn-bah mum asher lo-alah aleyha ol.
19:3 y la daréis a Elazar el sacerdote, y éste la sacará fuera del campamento y la degollarán en su presencia. Unetatem otah el-El'azar hakohen vehotsi otah el-michuts lamachaneh veshachat otah lefanav.
19:4 Y tomará Elazar el sacerdote de la sangre de ella con su dedo índice, y asperjará de esa sangre en dirección a la entrada de la tienda de asignación, siete veces. Velakach El'azar hakohen midamah be'etsba'o vehizah el-nochach peney ohel-mo'ed midamah sheva pe'amim.
19:5 Y la vaca será quemada ante sus ojos; su cuero y su carne y su sangre, a más de su estiércol, quemarán. Vesaraf et-haparah le'eynav et-orah ve'et-bsarah ve'et-damah al-pirshah yisrof.
19:6 Y tomará el sacerdote madera de cedro e hisopo y lana carmesí, y los arrojará en medio del fuego en que arde la vaca. Velakach hakohen ets erez ve'ezov ushni tola'at vehishlich el-toch srefat haparah.
19:7 Y lavará el sacerdote sus vestidos y bañará su cuerpo en agua, y después entrará en el campamento; y el sacerdote quedará impuro hasta la tarde. Vechibes begadav hakohen verachats bsaro bamayim ve'achar yavo el-hamachaneh vetame hakohen ad-ha'arev.
19:8 Y aquél que la hubiere quemado lavará sus vestidos en agua y bañará su cuerpo en agua, y quedará impuro hasta la tarde. Vehasoref otah yechabes bgadav bamayim verachats bsaro bamayim vetame ad-ha'arev.
19:9 Y un hombre puro recogerá las cenizas de la vaca y las depositará fuera del campamento, en un lugar puro, y serán guardadas para la congregación de los hijos de Israel, para el agua purificadora de impurezas; es sacrificio que purifica su pecado. Ve'asaf ish tahor et efer haparah vehiniach michuts lamachaneh bemakom tahor vehayetah la'adat bney-Yisra'el lemishmeret lemey nidah chatat hi.
19:10 Y el que recoge las cenizas de la vaca, lavara sus vestidos y quedará impuro hasta la tarde. Y esto les será a los hijos de Israel y al prosélito que habitare en medio de ellos, por estatuto perpetuo. Vechibes ha'osef et-efer haparah et-bgadav vetame ad-ha'arev vehayetah livney Yisra'el velager hagar betocham lechukat olam.
19:11 Aquél que tocare algún muerto, cualquier cadáver humano, quedara impuro siete días. Hanogea bemet lechol-nefesh adam vetame shiv'at yamim.
19:12 Este se purificara con ella (el agua purificadora) en el tercer día y en el séptimo día, y estará puro. Mas si no se purificase en el tercer día, entonces en el séptimo día no será puro. Hu yitchata-vo bayom hashlishi uvayom hashvi'i yithar ve'im-lo yitchata bayom hashlishi uvayom hashvi'i lo yithar.
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Comentario

Esta semana contamos con la visita del rabino Chaim Koritzinsky, recién recibido del seminario del Hebrew College de Boston el 1 de junio, y quien viene a encabezar la nueva comunidad Ruaj Amí.

Rab. Eduardo Waingortin - Esta semana nuestra parashá comienza con el jok de la vaca roja. ¿En qué otro momento leemos este mismo texto?

Todos - En Shabat Pará, que es el siguiente después de Purim.

Rab. Eduardo Waingortin - Exactamente. Leemos sobre la Pará Adumá o vaca roja porque se refiere a la purificación, y es el momento cuando comenzamos la limpieza de nuestras casas en preparación a Pésaj. Revisemos cuántos shabatot especiales hay antes de Pésaj: Shabat Shekalim, Shabat Pará, Shabat Zajor, y Shabat Hajodesh. En Shabat Pará este tema de la vaca roja se lee como Maftir. La Torá dice que debe ser una vaca roja, con máximo dos pelos de otro color, sin yugo, es decir, que no haya sufrido la pobre vaca... (risas). Y tampoco debe haber tenido hijos ni esposa (risas). Se la quemaba y con esto se hacía el agua lustral, que purificaba aquello que había sido impurificado por contacto con los muertos, ya que la muerte es Av Tumá, la fuente principal de impurificación. Pero, ¿qué es esto de que la vaca permite purificar al que se ha impurificado, pero además impurifica al que prepara el agua lustral?. Es un asunto muy extraño. Anoche, en nuestra cena, Gachi trajo una explicación muy interesante. La vaca roja es como las profesiones que tienen que ver con el dolor humano: purifican, pero la gente que las ejerce inevitablemente queda impurificada, en el sentido de quedar marcados por la tendencia de muerte o tanatos. Son profesiones en que la constante exposición al dolor de los demás produce un "burn out", y esas personas requieren entonces de purificarse. Un ejemplo de ello son los psicólogos, que cargan con la emocionalidad de los otros, y cada tanto deben someterse a supervisión, para poder mantener la capacidad de ayudar a los demás sin desgastarse.

Yael Waingortin - Un psicólogo también puede visitar a otro psicólogo porque sí, pero en este caso se refiere a una supervisión, para revisar si el cargar con el dolor del otro no lo está afectando a uno. Es una especie de "revisión técnica", para poder seguir siendo efectivos en nuestro trabajo. Esta supervisión es importante, porque si a uno lo afecta mucho el dolor de otro, puede ser un indicador de que esté relacionado con dolores propios, que uno no ha elaborado del todo. En este caso, la vaca roja o la purificación se logra a través de otras personas.

Jorge Urzúa - Es lo mismo que sucede cuando la comunidad te sostiene, y podemos compartir el dolor entre todos.

Yael Waingortin - Exacto. El dolor que compartimos tal vez nos "impurifica" un poco, porque nos deja tristes también, pero el hecho de apoyarnos entre todos tiene el efecto de la vaca roja.

Rab. Eduardo Waingortin - Junto con quemar a la vaca roja se colocaba también hisopo, que era lo más bajo, y madera de cedro, que era lo más alto. Con todo ello se preparaba el agua lustral.

Claudio Stiefel - Acá tengo un comentario de una persona que trabaja en el FDA (Food and Drug Administration) en Estados Unidos, quien sostiene que la fórmula que da la Torá es la única que resulta efectiva para purificar aguas. Es una prueba científica de que lo que dice la Torá es efectivo.

Isabel Mardones - Nejama Leibovitz cita del Talmud algo que le sucedió a Rabi Yohanán ben Zakai. Un gentil le preguntó por qué todo este ritual suena a algo mágico. Rabi Yojanán le pregunta si ha visto alguna vez a alguien poseído por un demonio, el gentil responde que sí. Rabi Yojanán pregunta qué es lo que hacen con el poseso, y el gentil explica que se coloca un sahumerio y con ese humo más agua se purifica a esa persona del demonio. Rabi Yojanán le responde que la impureza es equivalente a su demonio, y que por eso se realizan aspersiones con el agua lustral. El gentil se va, satisfecho, pero los alumnos reclaman a Rabi Yojanán que ellos no se tragarán esa explicación. A lo que Rabi Yojanán dice que D's instituyó este estatuto, para que sea cumplido y punto.

Rab. Eduardo Waingortin - Es decir, es un jok, algo que no puede ser entendido por la razón y que no tiene explicación racional. Lo cumplimos porque debemos hacerlo, simplemente. En la Torá encontramos dos tipos de mitzvot: jukim y mishpatim. Los mishpatim son normas que cualquier sociedad con el tiempo las podría empezar a respetar. Por ejemplo, un pueblo en que reina la mentira, probablemente considere que es mejor no mentir, y de seguro se solucionarían muchos problemas. Lo mismo con Lashón Harrá, no matar, respetar a los padres. Sin embargo, los jukim no son lógicamente necesarios. Ninguna sociedad, por más evolucionada, moderna, creo que llegue a intuir la necesidad de la Pará Adumá... Cuando se habla que en el judaísmo no tenemos dogmas, en realidad sí tenemos normas que no podemos entender, y sin embargo debemos cumplir. Pero no son dogmas; un judío que no cumple un jok sigue siendo judío. ¿Qué otros jukim conocen?

Yael Waingortin - Shaatnez...

Isabel Mardones - Kashrut...

Rab. Eduardo Waingortin - Exacto. No sabemos por qué D's prohibió el cerdo. Ojalá hubiera prohibido algo que no me gustara... No se me ocurre qué, me gustan tantas cosas... (risas). Por ejemplo, que hubiera prohibido el cochayuyo, pero no sabemos por qué eligió el cerdo. Y aunque no tiene explicación lo de la vaca roja, el jasidismo logra sacar de ella una explicación para el corazón. Les decía que junto con la vaca roja se quemaba hisopo, lo más bajo, junto a madera de cedro, que son unos árboles magníficos. Esto es para mostrarnos que en el judaísmo no debemos quedarnos en los extremos. Sólo ser humildes y despreciar la vida puede impurificarnos tanto como la más absoluta soberbia. Tal vez la pureza esté justamente en el punto intermedio, en alcanzar un equilibrio entre los extremos. Qué bonito mensaje de los jasídicos, ¿no?.

Bruno Conforti - Yo quería saber si hubo realmente vacas rojas perfectas. ¿Hay registro de ellas?

Javier Pizarro - Sí figuran en el Talmud y lo mencionan otros sabios también.

Rab. Eduardo Waingortin - Existen midrashim que muestran la existencia de vacas rojas como premio a la virtud. Está la historia un joven a quien vienen a comprar algo. Eran delegados del Templo de Jerusalem, buscando una de las doce piedras del efod del Cohen Gadol, que se había roto. Pero dice que no puede vendérsela porque la llave de la bodega está bajo la almohada de su padre, quien duerme siesta, y no puede despertarlo. Los compradores le hacen una oferta más alta, pero el hombre insiste en que no puede despertar a su padre. Y así varias veces, hasta que el padre despierta y el joven sólo pide el primer precio que le habían ofrecido. Por su honestidad y por honrar a su padre, dice el midrash que como premio les nació una vaca roja en su ganado. Es una historia muy bonita. Vimos que la purificación puede darse por este elemento externo, la vaca roja. Pero también podríamos entender este episodio de la Torá por su opuesto: que una vaca roja tan perfecta es tan pero tan escasa, que en realidad no existe, y que por lo tanto, la purificación no dependerá de un agente externo. Más bien, esto nos forzará a buscar mecanismos de purificación desde dentro de nosotros mismos. Ahora quisiera que viéramos otros tema de nuestra parashá, después de la Pará Adumá, un tema mucho más simple, que es el de Moshé golpeando la roca. Creo que queda clarísimo este tema, ¿verdad? (Risas) ¿En qué creen ustedes que consistió el error de Moshé, como para que D's lo castigara y no lo dejara entrar a la tierra de Israel?

Javier Pizarro - Cuando D's le habla a Moshé, le pide que haga cinco cosas: "1) Toma la vara, 2) reúne a la congregación, 3) habla a la roca, 4) saca agua de la roca, y 5) dales de beber". Y revisemos qué es lo que realmente hace Moshé: 1) toma la vara, 2) reúne a la congregación, 3) golpea la roca dos veces, 4) sale mucha agua de la roca, y 5) el pueblo bebe. En realidad hay varias cosas que las hace perfecto, tal como D's se lo ordena. El problema está con las cosas que no hizo tal como D's le dijo. Tal vez el problema surge en el versículo anterior: la gente está reclamando por agua, y ¿qué hacen Moshé y Aharón?. Se ponen a rezar. No era lo adecuado. Había que actuar. La gente tenía sed. Miriam ya no estaba y de veras estaban desesperados por agua. Tal vez esta es la señal de que eran los líderes que no estaban cercanos a la gente, sino que estaban en otra esfera. De otra forma habrían reaccionado más rápido y habrían actuado en seguida en lugar de rezar.

Rab. Eduardo Waingortin - O sea que el error fue tener un liderazgo del pasado para problemas del futuro.

Javier Pizarro - Y esto era especialmente grave, porque ahora ya habían pasado 38 años desde que salieron de Egipto, y este pueblo era distinto del que vivió el Éxodo. Los de antes eran esclavos, y tal vez para que entendieran requerían de un tratamiento más tosco, más directo, más de golpear la roca. En cambio, esta nueva generación espera otro tipo de liderazgo. Espera que se le hable, tal como a la roca. Pero Moshé no supo captar esa diferencia. Otro tema es la vara. Cuando D's le dice que tome la vara, le dice "la" vara, "hamateh", y en ninguna otra parte de la Torá tiene este énfasis. Claramente es otra vara que la que usa habitualmente, es distinta de la vara que usó para abrir las aguas del mar en el Éxodo. Acá dice "hamateh", la vara, y si recordamos lo que leímos la semana pasada, se refiere a la vara de Aharón, la vara que floreció y dio almendras, y que era la que mostraba el liderazgo de Moshé y Aharón frente al resto del pueblo. Y con esa misma vara golpea la roca, dos veces incluso. Claramente se trata de un problema de liderazgo.

Natan Waingortin - Es como con los profesores de antes, que les pegaban a los niños con una regla en la mano, versus los nuevos métodos de educación, que están más centrados en el poder de la palabra, del razonamiento. Lo mismo pasa con el pueblo acá: ahora era un pueblo distinto del que había salido de Egipto y necesitaba respuestas distintas.

Yael Waingortin -Tal vez D's ya sabía que Moshé no era el líder para la próxima etapa, en que iban a ser más necesarias personas como Yehoshúa o Caleb, y toda esta escena es una excusa para que sea se den cuenta de que es necesario el recambio. Es una forma de que el mismo pueblo pida nuevos líderes.

Jorge Urzúa - Yo creo que el error de Moshe fue que retó al pueblo. Tal vez ni siquiera quiso hacerlo; puede haber sido su inconsciente que afloró en ese momento, a pesar de que quiso tener una actitud más paciente. Es probable que fuera un error involuntario.

Isabel Mardones - Nejama Leibovitz se basa en la tradición de la Kabalá, que toma el versículo 8, cuando dice, "habla a la roca ante sus ojos". No suena lógico, ya que debería ser "habla para sus oídos", o algo semejante. La Kabalá no entiende esto como una cosa física, sino que este era un llamado al ojo interno, para tomar conciencia de la Providencia de D's y asumirlo profundamente. Es para que el pueblo diga, "si esta roca -que ni ve ni oye- obedece la palabra de D's, con mayor razón deberíamos hacerlo nosotros".

Claudio Stiefel - Yo creo que el error de Moshé fue doble. Por un lado dice, "¿acaso nosotros sacaremos agua de esta piedra?", y con eso hace pensar que son Moshé y Aharón los que sacan el agua de la roca, en lugar de decir que es un milagro de D's. Esto lleva a la duda acerca del poder de D's. Y el segundo error es actuar desde la ira y la impaciencia. Esta era la tercera vez que Moshé actuaba incorrectamente al dejarse llevar por la ira: ya lo hizo antes cuando mató al egipcio, cuando rompió las tablas de la ley, y le pasa nuevamente ahora. Es ese temperamento el que hace que D's le prohiba entrar a la Tierra Prometida.

Esther Segre, la Nonna - Lo que entiende la razón, no lo entiende el corazón. Y lo que entiende el corazón, no lo entiende la razón.

Rab. Eduardo Waingortin - Qué sabias palabras son las que nos trae nuestra querida Nonna, y pienso que constituyen el mejor cierre para esta parashá.
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20:4 Y ¿por qué trajisteis a la congregación del Eterno a este desierto, para morir aquí nosotros y nuestros ganados? Velamah havetem et-kehal Adonay el-hamidbar hazeh lamut sham anachnu uve'irenu.
20:5 Y ¿por qué nos hicisteis subir de Egipto para traernos a este lugar malo? No es lugar para siembra, ni de higueras, ni de viñas, ni de granados; y ni siquiera hay agua para beber. Velamah he'elitunu miMitsrayim lehavi otanu el-hamakom hara hazeh lo mekom zera ut'enah vegefen verimon umayim ayin lishtot.
20:6 Y se retiraron Moisés y Aarón por causa de la asamblea a la entrada de la tienda de asignación, y cayeron sobre sus rostros, y la gloria del Eterno se les apareció. Vayavo Moshe ve'Aharon mipney hakahal el-petach Ohel Mo'ed vayiplu al-pneyhem vayera chvod-Adonay aleyhem.
20:7 Y habló el Eterno a Moisés, diciendo: Vayedaber Adonay el-Moshe lemor.
20:8 Toma la vara y reúne a la congregación, tú y Aarón tu hermano, y hablad a la peña a vista de ellos, y ella dará sus aguas; así les sacarás agua de la peña y darás de beber a la congregación y a sus animales. Kach et-hamateh vehakhel et-ha'edah atah ve'Aharon achicha vedibartem el-hasela le'eyneyhem venatan meymav vehotseta lahem mayim min-hasela vehishkita et-ha'edah ve'et-be'iram.
20:9 Y tomó Moisés la vara de delante del Eterno, como El se lo había ordenado. Vayikach Moshe et-hamateh milifney Adonay ka'asher tsivahu.
20:10 Y reunieron Moisés y Aarón a toda la asamblea frente a la peña, y Moisés les dijo: Oíd ahora, rebeldes: ¿podremos por ventura hacer salir para vosotros agua de esta peña? Vayakhilu Moshe ve'Aharon et-hakahal el-pney hasala vayomer lahem shim'u-na hamorim hamin-hasela hazeh notsi lachem mayim.
20:11 Y levanto Moisés su mano e hirió la peña con su vara dos veces, y salió mucha agua y bebieron la congregación y sus animales. Vayarem Moshe et-yado vayach et-hasela bematehu pa'amayim vayets'u mayim rabim vatesht ha'edah uve'iram.
20:12 Y dijo el Eterno a Moisés y a Aarón: Porque no creísteis en Mí para santificarme a los ojos de los hijos de Israel, por eso vosotros no introduciréis a esta congregación a la tierra que Yo les he dado. Vayomer Adonay el-Moshe ve'el-Aharon ya'an lo-he'emantem bi lehakdisheni le'eyney bney Yisra'el lachen lo tavi'u et-hakahal hazeh el-ha'arets asher-natati lahem.
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El texto completo lo pueden encontrar en: Navegando la Biblia II, pinchar en Torah y Haftarot.

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