sábado, 17 de enero de 2009

Shemot

1:1Y estos son los nombres de los hijos de Israel que vinieron a Egipto con Jacob; vino cada uno con su familia
Ve'eleh shemot beney Yisra'el haba'im Mitsraymah et Ya'akov ish uveyto ba'u.
1:2Rubén, Simón, Leví y Judá,
Re'uven Shim'on Levi viYehudah.
1:3Isajar, Zebulón y Benjamín;
Isachar Zvulun uVinyamin.
1:4Dan y Naftalí, Gad y Asher.
Dan veNaftali Gad ve'Asher.
1:5Y todas las almas que salieron del lomo de Jacob fueron setenta almas, y José (con sus dos hijos) era (estaba) en Egipto.
Vayehi kol-nefesh yots'ey yerech-Ya'akov shiv'im nafesh veYosef hayah veMitsrayim.
1:6Y murió José, y todos sus hermanos, y toda aquella generacion.
Vayamot Yosef vechol-echav vechol hador hahu.
1:7Y los hijos de Israel fructificaron y aumentaron y se multiplicaron, y se hicieron muy fuertes; y el país se llenó de ellos.
Uveney Yisra'el paru vayishretsu vayirbu vaya'atsmu bime'od me'od vatimale ha'arets otam.
1:8Y se levantó un nuevo rey sobre Egipto, que no conocía a José.
Vayakom melech-chadash al-Mitsrayim asher lo-yada et-Yosef.
1:9Y dijo a su pueblo: He aquí que el pueblo de los hijos de Israel es más numeroso y más fuerte que nosotros.
Vayomer el-amo hineh am beney Yisra'el rav ve'atsum mimenu.
1:10Vamos pues, usemos de astucia con él, no sea que se multiplique y suceda que, habiendo guerra, se una él también a nuestros enemigos y luche contra nosotros, y se vaya (nos vayamos) de la tierra.
Havah nitchakemah lo pen-yirbeh vehayah ki-tikrenah milchamah venosaf gam-hu al-sonenu venilcham-banu ve'alah min-ha'arets.
...
Comentario

Rab. Marcelo Kormis - Esta semana comenzamos a leer el libro de Shemot. Como ustedes recordarán, los libros tienen distintos nombres. En hebreo se refieren a la primera palabra significativa del texto o a la primera parashá, mientras que el otro nombre con que los conocemos, proviene de la traducción al griego, la Septuaginta, y en general resume los grandes temas que se tratan en cada libro. Por ejemplo, "Bereshit" se llama así porque es la primera palabra del texto, pero el nombre "Génesis" alude a toda la historia de la creación que se desarrolla ahí. "Shemot" se refiere a Yaakov y sus hijos que fueron a Egipto, y "Éxodo" se refiere a la salida de Egipto. "Vayikrá" es el tercer libro, llamado también "Levítico" porque contiene todas las leyes referidas a los Levitas, lejos la tribu más importante de todas... (risas). "Bamidbar", en el desierto, trata del viaje hacia la tierra de Israel, mientras que la traducción griega lo llama "Números". ¿Por qué?

Todos- Por los censos que contiene.

Rab. Marcelo Kormis - Exacto. Y finalmente "Devarim", que se refiere a las palabras que dirige Moshé al pueblo antes de morir, también se llama "Deuteronomio" o "segunda ley", porque reitera muchas de las mitzvot. Hoy nos toca empezar un nuevo libro de la Torá. Si se fijan, comienza con una "vav", "Ve'eleh Shmot". ¿Por qué creen que es así?

Adina Schatzberg - Para que no comience con alef.

Rab. Marcelo Kormis - Es posible, pero en realidad no habría problema que empezara con la letra Alef, de hecho, los 10 mandamientos comienzan con la Alef. El comentario clásico es porque trata de los mismos nombres que traíamos desde el libro de Bereshit, y hay una clara conexión entre el fin de uno y el comienzo de otro. Si se fijan, Bereshit se refiere a las historias de personas. ¿Como quiénes?

Todos - Los patriarcas, Adam, Noaj...

Rab. Marcelo Kormis - Correcto. Como comenta el rabino Edery en la introducción a Shemot, efectivamente se trata de los destinos individuales en Bereshit, pero en Shemot por primera vez aparece el pueblo como protagonista. Si vemos en la lectura, eso sí, el pueblo no se autoproclama como tal, sino que es el Faraón el que por primera vez habla de "am benei Israel". Lo dice en el contexto del temor de que debe ser controlado para que no sea más fuerte y prevalezca sobre los egipcios. De esa forma empieza a decretar diversas medidas que gradualmente llevarán a la esclavitud. Es difícil no hacer el paralelo con la Shoá, en que primero comenzaron con prohibiciones sencillas, luego siguieron las leyes de Nürnberg y finalmente se llegó a la solución final.

Teo Arias - Esta semana leí un comentario, según el cual decía que la esclavitud había sido gradual, y que había comenzado por la asimilación del pueblo con los egipcios. Por eso estaban en todo el país, y en su afán de ser acogidos tenían super buena voluntad de participar en todo y colaborar en todo. Así, cuando el Faraón decidió construir las ciudades de Pitóm y Ramsés, los israelitas estaban muy contentos de aportar a la construcción y comenzaron a trabajar en forma voluntaria, hasta que Faraón no los dejó ir y así comenzó la esclavitud.

Javier Pizarro - Sin afán de querer comparar Egipto y la Shoá, los sabios dicen que lo de Egipto fue mucho peor, porque mandaban a emparedar a la gente. Es decir, si había que construir una estrucutra desde adentro y la gente quedaba atrapada, se la dejaba ahí. Y cuando dice que hay que matar a los niños, se refiere a todos los niños. Un midrash dice que Faraón sabía que iba a nacer un niño liberador de los esclavos, y no sabía si nacería de los egipcios o los israelitas, por lo que tiraban a todos los niños al río.

Rab. Marcelo Kormis - Lo de la asimilación existía. De hecho, cuando Moshé rescata a las hijas de Yitró en el pozo, ellas llegan a reportarle a su padre que las salvó un "joven egipcio". Probablemente Moshé se veía como cualquier egipcio, aunque puede que en su mente ya había tenido un cambio al saber que pertenecía al pueblo de Israel y era capaz de indentificarse con los débiles.

Yael Waingortin - Yo pensaba de qué forma podríamos traer el tema de la esclavitud al día de hoy, y recordé algo que me contó una amiga. En su casa tienen una vajilla de picnic, que como tiene ese fin, no es fina ni mucho menos. Un día llega una nana nueva a su casa y a la hora de comer, se sirve su comida en estos platos de picnic, en lugar de usar la vajilla de la casa. Le preguntaron por qué, y contó que en la casa anterior donde había trabajado le tenían prohibido usar los platos que usaba el resto de la familia, y había una vajilla de menor calidad para ella. Por eso cuado llegó ahí automáticamente se había servido en los platos de picnic. El tema es qué podemos hacer para generar cambios en una sociedad donde esto es visto como algo normal.

Rab. Marcelo Kormis - Más que esclavitud, eso es opresión. Qué terrible. Y tiene razón Yael, porque es difícil ir contra la corriente, cuando esto es aceptado como normal. ¿Qué podríamos hacer como individuos para cambiar la situación?

Teo Arias - Yo creo que la receta es muy antigua, y está en los preceptos de la Torá. Pero lo importante es dar el ejemplo.

Evelyn Arias - Siguiendo con lo que dice Teo, yo creo que sí podemos hacer algo como individuos, si cada uno se preocupa de generar un cambio dentro de su entorno. Yo creo que eso sí tiene un impacto.

Carolina Orellana - Yo creo que está en lo que le podemos enseñar a las generaciones que siguen. De hecho, estoy aquí para aprender qué le puedo enseñar de valores judaicos a mi hijo, para que respete a la gente que trabaja en la casa, a sus primos, que son distintos a él, y que aprenda a tener valores para regir su vida. Yo creo que es fundamental la educación.

Teo Arias - Estoy de acuerdo, pero también debe ser una educación desde el ejemplo.

Todos - Por supuesto.

Javier Pizarro - Yo creo que no es suficiente con tener buena voluntad y comer gefillte fish. La idea es que si uno es un baal teshuvá, es que uno pueda ser dueño de esa teshuvá y que nadie te influence para que dejes de hacerlo. Si hay un baal teshuvá y se encuentra con alguien de antes, que dice, "naaaaa, si a este lo conozco como es...".

Rab. Marcelo Kormis - Eso está prohibido. No se le debe recordar a nadie su pasado.

Javier Pizarro - Me refiero a lo importante que es generar un espacio de protección para vivir según los preceptos que queramos seguir, y donde la sociedad ni nadie te empuje a hacer lo que no quieres. A alguna gente le basta con llevar una vida menos apegada a las mitzvot, por ejemplo, no hay judío que no se siente a una mesa de seder a comer matzá. La participación en Pesaj es incluso más alta que en Yom Kipur. Pero no creo que con eso pueda garantizar que sus nietos sigan siendo judíos. Voy a ser talibán en esto: sólo el cumplimiento estricto de las mitzvot llevarán a cambiar las cosas y a garantizar la continuidad.

Rab. Marcelo Kormis - No estoy tan de acuerdo. A mí me parece que con los retos demográficos del judaísmo del siglo XXI y de la asimilación, debemos tener todas las puertas abiertas para que los judíos se acerquen, y no sólo ver el cumplimiento de mitzvot como la única forma de acercarse.

Yael Waingortin - Yo voy a defender a Javi, porque su rabia talibán proviene de una reunión donde una persona decía que bastaba con sentirse judío y compartir algunos ritos en familia, como el seder de Pesaj, o comer gefillte fish, para que se pueda transmitir el judaísmo. Y claramente eso es muy poco. Voy a explicarlo en otras palabras, porque de otra forma alguien se puede sentir agredido en lo personal y no quiero eso. Digamos que existe una empresa, que funciona gracias a que todos tienen la camiseta puesta y dan el máximo para que siga adelante. El problema es que si llegan nuevos operarios, no hay cómo transmitirles ese sentimiento, para mantener la dinámica. Por eso se establecen ciertos protocolos sobre cómo hay que hacer las cosas. Eso permite hacer un recambio generacional y a la vez, mantener la operación de la empresa a buen nivel. El judaísmo es la empresa y las mitzvot son los protocolos, que si no se mantienen, difícilmente se puede garantizar la continuidad en el tiempo.

Rab. Marcelo Kormis - Yo quiero trabajar en tu empresa, Yael... (risas).

Héctor Goldfarb - Yo coincido con Javi, en el siguiente sentido. Hay tres componentes importantes para mantener el judaísmo en el tiempo, y lo podemos explicar como un triángulo, donde un vértice representa la religión; otro representa la centralidad de Medinat Israel, y el tercero implica el sentido de pertenencia al pueblo, dado por tradiciones, gastronomía, etc. Claramente el vértice de la religión es el que nos ha sostenido por siglos y por eso es la base de la continuidad.

Teo Arias - Coincido con esa visión, y Maimónides -que era racionalista, y que puede decirnos cosas importantes para esta época tan racionalista- dice que hay que cumplir con las mitzvot, sin preguntarte por qué, que al irlas cumpliendo las irás comprendiendo. Pero lo más importante es cumplir, en lugar de tener que entenderlo todo antes de hacerlo.

David Arias - Siguiendo con la imagen de las tres vértices que trajo Héctor, no puedo dejar de pensar en un grupo ultraortodoxo que se llama Naturei Carta. Cumplen todas las mitzvot, hasta las más mínimas. Hasta ahí vamos bien. Pero no reconocen al Estado de Israel -mal- y para peor, no tuvieron ningún problema para ir a Irán a hacer causa común con los extremistas musulmanes, en contra de su propio pueblo. Si vemos este ejemplo, ¡no basta con cumplir las mitzvot!.

Isabel Mardones - En toda esta conversación no he escuchado nada sobre "jésed", la bondad, y si las mitzvot no te llevan a tener más jésed, no sirven de nada. Conocí a una persona extraordinariamente buena, con una moral intachable y una generosidad sin límites; era profundamente ateo y me hizo cuestionarme si la religión es la garantía para ser una buena persona. Evidentemente no. Luego, haciendo clases en el curso de Introducción al Judaísmo, como me toca, ves que cada uno es un mundo distinto, con distintas motivaciones y cada uno va aprendiendo a su propio ritmo. La meta es una, y es cierto que el Movimiento Conservador o Masortí exige el cumplimiento de mitzvot, pero no se puede exigir a todos por igual. Cada uno tiene más o menos capacidad; la vida es como la bendición de Efraín y Menashé: ojalá cada uno pueda desarrollar al máximo su potencial. Pero la bendición dice que puedan ser como Efraín y Menashé, de acuerdo a lo que ellos son. Lo mismo aplica para nosotros. Ojalá cada uno pueda dar el máximo de lo que pueda dar. Pero no se debe olvidar el jésed: de nada sirve cumplir por cumplir, si no te hace una mejor persona. Las mitzvot son un constante entrenamiento para ser agradecidos, y esa es una de las claves para ser feliz. Me da miedo esa dureza de insistir en seguir las mitzvot ciegamente, cuando la finalidad que tienen es otra. Es aprender a ser agradecidos y convertirnos en personas más bondadosas con los demás.

Rab. Marcelo Kormis - Me alegro que tuviéramos esta discusión, en este marco sobre todo. La idea no es repetir solamente lo que otros han dicho; más bien, "tan importante es lo que dice Rashi como lo que dice Roshi (mi cabeza)". La idea de esta clase es que cada uno se vaya formando una teología propia y una postura ante el judaísmo y la vida. Por eso es tan importante que hayamos podido tocar más a fondo este tema; lamentablemente quedarán para el próximo año los midrashim sobre la zarza ardiente...

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El texto completo lo pueden encontrar en:Navegando la Biblia II, pinchar en Torah y Haftará.

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